TERRORISMO JUDEO-CRISTIANO
Por
Ramón F Chávez Cañas
Hace
aproximados seis mil años, ─límites finales de prehistoria─, Mesopotamia y
comarcas vecinas a ríos Tigris y
Éufrates: Iraq, Irán, Afganistán, Siria y más, estaban iniciando actual y
depravada “cultura” occidental. Aquellos sumerios o persas tuvieron necesidad
espiritual de invocar a un ser protector quien les protegiera de calamidades
naturales y de supersticiones inexplicables entonces para ellos; además de
bendecirles cosechas de incipiente agricultura con rebaños de ganado lanar y
camélidos. Esos pueblos, aún nómadas
entonces, vecinos entre sí, vivieron en relativa paz; teniendo, cada uno, su
dios o dioses regionales, incluyendo a diosas.
Confines
de la Historia mencionan a cierto sabio rey de esa época llamado Hammurabi y a filósofo
grandioso de nombre Zoroastro o Zaratustra; éste, adorado cual dios hasta por
posteridades actuales, según narra el Filósofo alemán del siglo XIX, Friedrich
Nietzsche, en su libro “Así habló
Zaratustra”. Entre decenas o centenares de ídolos o dioses estaban:
Marduck, inventado o resucitado por rey Hammurabi; Baal, divinidad mayor en
actuales tierras palestinas. Poco después de esa época babilónica o persa, hace
cuatro o cinco mil años ascendieron o fueron creados aquellos múltiples dioses
y diosas egipcios: Isis, Ra, Amón, Tot, Osiris, Horus, etcétera, quienes
permitieron gobernar en paz a múltiples faraones sobre aquel pueblo africano
asentado en ambas márgenes desde Alto Nilo hasta delta del mismo sagrado río; además,
nebulosos clanes astados o tribus asentados en: Península Escandinava, norte
Euroasiático y confines continentales desconocidos por Homo sapiens mesopotámico y mediterráneo.
Dichos
pueblos primitivos, casi prehistóricos, en sus inocentes fantasías concibieron
diversos paraísos terrenales y celestiales; distintas creaciones del universo
conocido por ellos; diferentes diluvios universales como el diluvio azteca en
actual México; variopintos adanes y evas construidos con diversos materiales
como heces fecales humanas defecadas sobre la Tierra por habitantes del paraíso
celestial de primitivos persas, ─según escribió el Filósofo alemán Emmanuel
Kant allá por finales del siglo XVIII─; o, como el maíz, antojado por Mayas en
su "Popol Vuh" libro sagrado de
ellos, etcétera. Más otra serie de fantásticas creaciones con nombres y
apellidos, que en castellano son impronunciables ni escribibles, al ser poco
recordadas o del todo ignoradas por inmensas mayorías más interesadas en mal alimentarse
a diario y reproducirse a como dé lugar sin importar genética, según teoría del
mismo Emmanuel Kant. Estos estudios profundos de Ilustrados Europeos desde hace
300 años, nos dan pie para afirmar: mitologías o mentirillas divinizadas aún en
boga para sectas judío-cristeras occidentales, son burdas copias de
antiquísimas supersticiones religiosas en moda miles de años antes de aparecer
Abraham, creador y criador de insipiente1 e incipiente ácido ídolo Jehová; como burda copia es música del actual himno
nacional de El Salvador, plagiado de la ópera “El Profeta” de Meyerbeer.
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Tres milenios más tarde, ─hace ya otros
tres mil para sumar seis desde inicios históricos─, nació en Ur, pueblito
persa, cierto ácido individuo llamado Abraham quien, dominado por codicias avarientas
que lo incomodaban al máximo, decidió emigrar hasta “tierra prometida” por su incipiente creación o Jehová; tierra prometida ocupada, desde
varios milenios hacia atrás, por otros seres humanos de diferentes razas y
credos religiosos, quienes vivían en perfecta armonía con Madre Naturaleza e
ídolos mimados. Tierras ahora conocidas como Palestina y países circunvecinos.
Anciano Abraham con ancianísima Sara, dieron
muestras de repugnante racismo al embarazar aquél a dulce esclava Hagar y
expulsar, aquélla, a la madre egipcia con todo y crío inocente: Ismael: dando así origen
bíblico a la raza árabe que, desde tiempos inmemoriales está sufriendo
embestidas “divinizadas” de los otros descendientes del criminal o ácido Abraham con
misógina2 Sara nonagenaria quien, después de haber
permitido fornicación del Abraham con sumisa esclava Hagar hasta embarazarla, sin
pensarlo dos veces les dio la calle a madre e hijito. Por supuesto: con orejón
consentimiento del agrio ídolo Jehová. Este sarcástico orejón todopoderoso, debió
haberse carcajeado al mirar a nonagenaria Sara arrastrar semejante barriga con
Isaac aún fetal; pues el Jehová, según la biblia, puede hacer hasta mil pelotas
cuadradas, o permitir embarazarse y parir a mujeres centenarias con vagina, útero
y ovarios ya atrofiados. ¡¡Y qué!!
Con
terrorismos jehovánicos inculcados en débil psique o subconsciente de aquellos
tímidos palestinos antiguos, judíos descendientes del Abraham con Sara, poco a
poco fueron adueñándose de aquellos territorios ocupados desde siempre por:
filisteos, amorreos, hititas, medianitas, samaritanos, macabeos, cananeos y
más; exceptuando algunos breves períodos cuando estos judíos sionistas fueron
esclavizados por Nabucodonosor, algunos faraones egipcios y varios emperadores
romanos; no obstante, mil años después de estar en vigencia tal biblia y, 800 años de ser efectivas tantas
draconianas leyes del Moisés, algunos judíos no tan sionistas (no extrema
derecha religiosa y ni política), trataron de reformar desfasados códigos
mosaicos, ─siendo último reformador frustrado el Filósofo judío de origen portugués
nacido en Países Bajos: Baruch d’ Spinoza, quien hará alrededor de 370 años, al
abogar en pro de reformas, casi es asesinado en Ámsterdam por órdenes del
Sínodo Judío Holandés; debiendo retirarse a cierto pueblito neerlandés, donde
sobrevivió puliendo lentes para telescopios. Esto ocurrió a principios de SXVII
(1662), 28 años posteriores a fundación de ciudad San Vicente salvadoreña.
Al no
poderse reformar semejante adefesio tiránico, apareció, en Israel, ─año uno
post Cristo─, la secta judía Esenia, al parecer liderada por el joven
Jesucristo. Este muchacho, de 30 primaveras entonces, abogó por reformas
sustanciales al código de marras. Tres años más tarde, sacerdotes, fariseos,
escribas más poderes imperiales de Roma, lo asesinaron con clavos sobre dos
maderos en cruz, previo a salvajes torturas corporales inenarrables con
humillaciones morales máximas, acusándolo de blasfemo y traición a poder
imperial romano. Esenios sobrevivientes continuaron el trabajo de zapadores
durante aproximados 300 años más. A primitivos zapadores ahora se les conoce
con el mote de “apóstoles”. Tales subversivos doctrinarios poco a poco se
extendieron por principales territorios imperiales, hasta llegar a Roma,
corazón del mismo imperio.
Debido a
contenidos doctrinarios en papeles o papiros llamados Evangelios, sobre todo
con aquella bonita frase: “Amaos
los unos a los otros como yo os he amado”, hasta personas no judías, pero
esclavas sumisas a Roma como Espartaco, abrazaron tales nuevos postulados; pues
nunca imaginaron que esas dulces palabras quedarían, hasta hoy, sólo en el
papiro. ─Mahatma Gandhi, en 1946, al ser preguntado al respecto sobre tal
teoría cristiana, dijo: “El cristianismo
es doctrina sublime, lástima que nadie está cumpliéndola”─. Claro: durante
325 años de persecución anticristiana, aquellos esclavizados ciudadanos del
mundo antiguo, encontraron músculos para huir a tiempo y sándalos para mitigar
heridas anímicas; pero, al serles elevado Jesucristo a categoría de dios
supremo de aquel amenazado y decadente imperio, pronto se insuflaron de
soberbias codiciosas y avaras, empezando a asesinar, durante mil o más años (500
a 1800dC), a quienes no daban total crédito a tantas torpezas predicadas por la
biblia. Filósofos, incipientes científicos, artistas, y hasta curas progresistas
como Jerónimo Savonarola (1452-98), de inmediato fueron acusados de herejes y mandados
a ejecutar en hogueras atizadas con leña verde. Gracias a Napoleón Bonaparte,
quien en 1804 secuestró importantes archivos vaticanos, ahora sabemos algo de tantas
zanganadas que papas, cardenales y curas en general, cometieron con torpezas
absolutas contra gente sana, cuyo único defecto fue aprender a razonar con
lógica nunca dogmática como el anciano sabio Galileo Galilei. También a
Benvenuto Cellini (*1500-72†), escultor y orfebre sublime quien, en sus “Memorias” de puño y letra describe
cuánto sufrió al servicio de: dos papas, muchos cardenales Medici y noblotes,
cuando lo hacían trabajar de sol a sol (hasta 18hrs consecutivas en veranos
europeos) y no le pagaban ni tercera parte del justo precio.
Sojuzgados,
por medio de armas y crucifijos, aquellas tribus europeas al norte de Río Rin,
oeste y sur del Mar Báltico, lo que ahora es: Alemania, Suiza, Polonia,
Holanda, Bélgica, Gran Bretaña, Dinamarca, Noruega, Suecia, Finlandia y Rusia,
o pueblos que zánganos cristeros llamaban “bárbaros”; tribus constituidas por
diversas etnias: nibelungos, celtas, suevos, godos, vikingos y más. Entonces el
papa romano se constituyó en rey de reyezuelos; pues él, el papa, ponía o
quitaba a reyezuelos de acuerdo a su libre albedrío, ─como cuando el papa
Rodrigo Borgia o Alejandro VI, en junio de 1494, por medio del Tratado de
Tordesillas obsequió al débil reyezuelo de Portugal, en perjuicio de España,
mitad del continente latinoamericano (Brasil); sin embargo, no pudo mantener
bajo su dominio absoluto a la Alemania de Martín Lutero (1517) ni a la
Inglaterra de Enrique VIII (1537), quienes se negaron rotundos a seguir
diezmando; constituyendo, Alemania e Inglaterra, sus respectivas iglesias o
sectas cristeras nacionales. El papado quiso disfrazar su humillación acusando
al inglés de polígamo quien le pedía múltiples divorcios; y, al renegado
alemán, de no cumplir con el jurado celibato.
Después,
durante tan sanguinaria “santa” inquisición, (500dC a 1800dC), aquellos
reyezuelos europeos ajotados por el papa y, con pretextos de rescatar “santos” lugares, durante 195
años (1095 a 1270dC) en múltiples “Cruzadas” se dedicaron a saquear todo Oriente
Asiático Próximo; no obstante, Paladín Saladino, mahometano puro, humilló al reyezuelo
inglés o Ricardo Corazón de León. Casi mil años después de aquella humillación
supina sufrida por Corazón de León, aparecen hoy: Barack Obama, David Cameron, Nicolás Sarkozy, Silvio Berlusconi, Zapatero
y una réyesela danesa, ---sin permisos papales, por supuesto---, están tratando de
revivir aquellas agresiones saqueadoras que en nombre de la “divina” democracia
neoliberal o plutocracia3, están tratando de agredir a Siria e Irán,
después de haberse ensañado contra Libia de Muhammad al Gadafi; pero se están haciendo así ¡ve!
¡Mírame la seña!
Al no
poder seguir saqueando tesoros del Próximo y Mediano Oriente Asiático, en
especial petróleos, estos porcinos cristeros europeos, siempre se han dedicado
a matarse entre sí para robar y robar más tierras y esclavos de la gleba a
noblotes menos fuertes. Fue así como Europa, durante casi 1500 años hasta
ahora, ha cambiado fronteras como quien se cambia calzoncillos, calcetines o
sostenes femeninos cada día. Al mismo tiempo, junto con estadunidenses
sionistas, ha agredido, continúa agrediendo y robando tesoros invaluables como
en Bagdad, a pueblos extra continentales no cristeros ni sionistas. Escoria
gringa fue quien, en 1837, mutiló a México; de 1898 al 1958, trató de mutilar a
Cuba. Durante todo el XX, ha saqueado a toda América Latina; lanzado dos bombas
atómicas al Japón; pero se ha hecho así, ¡ve!, con Corea del Norte, Vietnam
Heroico, la misma Cuba, China Continental, Rusia e Irán; Venezuela, Bolivia,
Argentina, Nicaragua, Brasil, Ecuador y más.
Guerras
europeas, incluyendo dos mundiales, se han dado sólo entre judíos-cristeros;
obligando a todo el mundo occidental a creer tantas patrañas favorables a
ellos, difundidas por medio de mentirosa prensa escrita, radial, televisiva y siempre
en genuflexión; como cuando dinamitaron aquellas dos torres neoyorkinas para
poder agredir impunes a Afganistán; luego, con calumnias sobre armas para
destrucción masiva, hallaron pretextos para atacar a Iraq y asesinar a Saddam
Husein, como poco después con brutalidad indescriptible asesinaron a Muhammad
al Gadafi y a Osama bin Laden. Torrijos Herrera de Panamá; Allende Gossens
chileno; Árbenz Guzmán guatemalteco; Zelaya Rosales hondureño, Romero Galdámez, Prócer Salvadoreño; e incontables
más, fueron purgados por cristeros sionistas estadounidenses.
Si en uno de estos próximos días, Israel
y El Salvador se declararan en guerra, de inmediato, todas aquellas sectas
jehovaneras, mormoneras, tabernaculeras, etcétera que vienen o son enviadas
desde EEUU para anular residuos cristeros españoles o romanos, e implantar en
América Latina al soberbio demonio apodado Jehová, quien cree ser el único dios
verdadero; éstos malnacidos guanacos de inmediato se convertirían en Caballo de
Troya o en Quinta Columna pro sionismo israelita apátrida del capitalismo
neoliberal, encabezados por impostores, traficantes de menores, de aquel templo
tabernaculero en colonia Escalón; y, por todos aquellos pastorcillos en cuyos altares siempre se ve la estrella
celeste de seis picos, el candelabro con siete mecheros, más bandera de barras
y estrellas del criminal amo terrenal sionista neoliberal y/o cristero.
RESUMIENDO: para conseguir dinero fácil,
99% de humanos occidentales se cobijan con ropajes religiosos de farsantes
cristianos y/o jehovaneros, incluyendo a papas y cardenales, quienes estafaron
al orfebre Benvenuto Cellini.
1--- INSIPIENTE = Demente; 2--- MISÓGINA = Aversión contra el sexo
femenino; 3—PLUTOCRACIA = Gobierno de enriquecidos ladrones.-
16 de agosto en 2012.-