H E
R E J Í A S
Por Ramón F Chávez Cañas
Cuadragésima Primera Entrega
CCLXXXV
Tan pérfidos criminales/
mataron al Indio Aquino,
a Francisco Morazán/ y a Barrios,
José Gerardo;
porque éstos bien se oponían/
al deseo tan bastardo
de personajes hechizos,/ que
con lenguaje porcino
decían sacrificarse/ para
virar mal destino
del Ser centroamericano,/ un
pueblo además gallardo;
pero estos torvos matreros/
con colmillos de leopardo,
al Indio, a Morazán/ y a Barrios dieron cruel sino.
Bisnietos de aquellas fieras/
asesinas sin conciencias,
en pueblitos y ciudades/ hoy
levantan monumentos
en parques, plazas y calles/
para honrar a eminencias.
Si Jesucristo volviese,/ en estos mismos momentos
predicando fervor sano/ para
prójimos y Ciencias,
hoy mismo lo clavarían/ con
más horribles tormentos.
CCLXXXVI
Por ello afirmo con énfasis:/
Monoteísmo ha perdido
su esplendor de aquellos
siglos/ primeros de cristiandad
antes del Primer Concilio/
de Nicea. Gran verdad:
Constantino lo ocupó/ en su
imperio malherido.
Luego, por quince centurias,/
credo se volvió podrido
y podrido continúa/ hasta en
nuestra actualidad.
Culpables son ambiciosos/
sin importarnos edad:
jóvenes, viejos, ancianos,/
a Jesucristo han hundido.
Futuro del cristianismo,/
así como van las cosas,
declinará hasta el final/
antes de trescientos años.
¡Cuánta lástima nos da/ ver
declinar tan preciosas
enseñanzas de un Maestro,/
quien quiso evitarnos daños!
Jesucristo
ha
fracasado/ por predicar a raposas.
¡Busca, Señor, más planetas!/
¡Ya no sufras desengaños!
CCLXXXVII
Don Saramago, José,/ literato portugués,
en año noventa y ocho/ de
último siglo cristero
recibió/ el Premio Nobel/ por sencillo y muy
sincero
al escribir sus novelas/ y/
ensayos, a la vez.
José
Saramago dice:/ Soy ateo sin querer
menospreciar al creyente/
cuando éste no es embustero
y, aprecia al semejante/
como a sí mismo, primero.
José
Saramago es/ literato de valer.
Una prueba contundente/ de
inexistencia de dios
dice ser “magna” presencia/
de asesina especie humana.
¡Cromañón aniquiló/ a su
par: el Neandertal!
Y continuó aniquilando/ a
dos pueblos del Japón
y sigue matando humanos/ de
religión musulmana.
¡Iahvé no es dios justiciero/
por crimen tan garrafal!
CCLXXXVIII
No hay ateos verdaderos:/
ése fue insulto pasado
para así justificar/
azotinas y fogones
donde moría esqueleto,/ pero
jamás ilusiones
de libertad efectiva/ para
humilde esclavizado
por arcabuces monárquicos/ e
infiernos del papado.
Si tú niegas a Iahvé/ cual
dios de ricas naciones,
si no aceptas a Jesús,/ como
dios sin tentaciones,
o si dices que es Alá/ otro
diosito inventado,
fanático atacará/
defendiendo a su dios propio.
Si niegas al dios judío:/
musulmán ni se mosquea;
si atacas al dios Alá:/
Mahoma te descabeza.
Si dices que religiones,/ de
pueblos han sido opio,
te llamará comunista,/ y si
puede te saquea
dejándote en puros cueros./
¡De cristero, esa es viveza!
CCLXXXIX
Ateo, según el torpe/
creyente monoteísta
es quien no acepta a su
dios,/ a su dios particular;
pero si acepta a Jesús/ al
edén puede llegar;
no obstante, no llegará/ si
el ateo es comunista.
Al dios nacional hebreo/ adorado
por sionista,
el neoliberalismo/ lo está
queriendo zampar
desde territorio gringo,/
ensalzando a Jëhová
en boca de sus testigos:/ ¡secta
tan corta de vista!;
mas, para gente sensata,/
ateo nunca ha existido.
Todos sabemos: hay dios/ o
dioses en todas partes.
Dioses o dios natural,/
creador de Ciencias y Artes,
autores de Evolución/ dándole esmerado cuido;
inspiradores del sabio/
inglés de rostro curtido
llamado Carlos Roberto,/ cuyo apellido fue Darwin
CCXC
A imagen y
semejanza, —según tal texto “sagrado”—,
el Adán, —no Eva—, tú y yo,/
de barro crudo cualquiera,
sin separar impurezas/ ni
mojarlo tan siquiera,
cierto anciano barbuchín,/
dándonos su aire expirado
nos donó cara existencia/
por ese hálito exhalado.
Monóxido de carbono,/ ya
existente en esa Era
más un bacilo de Koch,/ a
tan tierna primavera
ese ilustrado señor/ les
dejó contaminado.
Además, también nos dio/ sus
iras el dios Iahvé,
aquel dios que sin pensarlo/
por un segundo, tal vez,
paró al Sol para seguir/
asesinando al hermano;
pues semejanza e imagen/
debió darse a todo humano
aplicados con rasero;/ pero
al criminal Josué
el Jehová desvergonzado/
pronto le tendió la mano.
CCXCI
Si un dios de cualquier
creencia/ de pronto parase al Sol
a pedido de doctores/ para
heridas suturar
o a cualquier enfermo tísico/
su caquexia aminorar,
o, a niños desnutridos/
darles, al menos, atol,
ése sí merecería/ ser
llamado nuestro Dios
por clara misericordia/ de
su poder celestial
y no del hebreo aquel/ con
instinto criminal
favorable sólo a vil/ etnia
que a Jesús mató.
Se ve tan claro por real/
imagen y semejanza
de don Jehová con Caín,/
Hitler, Truman, Pinochet
más billones y billones/ de
primitivos caínes.
Si Iahvé asesinó/ por ira o
por cruel venganza
hasta niños no nacidos/ tal
cual reza aquel clisé,
se comprende a perfección:/
Iahvé y el hombre son ruines.
CCXCII
Reflexionando al respecto/
sobre conducta agresiva
del Cromañón cavernario/
contra débil Neandertal,
ambos, según textos
bíblicos,/ hijos del dios Jëhová,
se comprende de una vez,/
sin navegar a deriva
que imagen y semejanza/ con
ese dios de la biblia
embustero, acomplejado,/ de
ribete criminal,
pues semejanza e imagen/ es
comparación cabal
con tal dios monoteísta/
enemigo de familia
filistea o cananea,/
despojadas de sus tierras
por judíos inventores/ de
ese dios monoteísta
creador, también protector/
de los Caín con sus guerras.
Por tanto aquel sinvergüenza,/
en primer lugar sionista
se siente muy protegido/ al
robar llanos y sierras
a palestinos actuales/ sin
buen futuro a la vista.
C
O N T I N U A R Á