Por Chichipate Cañaverales
Isla de Cubita es/ inmenso Caimán dormido
sobre glorioso presente/ con futuro esclarecido;
pues se encuentra liberado/ del torpe capitalismo
desde hizo ya medio siglo/ —en el año dos mil nueve—.
Este Caimán tropical/ en el mapa ni se mueve;
pero en su gran corazón/ se derrama el Socialismo
a borbollones clarísimos/ para todos sus hermanos
de inerme Latinoamérica/ más resto de los humanos
quienes sufren dentelladas/ por codiciosos atroces
del llamado primer mundo/ en el hemisferio Norte
de esta parte occidental/ del despotismo, consorte;
donde los lobos hambrientos/ se han vuelto aún más feroces.
Pero el Caimán Elegante/ con su Bondad infinita
dada por once millones/ de Cubanos, a nos quita
toneladas de ignorancia/ y males en la salud;
pues con sus sabios maestros/ y excelsas brigadas médicas
el Bondadoso Caimán/ con sus acciones inéditas
nos dona Felicidad/ pese a tanta ingratitud.
Sus setenta mil o más/ médicos de gran Sapiencia,
con atletas y mentores/ vienen a darnos su Ciencia
y a enseñarnos el camino/ correcto de la hermandad.
No el camino atarantado/ de explotación por codicia
que dan estadounidenses,/ reyes de vil avaricia
por ser tigres de papel/ y ogros de la Humanidad.
Tu cola, Caimán Heroico, / está en las fauces del Golfo
de México, moribundo/ por derrame de petróleo.
Península de Florida/ es colmillo amenazante
cual pérfido tiburón/ contra sardinas de Arévalo*;
pues los Estados Unidos/ tan oscuro, más que el ébano,
quisiera darte el zarpazo,/ un zarpazo de maleante.
Frente a tus ojos de saurio/ do está Santiago de Cuba
pareces amenazado/ por hambrienta barracuda;
representada en el croquis/ por Haití y Dominicana.
—Quizás en siglo dieciocho/ Francia pretendió robarte
de la corona española/ por ser tú, obra de arte—.
Entonces, te saludamos/ ¡por tu edénico mañana!
que te costó medio siglo/ para echar sólidas bases
a pesar de la agresión/ del imperio y sus secuaces.
Este veintiséis de julio —calendario dos mil diez—
saludamos a tus Héroes: / desde Haydee Santamaría,
Camilo y el Che Guevara./ Miles, con probada Hombría,
llegaron hasta el Olimpo/ dirigidos por FIDEL.
Por eso aquel veintiséis/ de julio en cincuenta y tres
nosotros lo celebramos/ como si hoy fuese el ayer
cuando el ataque al Moncada/ pareció ser un fracaso;
pero aquella muchachada/ organizada por CASTRO
sembró primera semilla/ para vencer al padrastro
llamado tío Samuel,/ quien ahora está en ocaso.
*Arévalo Bermejo, Juan José: Gran Presidente Constitucional guatemalteco (1944-50), autor de “El Tiburón y las Sardinas”.
El Salvador, 23 de julio de 2010.-