H E R E J Í A S
Por Ramón F Chávez Cañas
Vigésima entrega
CXIII
Carlos Roberto Darwin, / en siglo diecinueve,
visitó a islas Galápagos, / tierras ecuatorianas,
encontrando diversas/ especies: las iguanas,
cormoranes, tortugas/ y otra fauna más leve;
también exuberante/ flora a la cual le llueve
bonanza de Natura/ por noches y mañanas
desde enero a diciembre: (cincuenta y dos semanas),
e inspirando su ingenio/ como todo hombre debe.
Varios años más tarde/ salen a luz del mundo
sus colosales obras: / “Descendencia del Hombre”
y la más importante: / “El Origen de Especies”.
En estos doctos libros/ de un cerebro fecundo
este inglés pone en alto/ su minúsculo nombre.
Entonces, carroñeros, / le dijeron: no arrecies.
CXIV
En Génesis hebreo, — ¿lo escribió el tal Moisés?—,
presentan la semilla/ de ufana blanca raza.
Moisesito judío/ con pinceles se traza
al ser de facies arias/ con similar mujer.
En cinco o seis milenios/ ubícase al edén
y al origen del mundo/ por teosofía escasa.
Quien diga lo contrario/ jamás al cielo pasa
y será pobre súbdito/ del voraz Lucifer.
Con rara teosofía, / torpe por aberrante,
sacerdotes cristianos/ quisieran sojuzgar
avances tan científicos/ del humano brillante.
Esos necios sujetos, / también sabelotodo;
con una biblia en mano/ pretenden ensalzar
ignorancia y malicia/ de aquel patriarca beodo77.
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77PATRIARCA BEODO: Lot (Génesis 19, 30-38). |
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CXV
Si todo vil pedestre/ viene de Adán y Eva;
si libro Descendencia/ del Hombre estaba errado;
si estudiar el Origen/ de Especies es pecado,
hoy os preguntaré/ sin que a pecar me atreva:
¿Por qué existen los negros?/ Esta es sólida prueba.
¡¡Mi dios todo lo puede!! —Reinsiste el desalmado—.
¿Por qué existen cobrizos/ de ese color ahumado
y amarillos asiáticos/ desde Era de la cueva?
Evolución del mundo/ con todas sus criaturas
es hecho tan patético, / no se mira negruras
inventadas por torvos/ desde los Paleolíticos.
Dios lo ha querido así, / pues Él es Matemático
permitiendo al humano/ sin cerebro traumático
descubrir tal misterio/ vedado a paralíticos.
CXVI
Él es Omnipotente, / no necesita espías;
Él es Omnipresente, / prescinde de ministros;
Él es gran Omnisciente, / quien guarda sus registros
en fiel computadora. / De más están arpías.
Ni a serafín, ni a un ángel, / ni a cien santas lucías
necesita Buen Dios/ para vernos ya listos
a cumplir sus designios/ más sencillos o mixtos
sin presiones bastardas; / con sanas alegrías.
Por tanto: rufiancetes/ llamados teosofistas
no tienen potestad, / pues son tëo-esclavistas;
sanguijuelas y tábanos/ del haragán humano.
Gran Teología está / toda en el Universo;
las palabras de Aquél / nunca tendrán reverso.
Él es Ciencias Inmensas/ y no sucio marrano.
CXVII
Diezmos entre cristianos, / siempre es un diez por ciento
de salarios con hambre/ pagado a proletarios.
Esta tributación/ no admite comentarios
pues es tributo al dios/ de carácter violento.
Con ese porcentaje/ carente de argumento
para hacerse menor/ en tiempos tan precarios,
pastorcillos alegan, / con lenguajes de saurios,
ser una ley divina, / de allá, del firmamento.
Basta décima parte/ del escaso salario
debe ser entregada/ a muy necesitados
de nuestras vecindades: /nuestro hermano más próximo.
No demos al pastor/ ni mínimo denario.
Él debe trabajar/ con sus miembros sudados.
Entonces, él será, / con orgullo, tu prójimo.
CXVIII
Cristianos evangélicos, / católicos romanos,
budistas del Oriente/ con gente de Israel;
en fin, cien religiones, / cual torres de Babel,
todas, sin excepción, / incluyendo a anglicanos;
con diferentes lenguas, / con cerebros enanos,
pretenden ingresar/ a tan mítico edén
y liberarse así/ del peludo Luzbel
para gozar sinfín/ de aquellos mundos vanos.
Y en loco frenesí/ también se auto flagelan;
se imponen cruel ayuno, / restantes se desvelan
sedientos en llegar/ a compartir tal gloria.
Sin embargo, no cumplen, / irrespetan a otros
seres de esta Creación. / Ellos son unos potros
coceando a mundo entero./¡Estudiemos Historia!
CXIX
Mas, su apego a la vida/ terrenal es inmensa.
Nadie quiere morir/ de muerte natural,
mucho menos de muerte/ por mano criminal
llegando a buscar brujos/ con idea tan mensa.
Cuando escuchamos radio, / vemos tv o la prensa,
asombran fanatismos/ de esa clase especial:
pocos, de buena fe; / restantes, torrencial
verborrea cansina/ cada día más densa.
Es una paradoja/ pretender paraíso;
temblar frente a huesuda/ cual un siervo sumiso
rogándole dejarnos/ sobre valle de penas.
Para llegar al cielo/ debe morir el cuerpo
después de haber gozado/ cual asqueroso puerco
pidiendo ruin perdón/ para evitar cadenas.
CXX
En vez de buscar brujos/ o plantas milagrosas,
o de Vichy78, las aguas, / para seguir viviendo,
debieran apurar/ la cicuta sonriendo
y antes de fenecer, / con Dios, arreglar cosas.
Tú puedes suicidarte/ y gozar de gloriosas
mansiones en edén. / Cuando ya estés muriendo
haz un acto contrito-perfecto y estarás viendo
cómo tu diosecillo/ te abre jardín de rosas.
Cicuta te dará/ varias horas serenas:
tiempo muy suficiente/ para abjurar pecados
y engañar a tu dios, / librándote de penas.
Primero fue aquí, / después sería en cielo
donde tus sentimientos, / sentimientos malvados,
quieran seguir timando/ con turbio falso anhelo.
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78VICHY: región de Francia famosa por sus aguas termales y medicinales. |
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Continuará…