VERSOS
DIVERSOS
Por Ramón F Chávez Cañas
PRÓCERES DE SIGLOS XX Y XXI
EN NUESTRA AMÉRICA
I N T R O D U C C I Ó N
Durante años escolares,/
inclusive en secundaria
nuestros padres y maestros/
nos hablaban de diez próceres;
nos habían inculcado/ gran
respeto a tales viejos
narizones con espadas/ y de
mirada tan agria;
en sotanas, torpes gestos/ de
los romanos procónsules;
con crucifijos enormes/
colgando de sus pescuezos.
Esa visión inefable/ de los
centroamericanos
próceres decimonónicos/
todavía se difunde,
más en meses septembrinos/
con desfiles militares
y estudiantes a la cola/ con
sus cuerpos no lozanos
a pleno Sol tropical/ más una
calor que funde
anatomías enclenques/ en
todos nuestros lugares.
Tales “próceres” no fueron,/
en verdad, libertadores.
Ellos sí, se emanciparon/ de
vil corona española
pues latifundios inmensos/ a
España pertenecían;
pero indios y ladinos,/
bisabuelos labradores
con negros, zambos, mulatos/
quienes a pura pistola
seguirían siendo esclavos/
hasta hoy, en nuestros días.
Un tal José Simeón Cañas,/ guardaespaldas de un Delgado,
—esto puede consultarse/ en
el tratado de Historia
escrito hace casi un siglo/
por don Chema Monterrey—,
pues el tal José Matías,/
rebelándose al papado
quería ser arzobispo/ apoyado
por la escoria
y cura José Simeón,/
transgrediendo esa su ley.
El Cañas y Villacorta/ en
Asamblea hizo teatro
cuando aquel último día/
llegó a pedir libertad
para siervitos de gleba/ de tantos terratenientes.
Fue aplaudido a plenitud/ por
diputados. Los cuatro
torpes gatos de Asamblea/
gritaron a saciedad
anunciando a patria entera/
de que ellos eran congruentes.
El tal narizón Delgado/ con
un Manuel José Arce
llegaron a proponernos,/ a
los estadounidenses,
para hacer de nos, esclavos,/
de aquel imperio en bellota.
De nuestra anexión a México/
ellos querían librarse
junto con sus latifundios,/
de los nuevos amanuenses
imperiales de Iturbide/ sin
importarles ni jota.
Décadas han demostrado/ desde
el heroico Indio Aquino
y de muchas rebeliones/
ocultadas a propósito
hasta ya la inocultable/
rebelión del treinta y dos
del siglo recién pasado/
cuando el Martínez porcino
asesinó a treinta mil./ Las
zanjas fueron depósito
para treinta mil esclavos/
víctimas de sinrazón.
La recién pasada guerra/
civil de/ años ochenta
a más de cien mil esclavos,/
incluyendo a tiernos niños,
les mandó hasta los sepulcros/
y a panzas de carroñeros.
El burgués indiferente/
pretende no darse cuenta
pues nunca ha tenido patria/
y jamás tendrá cariños
porque él le sirve a
oligarcas:/ viles ladrones matreros.
Los Próceres Verdaderos/
deben ser seres decentes:
Martí, Morazán, Bolívar,/ Lincoln
y Benito Juárez;
Simón Rodríguez, Miranda,/ y
Augusto César Sandino,
—sólo para refrescar/ a tan
perezosas mentes—.
Entre las tantas mujeres/
está Manuelita Sáenz,
—sólo para rescatar/ algún
cerebro anodino—.
Leyendo a Pablo Neruda/ en su
“Canto General”
descubrimos: él le canta/ a
los Próceres pasados
desde año mil cuatrocientos/ hasta mitad siglo veinte
cuando publicó su libro/ de
contenido genial.
Entonces los pensamientos/ se
nos volvieron osados
pues en más de medio siglo/ ha
nacido mucha gente
merecedora de loas/ por sus
grandes cualidades
en campos de economía/
defendiendo con Justicia;
cultivando Buen Saber,/
velando por la Salud,
fomentando buen trabajo/ en campos
y en ciudades;
combatiendo a holgazanes/
quienes viven de primicia,
exigiendo diez por ciento/
con cara de beatitud.
Además, Próceres son:/ médicos
y cirujanos,
abogados muy honestos,/ más
ingenieros civiles;
dentistas capacitados,/ químicos
y farmacéuticos;
obreros calificados y todos
los ciudadanos
hasta de humildes oficios que
desprecien a los viles,
a ladrones y egoístas, por
principios propedéuticos.
Tan valientes escritores:/
pöetas y narradores
que aborden con entusiasmo/
todo problema social;
—porque pöeta no es sólo/
quien canta a mujer amada,
a paisajitos bucólicos/ y al
amor con sinsabores—.
Mal pöeta es todo aquél/
quien busca la saciedad
cual canario del alpiste
vendiendo su vil jornada.
Los pintores y escultores/
como el Gran Guayasamín
pueden también ser los
Próceres /en este siglo veintiuno
que con pincel o cincel/
denuncian mil tropelías,
o alabando buenas obras/ de
aquel hombre paladín
y dan su ejemplo a los
jóvenes/ en el momento oportuno
para hacer de estos
presentes,/ ciudadanos de valías.
Filarmónicos bien pueden/ y directores de cines,
hacer patria dando ejemplos,/
con su actividad diversa
alabando a personajes/ no por
sucios capitales;
sino a todo ser humano/ que
emplea sesos con fines
de llevar felicidad/ a la
población inmensa.
Todo oficio bien llevado/ nos
hace Próceres reales.
08 de octubre en
2007.-
AGUSTÍN FARABUNDO MARTÍ
En año noventa y tres/ del
siglo décimo nono
en pueblito Teotepeque,/
campiña salvadoreña,
nace Agustín Farabundo/ de un
hogar bien conformado
con padre terrateniente,/
pero cerebro de mono.
─El padre de Fidel Castro/ daba equivalente
seña──.
El niño Farabundito/ creció en
ese marquesado.
Su padre lo castigó/
colgándolo de ambos pies
sobre un foso de escusado/
tal vez por algunos ratos,
pues jovenzuelo/ Martí/
abogaba por los peones
maltratados por su padre/
lanzándoles puntapiés.
Caro muchacho Martí/
ganaba mil alegatos
defendiendo al indefenso/ de
capataces matones.
Llegó hasta Universidad / a
estudiar Jurisprudencia;
mas, allí se convirtió/ al
Partido Comunista
abandonando el estudio/ para
hacer proselitismo.
En mil novecientos veinte,/
al colmarle la paciencia
a los Meléndez-Quiñones,/
familia latifundista,
lo exilian a Guatemala,/
comenzando su ostracismo.
Inicia peregrinar/ de la seca
hasta la meca.
El Partido Comunista/ de los
centroamericanos
funda en año veinticinco./ Un
lustro más tarde funda
PC de salvadoreños./ Luego se
marcha sin beca
a montañas de Sandino/ contra
norteamericanos.
Fue secretario de Augusto/
en esa selva profunda.
En el año treinta y uno/ la
oligarquía derroca
al Gobierno Constituido/ del
Ingeniero Araujo,
colocando a un fantoche/
persecutor de Martí.
Cruel depresión de años
treinta/ hundió a economía loca
de las catorce familias/
desenfrenadas en lujo.
Tal bancarrota inminente/ les
desató frenesí.
Nuestro Estado puesto en
quiebra/ no podía ni pagar
mensualidad de maestros/ ni
de todo empleado público.
Campesinos de occidente/ eran
los más afectados
pues no tenían “conqué”*,/
sólo una “chenga”* con sal.
Ante caos imprevisto/ el
pueblo en estado abúlico
tomó sus rústicas armas/ en
contra de potentados.
Don Farabundo Martí,/ junto
con Luna
y Zapata;
con Don Feliciano Ama/ y con Don Francisco
Sánchez
dirigieron esas masas/ en
feudos cafetaleros.
Maximiliano Martínez,/ vil
fantoche de la rata,
reprimió dando metralla/ a
izalqueños en el parque
de aquel Izalco, pueblito,/
cuna de los jornaleros.
Don Alfonso Luna con / Mario
Zapata, y Martí
en primeros movimientos/
fueron puestos en prisión.
Con amañado pre juicio/ se
les condenó a muerte
por tribunal militar/ en
juicio sumario, y
en febrero, treinta y dos,/
llegaron al paredón
para enfrentar injusticia/ con altivez en su frente.
La muerte de Farabundo,/
muerte llamarse no puede.
Quien sucumbe dando Vida/ no
debe llamarse muerto.
Dicho ocaso sólo llega/ a
descarados rufianes
quienes después de morir/
hasta su conciencia hiede.
Don Farabundo Martí /con
pueblo llegará a puerto
seguro en menos de un lustro,/
al derrotar a patanes.
*Conqué = frijoles, carne,
huevos, etc. **Chenga: tortilla de maíz
.
J U A N D O M I N G O P E R Ó N
Nació en siglo diecinueve,/
el año noventa y cinco,
Dios lo quitó de esta vida/
cuando iba a cumplir ochenta.
Un hijo de clase media/ en
sociedad desigual.
Fue presidente tres veces/
poniendo todo su ahínco
para hacer de/ Argentina/ sociedad
algo opulenta;
pero con reparto justo/ entre
obrero y capital.
En su segundo período/
milicos lo traicionaron
el año cincuenta y cinco,/ en
dieciséis de septiembre.
Debió buscar su refugio/ en
Península de Franco.
Allá, en el setenta y tres/
los argentinos votaron
y Perón llega al Poder/ esta
vez con nuevo temple;
pero muerte natural/ dejó sus
planes en blanco.
Cuarenta y cinco por ciento/
era para los obreros,
restante cincuenta y cinco/
para avaros industriales.
Éstos pretendieron darle/
trillado golpe de Estado.
Pero en el cincuenta y cinco,/
tales terribles matreros
lograron desbarrancarlo/ con
milicos criminales.
Fue cuando marchó hasta
España/ tal vez desilusionado.
Junto con Descamisados/ y su
esposa Evita Duarte
fundaron el gran Partido/
llamado Justicialista.
Fue gratuita la enseñanza,/
incluso universitaria.
Autonomía de ésta,/ respetada
en todas partes.
Neutral en cruel guerra fría/
de sistemas extremistas.
Sufragio para mujeres/ se
implantó en aquella patria.
Igualdad en matrimonio/ fue
gran conquista jurídica.
Igualdad entre los vástagos/
legítimos e ilegítimos.
Nacionalizar los trenes/ fue
otro sueño realizado.
La validez del divorcio/ dejó
de ser una idílica
idea de tanta fémina/ por
pésimos tratos íntimos.
Argentina vivió entonces/ su
presente idealizado.
Obispos, por el divorcio,/ le
quitaron todo apoyo
tratando de derrocarlo/ con
los Comandos Civiles
más milicos descontentos/ por
el freno a sus abusos.
Esto por fin fue logrado/
hundiendo la patria en hoyo.
Gobierno de/ Argentina/
volvió a las manos de viles
desenfrenados, voraces,/ por
sus sesos tan obtusos.
Estando en tercer período/ el
año setenta y tres
se produce vil masacre/ de
Ezeiza, en el mes de junio.
Gran anciano Juan Perón/ murió en el setenta y
cuatro,
el primero de aquel julio./
Murió sin algún estrés;
pues cumplió a cabalidad./
Antes de él hubo ninguno
capaz de tomar batuta/ en tan
conflictivo teatro.
J U A N
J O S É A R É V A L O BERMEJO
Arévalo, Juan José,/ Profesor guatemalteco
y Filósofo a la vez./ Se
marchó/ hasta Argentina
en el año treinta y seis/
cuando un patán: Jorge Ubico,
fue reelecto por el fraude./
Un Profesor de chaleco
más Catedrático digno,/ fue
en aquella diamantina:
o patria del gran Sarmiento,/
en sabiduría, rico.
Pero en el cuarenta y cuatro/
se convierte en Presidente,
terminando su período/ en año cincuenta y uno.
Luchó contra tan rapaces/
fuerzas del imperialismo.
A veinticinco conatos/
derrotó este hombre prudente.
Guatemala progresó./ Seis
años fueron ninguno
para alcanzar desarrollo/
contra del militarismo.
Rodeándose de edecanes/
patriotas con gran talento
entre los cuales estaba/ Luis
Cardozo y Aragón,
el Premio Nobel: Asturias/
y Don Guillermo Toriello
más incontables obreros/
honrados , mas no violentos
y gran masa campesina/
brindándole el corazón.
¡Tal primavera fue eterna,/
en verdad, ese fue un cielo!
El Doctor Juan José Arévalo/Bermejo, gallardo hombre,
inauguró aquella década
─terminando su mandato─
única en cinco centurias/
desde Pedro de Alvarado.
Este Maestro-Filósofo/
sentado dejó su nombre
en altar de grandes Próceres/
de ese su país ingrato,
donde a nuestra raza indígena/
se le caza cual venado.
J O R G E
E L I É Z E R G A I T Á N
Jorge Eliécer Gaitán/ se le escapó a Neruda
quizá porque su muerte/
ocurrió meses antes
de haber finalizado, ─en el
cuarenta y nueve─
su “Canto General”, / con cierta verdad cruda.
Don Eliécer Gaitán/ con ideas
gigantes,
fue asesinado a balas/ por
criminal aleve
en plena Bogotá,/ cuando Don Fidel
Castro
visitaba esa urbe/ siendo
universitario.
Asistía, Fidel,/ a foro
estudiantil
cuando Eliécer Gaitán/ brillaba
tal cual astro.
Su muerte provocó/ cierto
eterno calvario
en tierra de Nariño,/ con
guerrilla sin fin.
Desde el cuarenta y ocho,
—hará sesenta/ años—
las selvas colombianas,/
montañas y ciudades
se han levantado en armas/
contra conservadores
a quienes nada importa/
incalculables daños
en vidas y haciendas: ¡son
neoliberales!
cachorros del Imperio/ y a su
patria: traidores.
J O S É
F I G U E R E S F E R R E R
José Figueres Ferrer,/ en tan culta Costa Rica
luchó contra Calderón/
Guardia, presidente malo.
En México se exilió./ Volvió
en el cuarenta y ocho
para empuñar armas rústicas/
semejantes a una pica
y así poder devolver/ el
Poder lleno de halo
al Señor Ullate Blanco,/ sin la
nariz de Pinocho.
El Señor Ullate Blanco,/junto a
Don José
Figueres
desmantelaron ejércitos/ de /
antigua satrapía
convirtiendo a cuarteles/ en
templos del buen saber;
dictaron leyes ecuánimes/
liberando a las mujeres;
hicieron fuertes reformas/ en
contra de oligarquía.
Luego llegó a Presidente/ José
Figueres Ferrer.
Desde entonces Costa Rica/ es
la Suiza americana.
Son sesenta navidades/ con
labores productivas
del intelecto y del músculo/
en nuevas generaciones.
Don Otilio Ullate Blanco/
inició tan soberana
Democracia de Tiquillos./ En etapas sucesivas
José Figueres Ferrer,/ a nivel de las naciones
más cultas de nuestro mundo/ colocó
a su patria amada
por haberla liberado/ de
ejércitos tan torvos:
o perros de oligarquía/ desde
el Bravo a Magallanes.
Ahora esa Costa Rica/ siempre
estará perfumada
por la Paz e Inteligencia./
Nuestros gobiernos son sordos
a evidencias tan claras,/ pues
les sirven a rufianes.
J A C O B O
Á R B E N Z G U Z M Á N
Empezando años cincuenta/ Guatemala
es traspasada
a manos de un militar: /Jacobo
Árbenz Guzmán
militar pundonoroso,/ hombre
buscado por Diógenes.
Continuó clara política/ por
Arévalo implantada.
Don Jacobo siempre fue/
majestuoso Tolimán
orientando a su terruño/tal
cual moderno Aristóteles.
En esa magna tarea/ de librar
a Guatemala
de vil zarpa imperialista/
nacional y extranjera
llegó al país de la eterna/
primavera terrenal
un mediquillo argentino/
llamado Ernesto Guevara
quien sirviera de baluarte/
acariciando quimera
para hacer del continente/ la
tierra de miel y pan.
Las compañías fruteras,/
capital imperialista,
con criollos latifundistas/
más seudo iglesias cristianas
corrompieron a milicos/ en
Escuela Las Américas
acusando a Don Jacobo/
de ser torpe comunista;
porque con Reforma Agraria/
todos aquellos bausanos
o sanguijuelas humanas/
perderían sus quiméricas
propiedades mal habidas/
desde tiempos coloniales.
Sabueso de bajo rango/
llamado Castillo Armas
desde la vecina Honduras/ de
un tal Tiburcio Carías,
apoyado por Osorio,/ jefe de
los criminales
del país El Salvador,/
apadrinaron las tramas
obedeciendo al Imperio/ y
también a oligarquías.
Don Jacobo Árbenz Guzmán/
sufrió cruel humillación:
nuestra prensa amarillista/
lo exhibió en primera plana
cuando desnudo partía/ sólo
con un calzoncillo
hacia el México querido/
transportado por avión.
Junio del cincuenta y cuatro:
pigmeos de la banana
de míster John Foster Dulles/
humillaron al Tigrillo.
LUIS
CARDOZO Y ARAGÓN
Luis Cardozo y Aragón,/ pöeta del siglo veinte,
ensayista sin igual,/magno
crítico del arte;
un Prócer guatemalteco/ digno
hijo de La Antigua
ciudad Vieja, Capital/ de
Guatemala celeste.
Gloria Centroamericana./
Difundía en cualquier parte
su amor por la Libertad/
contra cerebros de nigua.
En mil novecientos uno,/
iniciando las dos equis
vino al mundo este Don Luis,/
de un Cardozo y otra Aragón.
Su excelente juventud/ fue
cultivada allá en Francia
retornando a Guatemala/ donde
imperaban los jeques.
Cruel muerte lo sorprendió/
el año noventa y dos
en capital mexicana,/ do
derramara fragancia.
Fragancia de su talento/ en
idioma de Cervantes;
fragancia de patriotismo/ en
paraíso de exilio,
huyendo de “jorge ubico”/
capataz de bananeras.
En bello edén mexicano/ se
encontró con los gigantes:
Octavio Paz, más Tamayo/ y otros de un afín idilio
con letras, artes, cacumen:/
universales banderas.
Regresó a su Chapinlandia/
cuando cayó aquel tirano.
Sirvió cual fiel diplomático/
en gran gobierno de Arévalo.
Al caer Jacobo Árbenz/ Guzmán se volvió a exiliar
en Tierra de los Nopales/
huyéndole a otro gusano,
donde fue bien recibido/ por
ese pueblo benévolo.
Pudo ahí desarrollarse/
dándonos su inmensidad.
Fue “Luna Park” su primera/ publicación en poesía
en el año veintitrés,/ a sus
veintidós abriles.
Con “La Torre de Babel”/ en mil novecientos treinta
nos da la segunda muestra/ de
su enorme fantasía.
La tercera fue “El Sonámbulo”/ para deleite de miles
o millones de millones,/
hasta una cifra sin cuenta.
Con el “Retorno al Futuro”/ del año cincuenta y ocho,
“La Pequeña Sinfonía/ de Nuestro Mundo” al siguiente
calendario publicado,/
demuestra más su talento.
Demostró que sus ideas/ no
son nariz de Pinocho
y que toda su persona/ está
construyendo el puente
para liberar a razas/ del
capataz o el jumento.
En “Guatemala las Líneas/ de su Mano” él desgrana
todo el amor y los sueños/
hacia Tierra del Quetzal
porque siempre fue Chapín/ a
pesar del ostracismo
y dispuesto a derramar/ su
líquido color grana
por aquella patria chica/ de
esta América Central.
Sus escritos surrealistas/
como en “La Quinta Estación”
le abren campos literarios/
de todo el planeta Tierra.
En ese “Río”, novela/ de caballería y “El Brujo”,
─su auténtica biografía/
escrita con devoción─
nos da su amor a la paz /y su
repudio a la guerra.
Y otras facetas menores/
relatadas con embrujo.
Fundó el Grupo “Saker-ti”/
que de idioma cachiquel
se traduce “Amanecer” /o algo
muy parecido.
Sus pensamientos profundos/
son sentencias inmortales
que al rumearlos en silencio/
nos transportan hasta aquel
principio de la justicia/
para el humano oprimido
en la redondez del orbe/
porque nacimos iguales.
Muerto no tiene memoria/ y si
la tiene es pöeta.
Nunca se creyó terreno/ pues
era de Vía Láctea.
El amor es compartir/
fantasmas complementarios.
Son tres de sus pensamientos/
no copiados a la letra.
Descansa en paz, Luis
Cardozo/ y Aragón. En tu epacta
infinitud de galaxias/
detienen tus calendarios.
CONTINUARÁ