Desde aquellos filósofos antiguos, —varias centurias antes de Jesucristo—, hasta hará centuria y media, en mundo occidental autollamado, miraban execrable crimen de esclavitud tan normal que nadie, ni Sócrates ni Jesucristo, nunca lanzaron, al menos, clarísimas palabras de reproche contrarias a explotación “forzada” de un hombre por otro hombre; más bien, muchísimos teósofos, filósofos e historiadores antiguos de renombre, tenían en oprobiosa esclavitud un estado social agradable para dioses nacionales paganos, incluido el dios local Jehová judío: Agar, esclava egipcia al servicio doméstico y sexual de alto personero bíblico judío (Abraham); José, hijo de Jacobo en viejo testamento, adolescente hebreo sabio, vendido cual esclavo por sus malvados hermanos mayores; más una retahíla infinita, imposible de citar con más detalles.
Ahora, en Occidente, esclavitud tal cual se concebía hace 200 años o más hacia atrás, no existe. A partir de industrialización europea y norteamericana anglosajona, tal palabreja ha pasado a la historia; pero sólo tal palabreja, pues esclavismo real se ejerce desde otras connotaciones del lobo mayor humano contra cordero también humano. Mejor dicho: sólo maldita palabreja ha sido archivada, o empleada en poemas amorosos, bucólicos y religiosos. Descubrimiento y domesticación del vapor de agua abrió puertas a Era industrial actual. Usos de combustibles fósiles o hidrocarburos, potencializaron la industrialización. Por fuerzas naturales escondidas descubiertas, millones de veces más eficaces que fuerzas humanas y caballares juntas, hombre blanco y amarillo prescindió del esclavo africano y de pobres equinos.
Al estudiar a Carlos Marx en 03 volúmenes de “El Capital”, comprenderemos cómo y porqué explotación del hombre humilde en masas, por escasa clase humanoide neo-esclavista, pues ésta roba al obrero neo-esclavizado el 50% de su fuerza laboral; porque el asalariado, en 03 jornadas de 08hrs cotidianas en 06 días semanales gana, con su fuerza muscular, el dinero pagado en una semana; quedándole el resto al capitalista explotador (03 días más) cual ganancia ilegal o moderna esclavitud.
Eso mismo, con algunos diversos matices, pasó en El Salvador desde 1822 al presente, cuando el presbítero católico José Simeón Cañas Villacorta, en su decrepitud achacosa siendo diputado, se presentó a asamblea nacional entonces centroamericana y pronunció cursi discursillo pidiendo abolición de miserable y vergonzoso estado social de inmensa población indígena e indo-africana esclavizada. “Vengo arrastrándome, y si agonizando estuviese, agonizando viniese…” (Sic)… Así se iniciaba tal discursillo del decrépito cura, —incondicional fanático, además, del otro cura falso prócer: José Matías Delgado quien, contra del Vaticano o papado, se había autoproclamado primer obispo del Salvador (siglo XIX; de El Salvador, ahora). También, el tal Delgado, tratando de evitar a toda costa anexión de Centroamérica al naciente y moribundo imperio mexicano de Agustín de Iturbide, se fue, junto a otros lacayos salvadoreños, a ofrecernos como esclavos al naciente imperio de EUA. Gracias a Dios: aquel presidente gringo no les recibió—. Daremos beneficio de la sencillez al anciano Cañas y Villacorta; pero no al resto de explotadores congresistas guanacos de 1822, porque aprobaron semejante solicitud buscando apantallar, ante europeos, ficticia “modernidad” centroamericana; pues tan gloriosa Revolución Francesa, continuada por Napoleón Bonaparte, había abolido de su Carta Magna tan ignominiosa esclavitud reinante en todo el mundo desde antes del dios mesopotámico Marduk, —resucitado y puesto en primer lugar por Hammurabi, rey persa o babilónico, pues Marduk ocupaba último lugar en el sótano divino persa—, hasta Jesucristo de Luises franceses, —elevado éste (325 d. n. E), a categoría de Dios por un abatido Diocleciano, emperador romano al borde del ocaso—. Entonces, el desarrollo de tal decreto antiesclavista sólo fue palabra muerta; mejor decir: aborto incompleto provocado por abortadores sociales cristeros: chapetones, criollos, mestizos o ladinos. Por tanto: “historia oficial” salvadoreña (guanaca) continúa machacando sobre el “primer libertador de esclavitud americana”.
Remitámonos a pruebas contradictorias de esa falacia: 11 años después (1833) del discursillo de marras de1823, nuestro glorioso coterráneo indígena, etnia Nonualca, sub raza pipil de raza Maya: DON ANASTASIO MÁRTIR AQUINO ─(no el “indio Aquino” tal cual, con desprecio, le llama la “historia oficial” salvadoreña [guanaca], injertada desde entonces en programas oficiales de educación nacional)─, desde su nativo pueblito Santiago Nonualco, se alzó en armas; pues ficticia independencia del 15-IX-1821, sólo había sido para españóleles: chapetones, criollos y ladinos afincados cuales buitres en América Central, para este caso; pero, decenas o centenas de millones esclavizados en toda Norte y Latinoamérica, continuaban siendo explotados por viles prepotentes noblotes, curas, pastores, militares, etcétera, de raza blanca y derivados. Poco después de pasada la cintura del siglo XIX (1860-70), pueblos de: Jocoro, San Miguel y Usulután, en Oriente del pequeño El Salvador, y en diferentes fechas, dieron similares levantamientos debido a esclavitud asolapada aún reinante. Alrededor de 1879, clases ladronas dominantes se robaron “Ejidos” y “Realengos”, dejando más esclavizados a trabajadores o peones agrícolas, y en dificilísimas dificultades de sobre-vivencia; pues Ejidos o Tierras Comunales alrededor de todas las ciudades, pueblos y villas (municipios) servían a mansos habitantes para cultivar granos básicos del consumo familiar: Tierras ejidales, antes del robo de 1879, eran gobernadas por municipalidades respectivas. Realengos fueron extensas tierras vírgenes con bosques primarios también vírgenes en costas, volcanes, sierras y mesetas; donde abundaba flora, fauna: mayores y menores. Todos esos bienes nacionales o de la humanidad, fueron a parar a manos de aquellos ladrones oligarcas, quienes, robándose además extensos y virginales Realengos, constituyeron vergonzosos latifundios de escuálidas 14 familias; en cambio, minifundios o Ejidos, llegaron al dominio ilegal de lacayos migueros de oligarquía. 100 años después (1833) del PRÓCER ANASTASIO MÁRTIR AQUINO, —recalcamos—, se produce otro levantamiento similar en Occidente de El Salvador (22-enero-1932), dejando 30,000, al menos, asesinados por jauría pro oligárquica. Adalid de esclavos de entonces fue DON AGUSTÍN FARABUNDO MARTÍ, con sus lugartenientes: Luna, Zapata, Ama, Sánchez, Mármol y más. Desde 1972 ó, desde antes hasta 1992 hubo, tal vez más de cien mil esclavos masacrados al luchar por su verdadera liberación. Prócer Mayor de estas gestas fue: DON ÓSCAR ARNULFO ROMERO Y GALDÁMEZ, auxiliado por siguientes edecanes, también mártires: IGNACIO ELLACURÍA, JUAN CHACÓN, RUTILIO GRANDE, ENRIQUE ÁLVAREZ CÓRDOVA, HUMBERTO MENDOZA, RAFAEL PALACIOS, COSME SPESSOTTO y muchos otros registrados por la Verdadera Historia.
Hoy, 12-octubre-2007, “moderna” esclavitud neoliberal, cibernética, consumista, mediática manipuladora (prensa, radio, tv) continúa campante; mientras “historia oficial guanaca” bien arraigada en tantas pobres mentes seudo históricas y seudo filosóficas, hasta de letrados universitarios salvadoreños de vitrinas, siguen rindiendo cultos, desde Cañas Villacorta hasta Dabuisón* Arrieta, porque los santos clásicos de Roma, desde hace 75 ó 100 años, ya no asustan ni a mongoloides.
Ahora, en Occidente, esclavitud tal cual se concebía hace 200 años o más hacia atrás, no existe. A partir de industrialización europea y norteamericana anglosajona, tal palabreja ha pasado a la historia; pero sólo tal palabreja, pues esclavismo real se ejerce desde otras connotaciones del lobo mayor humano contra cordero también humano. Mejor dicho: sólo maldita palabreja ha sido archivada, o empleada en poemas amorosos, bucólicos y religiosos. Descubrimiento y domesticación del vapor de agua abrió puertas a Era industrial actual. Usos de combustibles fósiles o hidrocarburos, potencializaron la industrialización. Por fuerzas naturales escondidas descubiertas, millones de veces más eficaces que fuerzas humanas y caballares juntas, hombre blanco y amarillo prescindió del esclavo africano y de pobres equinos.
Al estudiar a Carlos Marx en 03 volúmenes de “El Capital”, comprenderemos cómo y porqué explotación del hombre humilde en masas, por escasa clase humanoide neo-esclavista, pues ésta roba al obrero neo-esclavizado el 50% de su fuerza laboral; porque el asalariado, en 03 jornadas de 08hrs cotidianas en 06 días semanales gana, con su fuerza muscular, el dinero pagado en una semana; quedándole el resto al capitalista explotador (03 días más) cual ganancia ilegal o moderna esclavitud.
Eso mismo, con algunos diversos matices, pasó en El Salvador desde 1822 al presente, cuando el presbítero católico José Simeón Cañas Villacorta, en su decrepitud achacosa siendo diputado, se presentó a asamblea nacional entonces centroamericana y pronunció cursi discursillo pidiendo abolición de miserable y vergonzoso estado social de inmensa población indígena e indo-africana esclavizada. “Vengo arrastrándome, y si agonizando estuviese, agonizando viniese…” (Sic)… Así se iniciaba tal discursillo del decrépito cura, —incondicional fanático, además, del otro cura falso prócer: José Matías Delgado quien, contra del Vaticano o papado, se había autoproclamado primer obispo del Salvador (siglo XIX; de El Salvador, ahora). También, el tal Delgado, tratando de evitar a toda costa anexión de Centroamérica al naciente y moribundo imperio mexicano de Agustín de Iturbide, se fue, junto a otros lacayos salvadoreños, a ofrecernos como esclavos al naciente imperio de EUA. Gracias a Dios: aquel presidente gringo no les recibió—. Daremos beneficio de la sencillez al anciano Cañas y Villacorta; pero no al resto de explotadores congresistas guanacos de 1822, porque aprobaron semejante solicitud buscando apantallar, ante europeos, ficticia “modernidad” centroamericana; pues tan gloriosa Revolución Francesa, continuada por Napoleón Bonaparte, había abolido de su Carta Magna tan ignominiosa esclavitud reinante en todo el mundo desde antes del dios mesopotámico Marduk, —resucitado y puesto en primer lugar por Hammurabi, rey persa o babilónico, pues Marduk ocupaba último lugar en el sótano divino persa—, hasta Jesucristo de Luises franceses, —elevado éste (325 d. n. E), a categoría de Dios por un abatido Diocleciano, emperador romano al borde del ocaso—. Entonces, el desarrollo de tal decreto antiesclavista sólo fue palabra muerta; mejor decir: aborto incompleto provocado por abortadores sociales cristeros: chapetones, criollos, mestizos o ladinos. Por tanto: “historia oficial” salvadoreña (guanaca) continúa machacando sobre el “primer libertador de esclavitud americana”.
Remitámonos a pruebas contradictorias de esa falacia: 11 años después (1833) del discursillo de marras de1823, nuestro glorioso coterráneo indígena, etnia Nonualca, sub raza pipil de raza Maya: DON ANASTASIO MÁRTIR AQUINO ─(no el “indio Aquino” tal cual, con desprecio, le llama la “historia oficial” salvadoreña [guanaca], injertada desde entonces en programas oficiales de educación nacional)─, desde su nativo pueblito Santiago Nonualco, se alzó en armas; pues ficticia independencia del 15-IX-1821, sólo había sido para españóleles: chapetones, criollos y ladinos afincados cuales buitres en América Central, para este caso; pero, decenas o centenas de millones esclavizados en toda Norte y Latinoamérica, continuaban siendo explotados por viles prepotentes noblotes, curas, pastores, militares, etcétera, de raza blanca y derivados. Poco después de pasada la cintura del siglo XIX (1860-70), pueblos de: Jocoro, San Miguel y Usulután, en Oriente del pequeño El Salvador, y en diferentes fechas, dieron similares levantamientos debido a esclavitud asolapada aún reinante. Alrededor de 1879, clases ladronas dominantes se robaron “Ejidos” y “Realengos”, dejando más esclavizados a trabajadores o peones agrícolas, y en dificilísimas dificultades de sobre-vivencia; pues Ejidos o Tierras Comunales alrededor de todas las ciudades, pueblos y villas (municipios) servían a mansos habitantes para cultivar granos básicos del consumo familiar: Tierras ejidales, antes del robo de 1879, eran gobernadas por municipalidades respectivas. Realengos fueron extensas tierras vírgenes con bosques primarios también vírgenes en costas, volcanes, sierras y mesetas; donde abundaba flora, fauna: mayores y menores. Todos esos bienes nacionales o de la humanidad, fueron a parar a manos de aquellos ladrones oligarcas, quienes, robándose además extensos y virginales Realengos, constituyeron vergonzosos latifundios de escuálidas 14 familias; en cambio, minifundios o Ejidos, llegaron al dominio ilegal de lacayos migueros de oligarquía. 100 años después (1833) del PRÓCER ANASTASIO MÁRTIR AQUINO, —recalcamos—, se produce otro levantamiento similar en Occidente de El Salvador (22-enero-1932), dejando 30,000, al menos, asesinados por jauría pro oligárquica. Adalid de esclavos de entonces fue DON AGUSTÍN FARABUNDO MARTÍ, con sus lugartenientes: Luna, Zapata, Ama, Sánchez, Mármol y más. Desde 1972 ó, desde antes hasta 1992 hubo, tal vez más de cien mil esclavos masacrados al luchar por su verdadera liberación. Prócer Mayor de estas gestas fue: DON ÓSCAR ARNULFO ROMERO Y GALDÁMEZ, auxiliado por siguientes edecanes, también mártires: IGNACIO ELLACURÍA, JUAN CHACÓN, RUTILIO GRANDE, ENRIQUE ÁLVAREZ CÓRDOVA, HUMBERTO MENDOZA, RAFAEL PALACIOS, COSME SPESSOTTO y muchos otros registrados por la Verdadera Historia.
Hoy, 12-octubre-2007, “moderna” esclavitud neoliberal, cibernética, consumista, mediática manipuladora (prensa, radio, tv) continúa campante; mientras “historia oficial guanaca” bien arraigada en tantas pobres mentes seudo históricas y seudo filosóficas, hasta de letrados universitarios salvadoreños de vitrinas, siguen rindiendo cultos, desde Cañas Villacorta hasta Dabuisón* Arrieta, porque los santos clásicos de Roma, desde hace 75 ó 100 años, ya no asustan ni a mongoloides.
*Dabuisón = Corrupción idiomática de apellido francés.
