REFLEXIONES SOBRE LOS PUEBLOS ORIGINARIOS.
El marco jurídico político de los Estados nacionales, plantea que todas las personas somos iguales ante la ley, con los mismos derechos y obligaciones, sin embargo en la práctica de la realidad, las diferencias sociales, étnicas y de marginalidad son asimétricas, las cuales se expresan en las formas de relación y convivencia social en el plano político, económicos social y cultural. Un ejemplo claro de esto es como se concibe la cultura de los pueblos originarios, categorizándose y tratándose como folclor.
Intentando hacer una aproximación de los pueblos Originarios, muy a pesar de la avalancha de marginación histórica en las que se han visto sometidos, encontramos un ejercicio de resistencia y de lucha con sistemas simbológicos que les provee los contenidos y rasgos identitarios. Por ejemplo, el espacio, es uno de los componentes primigenios que les da sentido de pertenencia, un argumento simbólico importante que los robustece y los ha consolidado a través de los años, es decir, el espacio delimita un entorno, un territorio como noción, el ámbito socio cultural donde está ejercida su cosmovisión, su práctica e identidad comunitaria, existe el sentimiento ancestral que, ellos pertenecen a un espacio y el espacio les pertenece como originarios.
El continente, denominado ABYA-YALA “este es el término con que los Cuna (Panamá) denominan al continente americano en su totalidad; significa "tierra en plena madurez", fue sugerida por el líder aymara Takir Mamani, quien propone que todos los indígenas lo utilicen en sus documentos y declaraciones orales. Esto representa una clara apropiación consciente del territorio, es el espacio que constituye, la región donde sus rasgos han tenido una conexión directa viva con el medio ambiente, un arraigo fuerte con la naturaleza, parte y fuente intrínseca de la vida de la historia de este continente, a la cual ellos le guardan respeto, adoración y una jerarquía primaria, es decir la Pacha Mama, que es el suelo de sus ancestros y nicho de sus identidades, la proveedora y la que cohesiona su cosmovisión.
En esa conciencia histórica, memoria antropológica que, se ha transmitido de generación en generación, donde la tradición oral ha jugado un rol vital, fundamental para la aprehensión de su historia; los Pueblos Originarios identifican el pasado prehispánico como origen y como los depositarios herederos del espacio y de sus tradiciones.
Este universo simbológico, tienen vigencia, en tanto que, se expresa a través de sus formas de organización y de las prácticas en torno a las creencias, formas rituales, de convivencia y en el lenguaje, deriva en situ, la cohesión y el mantenimiento de los rasgos socio culturales, síntesis de su cosmovisión impregnada en la vida cotidiana, haciendo uso de los espacios públicos y privados que suministra la conexión comunitaria y el sentido de pertenencia.
El ritual comunitario, parte dinámica y viva de la memoria colectiva, marca los ciclos de vida, religa el transcurso del tiempo anual, el espacio temporal que condensa y exalta las creencias compartidas, en este rasgo, se propicia el fortalecimiento de las identidades, se reconocen entre si como semejantes, distintos y se diferencias de las sociedades citadinas. El lenguaje ritual constituye un instrumento de reproducción socio cultural altamente significativo, conectado a las prácticas religiosas que se nutre y se reelaboran los referentes identitarios históricos. Presupuesto cultural que, constituye, pensamiento y una forma singularmente de sentir, conocimiento que se traduce en la cosmovisión y cosmogonía.
El sometimiento, la transculturación, la idea del progreso la noción del “desarrollo y lo moderno”, el racismo declarado y el disfrazado que oculta la explotación y marginalidad, crea por un lado la pérdida sensible de valiosos elementos de la cultura y de la memoria histórica, es el etnocidio. Por ejemplo, el cambio de la indumentaria, la extinción del lenguaje, que son rasgos visibles de la identidad étnica, es sinónimo de la relación asimétrica socio cultural de las sociedades supuestamente desarrolladas y civilizadas. Como resorte al acecho continuo a la desaparición de los valores identitarios, los Pueblos Originarios, han resistido, han luchado por preservar, darle continuidad a sus propios procesos culturales y el fortalecimiento de sus rasgos identitarios; siendo la tierra el eslabón fundaméntales para sus luchas, un eje transversal que ha permitido la retroalimentación para el mantenimiento de sus identidades frente al desmedido crecimiento urbano y de las ciudades.
Es la tierra, y en ella se encuentran sus territorios sus espacios originarios, es el sentido de pertenencia, por ello la significación de la defensa contra la destrucción atroz de los entornos naturales y de los recursos vitales como el agua, son hechos que se convierten en la falta de respeto por la igualdad de derechos, de los espacios que históricamente han develado una relación profunda, que va mas allá de la simple idea de la propiedad.
Ahora bien, reflexionando sobre la relación del Estado y de los Pueblos Originarios, entendemos que los Estado, tienen una enorme e histórica deuda con los Pueblos Originarios, tienen y deben reconfigurar su papel o rol en estas relaciones, no para su uso bursátil, ni dividendos político ni para la explotación de los rasgos socio culturales expuestos en los escaparates, denigrándolos en el mercado folclórico, como tradicionalmente se hace a través del turismo y la mercadología que irrespeta no solo la historia sino, nuestra cultura ancestral. Se trata pues, de dignificarlos como cultura viva, inter actuante e integrante de la sociedad.
Esto por supuestos, amerita además, de la voluntad política, —el enorme escollo de los políticos, gobiernos y del Estado—, un análisis profundo en lo económico, político, social, jurídico y cultural, para posibilitar una redefinición política de las relaciones, que derivará de una articulación global de la sociedad. Los Estados deberán crear mecanismos y compromisos reales sustentados en la equidad y el respeto a las soberanías, con políticas y estrategias de desarrollo para el fortalecimiento de los Pueblos Originarios en abono a la dignificación, el respeto y recuperación de la memoria histórica. Significa entonces, reconocer al pueblo como un hecho plural, intercultural y multicultural.
Quizás es el momento, que los Estados tomen una posición históricamente responsable para hacer un análisis serio, no para ser demagogia, sino para pactar compromisos serios, sustentables, donde se respete la mulculturalidad, la equidad, la autodeterminación, autonomía y soberanía, lo cual exige el reconocimiento de los derechos civiles, políticos sociales, culturales y la territorialidad de nuestros Pueblos Originarios, que son la base, raíz de nuestra memoria antropológica.
ISAÍAS MATA
Agosto 2010
Tan profundas Reflexiones o meditaciones ilustrativas del Artista Plástico, Don Isaías Mata, son lecciones jamás enseñadas en programas oficiales salvadoreños de Educación... ¿Por qué?... Porque a neoliberles u oligarcas guanacos, ---nunca Jaguares---, sólo les importa que nuestros Jaguarcitos, niñas y niños, aprendan a manejar: piedras de moler nixtamasa, costura y bordados manuales; cumas, hachas, azadones, arados tirados por semovientes; cortes de: café, algodón, tapisca, u oficios: costurera, sastre, panadera, zapatero, talabartero, oficinistas, a lo sumo. Y nada más.
ResponderEliminarPor ello, este blog llamado "Anastasio Aquisí", ha sido creado y está siendo criado con fines de ilustrar a mayor número posible de salvadoreños quienes, sin tener culpas de haber nacido en este terruño seudo liberado por aquellos narizones oligarcas de 1821, no fueron ilustrados con verdades históricas en sus fugaces años estudiantiles.
Gracias a Don Isaías Mata por ocupar nuestro medio de comunicación electrónica para educar en historia y filosofía popular por sencilla, tal vez a miles de adultos y jovenes sedientos de la Verdad, pues sólo la Verdad nos hará Libres... Ojalá otros Quijotes Jaguares, nunca guanacos, usen estas páginas virtuales; pues conocer la Historia genuina de: El Salvador, América y el mundo restante, se estaría cumpliendo el logo de Universidad de El Salvador: "HACIA LA LIBERTAD POR LA CULTURA".
el escrito de isaias es refrescante de nuestras memorias personales que estan atiborradas por el bombardeo diario de la cultura judeo-cristiana en el occidente del globo. Esa cultura dominante nunca menciona por su nombre su nombre a los pueblos originales. Siempre ha existido llamados despectivos hacia los pueblos originales...como los indios...los haraganes etc etc...en nuestro pais es urgente retomar el tema de los pueblos originarios para otorgarles a nuestros ancestros el valor historica para redescubrir la riquezade su legado a la humanidad..en este caso particular el legado a nuestra america desde el norte a la patagonia...la comunion de las comunidades con la tierra las ha convertido los mejores conservadores de nuestro ambiente. Cuidar la tierra es cuidar la humanidad....nosotros tenemos que acercarnor como hace isaias al penzar y vivir de los hombres y mujeres que mejor cuidan a la poacha mama..
ResponderEliminarcangrejo andante
Sí, es verdad, Don Cangrejo Andalón... Prubas más recientes observadas en El Salvador, aún se están dando en cuarteles militares cuando, el humilde soldadito, campesino e indígena por lo general, es mal tratado con trotes y castigos bestiales dados a ellos por: cabos, sargentos, subtenientes, hasta capitanes quienes, siendo de mismas extracciones campesinas o pueblerinas y de mismísima raza aborigen o mixtada, han sido descerebrados por el sistema oligárquico-castrense para tratar con desprecio rigoroso a sus hermanos de raza, pobreza y religiosidades vanas.
ResponderEliminarMarina Panzarriba