CREDO
DE GUANACOS NARCOARENAZIS
Por Chichipate Cañaverales
No creemos
en Jehová nada poderoso, sólo benefactor del sionismo neoliberal y almádana
contra islamistas; ni en Jesucristo, carente de poder al ser minusvalorado por
hebreos; tampoco en diosa María Virgen de católicos, aunque éstos lo nieguen
con rotundidad; nunca en Espíritu Santo, diosito-paloma de Sabiduría que para
nosotros es innecesaria, pues nuestro saber es especial.
No creemos
en tal cuarteto celestial como único dios dogmático; no obstante, SÍ creemos en
el dios llamado “PISTO1”: porque “PISTO
mal habido” es nuestro único protector terrenal, sin importar un comino
el más allá ignorado; pues, por herencias genéticas de nuestros padres,
abuelos, bisabuelos, tatarabuelos, hasta llegar al patriarca llamado Caín,
hemos heredado, por ambos lados, sublime
amor a la “güevonería”; y, para poder disfrutar de opulencias o riquezas no ganadas sudando honrado,
aquellos mis inmediatos y remotos ascendientes postcoloniales, debieron
continuar esclavizando más a indígenas: nonualcos, pipiles, lencas, chortis,
zutuhiles, poco-mames, y mayas en
general incluyendo a ladinos.
Después, ─desde
1879─, al no ser suficiente extorsionar a tanto raquítico esclavo salvadoreño
puro y a sus diversas mezclas genéticas: pardos, mulatos, y zambos, nuestros
bisabuelos, hombre y mujeres, se vieron obligados a robarse REALENGOS y
EJIDOS ─dejados en herencia al Estado salvadoreño por aquellos
colonizadores españoles, quienes debieron marcharse posterior al 15 de
septiembre en 1821; pues, sus descendientes inmediatos llamados criollos, los
despojaron de altos mandos civiles españoles y de religiosos romanos, cuando se
firmó aquella falsa acta de independencia centroamericana.
Luego,
nuestros abuelos hicieron lo mismo desde enero en 1932, cuando 30mil esclavos,
acusados entonces de comunistas por un tal por cual Hernández Martínez, y ajusticiados por otro bribón apodado
“Chaquetilla”, fueron masacrados por jauría de esbirros: militares acabados al
servicio incondicional de nuestros antepasados.
Ahora,
nosotros, nietos e hijos de aquellos asesinos criollos en 1932, ordenamos a mal llamados coroneles o generales,
hambrientos de migajas y guaro chaparro, efectuar genocidios divinos como los
recién efectuados en: Tres Calles, El Mozote, La Cayetana, El Calabozo, San
Francisco Angulo, El Despertar, La UCA, Chinamequita, y más.
Es
verdad: somos codiciosos, avaros, mezquinos; en resumen: ¡practicamos la animalada!
contra nuestros desventurados semejantes guanacos; pero se debe a no haber
encontrado aún el continente o planeta que nos ofrezca paraíso terrenal, no
mitológico, paraíso real similar o mejor al dado por esta inocente gente
salvadoreña; que llega al grado de mirar, comprobar y hasta callar cualesquiera
delitos fiscales y hasta asesinatos; pues, tanto guanaquito pobre por
antonomasia, con despreciable regalía monetaria o, leve amenaza de muerte por
parte de nuestros efectivos escuadrones asesinos, se vuelven adoradores del PISTO
ajeno, aun cuando la propina recibida no llegue ni a un dólar gringo.
Asimismo,
con ese PISTO divinizado pagamos
salarios minúsculos al ejército de sicarios privados; de igual manera,
cancelamos, escamoteando, diezmos exigidos por quinimil2 sectas judío-cristeras también pisteras; en especial
a aquellas sectas sionistas enviadas desde EEUU, las cuales se distinguen por
hombres barrigones predicando desde altares improvisados en inmensos galerones
industriales; adornados, tales altares, con banderas de barras y estrellas,
unas; blanco más delgadas franjas
celestes y estrella de seis picos al centro, otras; más la melancólica azul y
blanco desteñidos con escudito central consistente en cinco volcancitos enmarcados
por triángulo equilátero con ilegible palabrerío. En indeterminado rincón de
aquel galerón maquilero de almas, puede mirarse cierto candelabro con siete
picos, signo exclusivo del credo israelita.
Sin estas dos fundamentales inversiones
monetarias, nuestra deliciosa “güevonería”
sería rotundo fracaso, porque hasta sicarios, curas y pastores, negarían
protecciones materiales y religiosas fingidas. Por eso: ¡¡Creemos en el PISTO mal habido!!
Nuestra “Jauría Espiritual”, ─exceptuando a Óscar Arnulfo Romero y a muy
pocos curitas con un pastorcito luterano, quienes nunca aceptaron ponerse
incondicionales al servicio del dios DINERO─, aún está siendo dominada por
nuestro celestial PISTO; pues hacemos cuanto queremos, hasta ordenar al
papa vaticano se nombre arzobispo de San Salvador y obispos al interior a esclavos católicos nuestros más afines para nuestras
conveniencias monetarias.
1—PISTO = Dinero en El Salvador; 2—QUINIMIL = Incontable
Este Credo propio de ladrones y asesinos guanacos narcotraficantes, es tan verídico y está hasta más claro y extenso que el credo cristiano impuesto en el Concilio de Nicea en año 325dC.
ResponderEliminarFelicidades, Don Chichipate Cañaverales; sin embargo, debo sugerirle algo: adopte otro seudónimo; pues, mi señora esposa con nuestras dos hijas mayorcitas y solteras, lo imaginan a Usted como a un enfermito alcohólico haciendo la cabuda con otros similares para comprar el trago de alcohol naftalinado de farmacia o 'zangolote'; para luego ir a velar o rebuscar un bocado en basureros municipales; asimismo, a buscar su puesto nocturnal en portales de La Dalia.
Yo sé, por medio de don MRAL y otros, de que Usted es Doctor en Medicina y Cirugía, con 10 años de estar jubilado; que pertenece a cierta Honorable familia tecoluquense y que está muy bien casado con ex señorita vicentina de apellido Cornejo; y que, sus cuatro cultivadas hijas están muy bien casadas con caballeros extranjeros de Europa y México.
Además, también me han contado de que Usted, durante estos 10 años de jubilación, pasa largas jornadas cotidianas escribiendo reflexiones, poemas, novelas, cuentos y/o leyendo sobre filosofía e historia; sin embargo, insisto: firme con sus ilustres nombres y apellidos, o cámbiese el seudónimo para no parecernos un bolito pedigueño y soñador. Gracias, Doctor.
Todo narcoarenazi, incluyendo al azolapado, o sea aquel que comulga a diario y se confiesa una vez cada sábado y finge hacer actividades festivas para comprar menesteres básicos a asilo de ancianos o casa de huérfanos; pero que, adultera contenidos de calidad en mercaderías diversas a la venta; o en pesas y medidas, o ventas con viñetas vencidas, etc., hasta a esos hipócritas o pérfidos les cae al pelo este juramento o credo del Guanaco Narcoarenazi.
ResponderEliminarEntre curas, obispos, pastores, pastorcitos, con biatos y biatas en general, abunda el "narcoarenazirismo"; pues ellos, falsos apóstoles de Jesucristo, al aterrorizarte con el inexistente infierno eterno católico o protestante, te están extorsionando para ellos y sus concubinas vivir en el paraíso terrenal que les da la Viagra, el tabaco y el alcohol refinados.
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