¿MONUMENTO? AL HERMANO LEJANO
Por Chichipate Cañaverales
Parece ser: fue cierto alcalde capitalino, narcoarenazi con ínfulas de “rey sol” o “caldo de ron” para mejores señas quien, a mediados de años 90’s del XX, ordenó construir ese mamotreto en forma de herradura de no tan buena suerte, tratando, —decía el alcalde cachetón—, de honrar a nuestros conciudadanos: mujeres y hombres, incluyendo hasta preadolescentes aún escolares; todos deslumbrados a causa de espejismos capitalistas inalcanzables, quienes por el “inmenso amor” demostrado a El Salvador cuando emprenden, con “indescriptible entusiasmo” ¿? tan agradable ¿? odisea buscando tierras septentrionales o falso edén llamado EUA, sin importarles ser atropellados y en alto porcentaje asesinados por delincuentes: chapines, mexicanos y racistas gringos, antes o después de haber cruzado ríos: Paz, Suchiate y Bravo o Colorado. Terminado tal mamotreto, el nieto del genocida “Chaquetilla” tropezó con enorme problema: ¿con cuál nombre bautizar a semejante chulada?... Entre ediles o concejales narco-escuadroneros encontraron la frase adecuada por despectiva o humillante: MONUMENTO AL HERMANO LEJANO.
Con tan hipócrita o pérfido bautizo, más parafernalias periodísticas serviles: escritas, televisivas y radiales, dicho remedo de monumento fue inaugurado; siguiendo, hasta ahora, con vil desfigurada propaganda… (¿…?)… Porque no es elogio sincero de tantos repugnantes narcoarenazis: ladrones descarados de todo cuanto puede ser hurtado o robado, —con beneplácito de sus amigotes mal llamados halcones, norteamericanos sionistas, cuya cabeza más visible es “Jorge Arbusto hijo”, genocida éste de: Nueva Orleans (Katrina), Bagdad y Kabul; además, sicario frustrado en: Caracas, La Habana, Managua, La Paz, Quito, Pyongyang, Teherán, Moscú, Beijing, y más, por ser, sionismo gringo, el peor enemigo de la Humanidad.
Cuando Chaquetón Solípedo (burro), —ahora posible dueño de uno o más barrilitos con pisto—, o su sucesor: un tal “valiente” de mentira y calvo, actual diputado narcoarenazi, no soportaron críticas acres de izquierdistas ilustrados o pensantes por abominable frasecita cursi sobre herradura de mala suerte, decidieron cambiar la frase, pero no demoler el tosco zapato equino, llamándole, desde entonces: “Monumento al Hermano Cercano” o “Hermano, Bienvenido a Casa”, ridículas por despectivas, como otras tantas ignoradas adrede por este artículo. No obstante, otras municipalidades capitalinas, casi todas del FMLN, no han acordado demoler dicho adefesio, insultante para nuestra salvadoreñidad desvalida por culpa principal de infernales 60 años soportando tiranías militares o jaurías al servicio exclusivo de oligarquías nacionales y extranjeras (1931-89); agravados más con 4 lustros (20 años) de conscientes desaciertos de 4 alibabás y sus 160 ladrones narcoarenazis (1989-2009).
Descaros narco-areneros están a la vista hasta de ciegos, rayano en blasfemia no religiosa al erigir monumento a tres millones y medio de Jaguares y guanacos desterrados por voraz neoliberalismo: —33% de la población engendrada y parida en este ahora “Vulgarcito” de América—. Valientes Jaguares exiliados por razones políticas, culturales e ideológicas, no emigraron hacia EUA, sino hacia otros destinos: europeos, australianos y canadienses, donde están haciendo honor al felino maya que les identifica. Guanacos no cultivados debido a seculares injusticias sociales, y acorralados en todo sentido por 500 símiles arenarcos quienes, mientras camélidos deslumbrados por el sueño americano o pesadilla, se fajan trabajando dobles turnos allá (16hrs); acá, enriquecidos ladrones más guanacos capitalistas empobrecidos, —pues el capitalismo es doctrina tan bien metida hasta en cerebros mendigantes—, están cuales buitres o chacales hambrientos esperando tantos dolorosos dólares verdes para seguir enriqueciéndose a costillas del guanaquillo empobrecido por consumismos despiadados, propagandizados por: radio, tv, prensa escrita, rótulos exagerados en calles y carreteras, etcétera; creando necesidades urgentes inexistentes en gente sin oficio ni beneficio, como es el teléfono móvil en manos de quienes no tienen ni petate en que caer enfermos; o, consumiendo comidas y bebidas chatarra, tales son: aguas carbonatadas saborizadas y endulzoradas con químicos cancerígenos, café y coca; más carnes de 4ta categoría al ser producidas rápido con hormonas sintéticas para apurar crecimiento de: pollos, gallinas, porcinos, bovinos, ovinos, y peces en estanques; asimismo, comprando vestimentas de marca para emular a “ricos y famosos”. Por supuesto, nuestro campesinado, ahora vuelto pueblerino arrabalero en tugurios más bajeros, sobre todo en periferias norte y nororientales; sur y sudorientales del Gran San Salvador, con agravante de ser población joven, casi analfabeta real y virtual, especializada sólo en consumismo neoliberal. Ellos creen darse lujo supremo al ser estafados por consumir carnes degradadas y caras (todo lo que no sirve es caro) de las diversas marcas en: pizzas, hamburguesas, pollo frito y un almuerzo japonés de nombre impronunciable.
Nuestros ilusos ricos hermanos lejanos en USA, —pues honesta riqueza puede estar primero en el cerebro antes de llegar a bolsillos—, a pesar de sus relativos bajos salarios gringos, porque sólo perciben 50% de sueldos pagados a sus pares estadounidenses, cada año están enviando entre 3 a 4 mil millones de dólares dolorosos, a fin de mantener consumismo de sus banales parientes; pero, cuando por uno u otro motivo el Hermano Lejano camélido es encarcelado o deportado de EUA, de manera automática la Injusticia guanaca le aplica el sambenito de MARERO; ofreciéndosele, al nomás llegar al aeropuerto internacional Comalapa, cárcel o muerte arrabalera por medio de escuadrones asesinos, sicarios mantenidos activos por altos dirigentes del narcotráfico internacional y delitos conexos o colaterales; en cambio, Jaguarcitos, damas y caballeros, emigrantes por razones: estudiantiles, profesionales, artísticas, culturales, científicas e ideológicas, dan orgullo a El Salvador… Cosas veredes, Sancho amigo.
San Salvador, 23 de septiembre de 2010.-