RÉQUIEM POR TAUROMAQUIA
Por Ramón F Chávez Cañas
Cuánta pena causan/ todos los toreros
quienes ser queridos/ siempre se creyeron
por asesinar/ al toro indefenso
e irracional/ cuadrúpedo astado.
Ufano torero,/ sicópata, pienso,
es más animal/ que el buey no castrado;
pues recio rumiante/ antes de ir al ruedo
sufre crueles tratos. / Describir no puedo
tan ruda barbarie/ de hombres contra bestia.
Bestia rebajada/ a lo más abyecto
por la súper bestia/ bipedestre, erecta,
en traje ridículo/ de payaso tuerto.
Tan noble animal/ de doce quintales
o rey de rumiantes/ dentro de corrales,
durante la víspera/ de torvo espectáculo
lo topan al cepo/ con cien kilogramos1
—Como al cepo topan/ en el tabernáculo
pérfidos pastores/ a débiles gamos.
¡Cuatrocientas libras2/ durante dos días
el torete carga/ en nuca y rodillas!
Por cien vejaciones/ en nuca cornuda
grosera tortícolis/ le roba reflejos;
pero su conciencia/ con garganta muda
no son escuchadas/ por tantos pendejos;
porque el alma es propia/ de imbécil humano.
Viviente sin alma/ no será su hermano:
Ser invertebrado/ o árbol frondoso,
mucho menos este/ torete de lidia;
porque con la espada/ que clava, él, airoso,
piensa que pöetas/ le tienen envidia.
Al día siguiente/ de víspera amarga
ya sin el suplicio/ de extenuante carga,
es llevado al ruedo/ o arena cadalso,
donde otro verdugo/ montado a caballo
portando cruel lanza, / con orgullo falso
la emprende a lanzazos/ cual furioso gallo.
Torete cansado/ casi no protesta.
Aquel picador/ suspende vil fiesta
y con su alazán/ bien acorazado
busca la salida/ de criminal plaza.
Público nerónico, / por sangre dopado,
gritando su olé/ pide siga farsa.
De inmediato actúan/ dos banderilleros
usando saetas/ con puntas de aceros
y en la nuca del/ animal ya herido
clavan tales hierros/ con furia salvaje.
El animalito, / muy adolorido,
está preparado/ y con equipaje
para darle falsa/ gloria al tauricida,
quien no se acobarda/ por segar la vida
sólo para ver/ su bolsillo lleno
con dineros sucios/ ganado matando
al casi cadáver/ novillo sereno
que dos días antes/ ya estaba boqueando.
De ese dinerillo/ ganado en el circo
romano en Madrid, / Bogotá o en Quito,
mal hembra se prenda. / No del embustero;
pues ese payaso, /con su cuerpo enclenque,
no tiene ni estampa/ de ser un guerrero.
¡Es buitre chinguero/ en rudo palenque!
Después de “verónicas”/ e insignificante
paso fantasioso,/ toro agonizante
se posa cansado/ y ofrece el cogote
al falso campeón/ de aquella corrida.
Este ¿”torerazo”?/ no es ningún Quijote
al matar a res/ ya casi destruida.
Tal héroe de barro/ con capa y espada
se pasea orondo/ frente de la Nada
de aquel animal/ cual Cristo azotado
durante dos días/ junto con sus noches;
sin embargo aquel/ pueblo idiotizado
pide dos orejas. / ¡Yo pido reproches!
Al presumir ellos/ ser “profesionales”
graduados de escuelas/ jamás especiales
para enseñar “ciencia”/ de la tauromaquia,
quieren superar/ a cien mil doctores
en Ciencias Humanas, / no en burda magia.
¡Tal complejo pagan/ con sus sinsabores!
cuando pitón del toro/ descerebrado
por salvajismo rudo/ recién pasado
se introduce en el recto/ de aquel farsante
y juega capirucho/ con el bestial,
quien en pocos segundos/ agonizante
llega a sala quirúrgica/ de un hospital.
Mil años no duran/ lacras humanoides.
Sí, los volatines/ sobre trapezoides.
Payasos sin gracia/ como los toreros
están liquidándose/ allá en Barcelona.
En México Lindo,/ estos pordioseros,
caerán temprano/ en la pura lona.
En resto de España/ el tiempo se acorta
y en Latinoamérica/ gruesa arteria aorta
de esa aberración/ llamada toreo
será cercenada/ a muy corto plazo.
Este Réquiem va/ con un jubileo
por el desaforo/ de aquel “torerazo”.
********
En la iglesia están/ los gallos y perros
pidiendo a su virgen/ combata los yerros
de otros humanoides/ armando combates
entre los maridos/ de gordas gallinas,
sólo para ver, / estos aguacates,
brotar sangre fresca/ de aves tan finas.
Los canes cruzados/ para sacar raza
de pelea son/ caos de la crasa
humanidad lela/ siempre guerrerista.
Esta afición burda/ está ya en ocaso;
pues el perro fiel/ no pierde de vista
que el amo del mal/ lo lleva al fracaso.
Pronto cantaremos/ “Te Deum Laudamos”
por liberación/ de todos los damos
de nuestras gallinas/ ponedoras, indias.
También de los cánidos, / fieles compañeros
de perritas grandes, /o chicas y lindas.
¡Frente al can y al gallo/ bajemos sombreros!
Ni españoles Vates3 / ni americanos
nunca han reprochado/ a estos bausanos;
ni los novelistas/ tampoco cineastas.
Estos son negocios/ redondos de mafia:
ver al animal/ doblegar sus astas;
mientras el mafioso/ bebe sangre y rabias;
las rabias de Aedos4 / quienes protestamos
por asesinato/ de humildes hermanos:
gallos, perros, toros, / en cuyas hormonas
la Madre Natura/ señaló otros fines:
salvar de agresores/ a propias madonas
y esparcir genética/ por ocho confines.
Debe ya acabarse/ esa tauromaquia;
debe fenecer/ la otra “perromaquia”.
Y asesinatos/ de gallos tan finos.
Es mejor pensar/ en El Coliseo.
Berlusconi y Sarkozy, / ambos cochinos,
Cameron y Obama, / dueto re feo,
enfrentarse debieran/ par contra par
en foso milenario, / y Muammar
Gadafi debe darles/ tiro de gracia;
Rodríguez Zapatero/ debe ser árbitro
—por ser dueño de toros/ para desgracia—.
¡¡Aedos gozaremos/ todo ese ámbito!!
1-- 100kgrs a cada lado de la nuca = 200kgrs = 440 libras.
2-- 200kgrs = 440 libras. Respetando ritmo y puntuación versal, sólo se escribió cuatrocientas.
3-- Vates = Poetas. 4-- Aedos = Poetas.
28 de septiembre en 2011.-