¿POR QUÉ NUNCA HABRÁ 3era GUERRA MUNDIAL?
Por Ramón F Chávez Cañas
Alberto Einstein dijo: “La 4ta guerra mundial se librará con garrotes y piedras”. Nosotros suprimimos garrotes vegetales porque árboles perecerán junto con animales, incluyendo a cucarachas no humanas. También descartamos las piedras, pues Homo imbécilis para siempre será borrado del mapa genético terráqueo. Alguien anónimo sabio ha dicho: “ Guerras grandes o pequeñas, hasta ahora, las han librado millones de jóvenes, quienes no se conocen ni odian entre sí; pero se han matado y se están matando sin saber porqué; en cambio, tales guerras han sido y son declaradas por hombres: viejos, calvos, artríticos, prostáticos, diabéticos, hipertensos y sufriendo disfunciones eréctiles. Dichos personajillos decrépitos se conocen entre ellos, se odian a lo máximo y con perfidia se saludan; pero no se atreven a retarse en lo personal, cuales caballeros, para solucionar sus asquerosos intereses imperiales y egoístas”.
Reflexionando en torno a estos conceptos expuestos, Einstein y el sabio anónimo pensador nos dan pie para elucubrar sobre el título de esta reflexión: después de un holocausto atómico planetario, la pelota terráquea continuará su interminable paseo alrededor del Sol, hasta cuando éste se convierta en Súper Nova y luego evolucione hasta Agujero Negro, succionando a todo el sistema planetario nuestro. Mientras eso no suceda, tal pelota ya liberada de Homo cretinus, durante 5 mil millones de años o más restaurará faunas y floras. Dios bíblico y dioses paganos, —todos mitológicos—, no quedarán con ganas de volver a crear ni a criar al autollamado “rey de la Creación” por ser éste el peor error cometido por uno o por varios dioses, según diversas teogonías; entonces, la Tierra, con inigualable carga, llegará feliz a su destino final pre-establecido: Agujero Negro del Sol agonizante.
¿Por qué no habrá tercera guerra mundial?... ¡Muy sencillo de responder!... Porque tantos viejos decrépitos odiándose entre sí, sobre todo por amor al dios dinero ajeno, invocado con egoísmos desenfrenados, no tendrán osadías (huevos, güevos, testículos) para lanzar primera piedra genocida (bomba atómica); pues todos ellos: ascendientes, descendientes, más bienes de fortuna mal habidos, desaparecerán en cuestión de minutos o pocas horas… Cobardías de tantos ancianos hipócritas evitará hecatombe nuclear, tal cual sucedió en octubre de 1962 en la llamada crisis de misiles, cuando ni uno ni otro “copetón” quisieron morirse junto con restante vida planetaria.-
¿Por qué, entonces, Hiroshima y Nagasaki?... ¡Ah, Hiroshima y Nagasaki!...: dos conejillas de indias en manos del cretino Harry S Truman, gringo genocida superior a Adolfo Hitler… Claro: Truman era absoluto dueño de la, en sus manos, diabólica energía nuclear; pues nadie en el mundo, —agosto de 1945—, conocía esa fuerza dada entonces por mitológico Satanás… 3 ó 4 años más tarde, —1948-50—, el poder proletario mundial acuartelado en la fenecida URSS, luego Reino Unido, Francia, India, Pakistán, Corea del Norte y alguno más, están compartiendo ese pastel infernal. Por dicha razón, el neoliberalismo sionista y cobarde, cuya principal cabeza la representan los Bush y sus decrépitos halcones en EUA, no han tenido los “güevos” de lanzar la primera piedra nuclear contra Irán, Cuba, Venezuela, ni contra Corea del Norte; pues mandarla a llamar no es lo mismo que tenerla en frente.
25 de febrero de 2009.-