HIROSHIMA — NAGASAKI —
CHERNÓBIL — FUKUSHIMA
Por Ramón F Chávez Cañas
Aquella bomba nuclear/ destructora de Hiroshima;
luego, tres días después,/ Nagasaki es aplastado.
Sesenta y seis años más:/ el desastre en Fukushima.
Todo en el mártir Japón:/ archipiélago sagrado.
El país del Sol Naciente/ con sus cerezos en flor;
la nación del Fujiyama/ del kimono y del karate;
del dios casi omnipotente/ o celeste emperador,
en año cuarenta y cinco/ recibió vil jaque mate;
jaque mate inverosímil/ dado por imperialismo
gringo, así mal llamado,/ incipiente e insipiente
fundado en el septentrión/ de América, por sionismo
o judíos derechistas/ como el Jacobo indecente;
pues aquellas dos ciudades/ desarmadas por completo
albergaban sólo edades/ nëonatas y seniles;
más hembras embarazadas/ y algún lisiado esqueleto.
Estos trofeos de Truman/ sumaron miles y miles
de víctimas inocentes/ en pasado siglo veinte
por energía satánica/ estrenada en indefensos
hijos del dios Hirohito,/ o emperador valiente.
Este etnocidio por gringos/ tendrá sus costos inmensos;
porque entonces desataron/ tan poderosa energía
que estaba muy bien atada/ en núcleo de la materia.
Harry Truman, vil humano,/ es ya rey de cobardía;
pues la Tierra se aproxima/ a etapas en miseria.
El desastre de Chernóbil/ y otros con igual impacto
allá en Estados Unidos/ —mantenidos en secreto
para evitar gran escándalo/ de tan vergonzoso acto
al hacerse criticable/ aun con trato discreto.
Sobre todo cuando ahora,/ por errores tecnológicos
en plantas de Fukushima/ del laborioso Japón,
amenaza negra aurora/ de enemigos ecológicos
probados en Hiroshima/ por tan siniestra nación.
Si reflexionan humanos,/ quienes tienen el poder
de destruir a sus hermanos;/ pero nunca el de construir.
Reflexionen, humanoides/ y dejen ya de joder
a toda especie viviente/ con inmenso porvenir.
Si está escrito: ¡no lo sé!;/ mas, nunca lo puede estar;
pues nuestro Dios Verdadero/ —no el de David ni Jacobo—
es un Dios con mucha sed/ por ver a la Humanidad
libre del despeñadero/ en apocalipsis bobo.
Rusia y Estados Unidos:/ los máximos constructores;
la Francia y el Reino Unido/ siguen a corta distancia;
China, India y Pakistán:/ tres atómicos dolores.
Corea del Norte e Irán/ buscan la nuclear fragancia.
Israel, quien ya la tiene,/ más países muy diversos,
exceptuando al Tlatelolco:/ toda América Latina;
pues a ninguno conviene./ Por eso van estos Versos
para evitar que el Planeta/ se convierta en hedentina.
Mayo 26 en 2011.-