VERSOS DIVEROS
DE
RAMÓN F CHÁVEZ CAÑAS
Sexta Entrega
EL PRESENTE NO EXISTE
El
presente no existe…
Nunca ha existido…
Solamente el pasado.
Futuro es indecible
antes de lo vivido.
Presente, imperceptible.
Millonésima en tiempo
de segundo es medida.
Porque sólo el jumento
se aferra a esta vida.
El
presente está ausente
en quasares lejanos
y en infinito incierto.
Sólo Dios y la Muerte
más oscuros arcanos
paran tictac del tiempo,
siendo de ellos presente
el futuro del muerto.
Presente
es relativo
para todo el humano,
pues en este edén nuestro
disfrutado contigo,
trata de ser hermano
mejor dicho maestro
y a la vez fiel testigo
corrector del gusano.
15 de abril en 1995
ESTO NO ES UNA PATRIA
Esto
no es cierta patria.
Tampoco
es gran nación.
Esto
no es clara raza
ni
tiene gran razón.
Estos son vil jirones
de
endeble sociedad
sometida
a matones
de
gran brutalidad.
Esto fue paraíso
cuando
indio Atonal
reinaba,
y con hechizo
mantenía
la paz.
La
paz con el venado,
la
paz con el jaguar
y
con todo lo creado
incluyendo al quetzal.
17
de abril en 1995.
AHÍ
TE DEJO A SAN SALVADOR
Ahí
te dejo a San Salvador dormido
arrullado por ruidos de motores.
Ahí te dejo a San Salvador insomne
desvelado por chivos y maridos,
con prostitutas en nulos estertores
estafadas sus vulvas por mal hombre.
Ahí
te dejo a San Salvador asmático
asfixiado en tabacos y petróleos,
más corrupción en arcas estatales
por ladrones políticos flemáticos
quienes hoy al país dan santos óleos
con mil turbas sedientas de caudales.
Ahí
te queda el San Salvador famélico
esquilmado por turcos y judíos
que se amparan en el libre mercado
y apoyados por poderío bélico
del gringo explotador, sesos impíos
han destrozado su hígado sagrado.
Ahí
te queda San Salvador devoto
buscando templos de credo ligero;
buscando lujos, estafando al pobre
o pidiéndole a Dios premios del loto
para vivir bien sin sudar primero,
mientras poeta carece de un cobre.
Desde
esta carretera a la Herradura
diviso ese plafón: cemento inmundo.
barrancos llenos de pobreza intensa.
Voy a descansar de esta vida dura
por quince días de solaz rotundo
en casa de mi hermana: Tere inmensa.
18 de abril en 1995.-
LOS TIEMPOS DE MI PADRE
Primer
cuarto de este siglo
fueron aquellos
momentos
de gozar casi
a raudales
papá: Don Ramón Francisco,
¡adulto sin contratiempos
derrochador de caudales!
Fue cuando Serapio López,
con mago Frégoli Vargas:
dos prestidigitadores,
llenaban circos al tope,
en funciones rete largas
nunca aburridas, señores.
Fue
cuando tren de la IRCA
llegó por primera
vez
a Tehuacán, de Opico
en esa pradera rica
frente al Chinchontepec,
volcán de clima muy rico.
Mi abuelo: otro Don Francisco
Chávez Rivas, el genuino
en el año diecisiete
de ese siglo veinte arisco
emprendió eterno camino
en vagoncito al garete
hasta bella Tecoluca
pues en ese hospital
sanvicentino murió.
Fue viajero como nunca
Él viajaría jamás,
Pues los rieles estrenó.
¡Ah!, tiempos los de mi padre.
¡Ah!, tiempos sin un mañana,
cuando Don Francisco Chávez,
mi abuelito sin alardes,
negó a tal IRCA lejana
tierras bien planas y suaves.
Yo
soy el Ramón Francisco
tercero en tal dinastía.
Papá fue Ramón Segundo.
Abuelo, siendo hombre arisco,
ocupa siempre la silla
primera en nuestro mundo.
19
de abril de 1995.-
N A D I E
C O N O C E
Nadie conoce / neuronas vegetales
ni ocultos momentos / de inquietud en ramas;
tampoco caros sistemas / hormonales.
Sólo conocen ósmosis// de raíces
llevando caras aguas / por raras tramas
hasta lugar
exacto: / la fotosíntesis.
Que
siempre es fotosíntesis / proceso vital
porque da azúcar madre / de proteínas;
también cara energía, / lo principal.
Árboles son papás / de alimenticia
cadena junto a algas, / hongos, y a finas
gramíneas del entorno. / ¡Ah, gran delicia!
No
queremos saber / del mundo terreno,
corazón, conciencia, / cerebro del árbol;
tampoco comprendido / mundo sereno,
ni misterio de aguas, / y ni de Alisios.
Fueron viejas culturas, / propias del árabe,
quien siempre sospechó / vida en divinos
reinos de vegetales,
/ y minerales.
Cuando impera ignorancia, / ganas de lucro
por hordas inclementes / occidentales,
floras, yacimientos, / faunas indefensas
del planetita Tierra, / hoy aún pulcro
porque en Luna y Marte / hay recompensas.
Pero
tan burdo imperio / de gran codicia
dominando más allá / de mente humana
por avaricia- lujuria, / o buscando falsa delicia,
llevará hacia la Nada / a todos los habitantes:
vegetales y animales / de esta pelota galana.
¡Poder Universal / dará sanos infantes!
30 de abril en1995.-
CANTO
AL RON CUBANO
Ayer,
por primera vez,
en
más de treinta y un años
volví,
de nuevo a libar
con
orgullo y altivez
genuinos
rones cubanos
con
alguna libertad.
Ayer, con un precio alto
adquirí
un Havana Club
en
tienda de un oligarca.
Fue
agradable sobresalto
cuando
dijimos ¡Salud!
con
mi esposa, a dicha marca.
Salud
por José Martí.
Salud
por don Fidel Castro.
Salud
por Echeverría.
Salud
por todo el sinfín
de
almas blancas, de alabastro
que
tiene Cubita hoy día.
Y antes de sentir mareo
por
ese ron exquisito
o
ron natural de cañas
en
las tierras de Maceo
quise
sentirme chiquito.
Y
yo, Ramón Chávez Cañas,
el
pöeta más humilde
rindo
tributo a este néctar
de
la Patria de
Fidel,
del
Fidel Castro sin tilde;
pues
él es magno profeta
de
esta sociedad infiel.
Ahora,
en esta tarde,
cuando
escribo este pöema
suspirando
por el ron,
la
noche, que ya se abre
mitiga
mi inmensa pena
al
disfrutar su sabor.
20 de mayo en 1995.-
SAN ARNULFO ROMERO DE
AMÉRICA
San Arnulfo Romero / es el Santo
de América;
Patrono de los pobres / en nuestro El Salvador
y en todo el continente, / de Alaska a Cabo Hornos.
San Arnulfo Romero: / magna
figura emérita
venida a esta tierra / por voluntad de Dios
para curar al mundo / de todos
sus trastornos.
Romero y Galdámez / fueron sus
apellidos.
Óscar, el primer
nombre. / Arnulfo, fue segundo.
Nacido en el Oriente: / pueblo Cacahuatique,
en año diecisiete / de aquellos tiempos idos
del viejo siglo veinte, / o siglo nauseabundo
por dos guerras mundiales / que al mundo puso a pique.
Él fue digno Arzobispo / de los salvadoreños.
Odiado, más temido, / por los explotadores
que en el nombre de Cristo / se llenan el bolsillo
pagando mal salario / y ofreciéndoles leños
a quienes les denuncien / sus
ilícitos peores
por la prensa y por radio, / o a pulmón y galillo.
Santo, Mártir, Profeta,/ Prócer
y gran amigo;
desde los cielos mira / incumplidos convenios
firmados por los sátrapas / en el noventa y dos.
No quisieron tenerle / como Pastor testigo.
Y se valieron pronto /de malvados ingenios
para alojar cruel bala /en
Santo Corazón.
21
de mayo de 1995.-
TELEGRAMA PARA
ORLANDO
En este grandioso día
de tu cumpleaños cincuenta
te envío una melodía
telegráfica y atenta.
Que cumplas cincuenta más,
querido hermano del alma,
sano en tu felicidad
y con tu hogar siempre en calma.
22 de mayo en 1995.-
MEZQUINDAD
Siempre fuiste lo peor / de entre
todos los peores.
Tu boca no se abrió / para pedir
perdones
y ofendiste a tu mundo / por los
cuatro costados
encontrando placer / en tabaco y
licores
rompiendo la quietud / de muchos
corazones
al crëer a los otros: / seres
desenfrenados.
Creíste en tu dinero / de rico
pueblerino.
Tus cuatro pinches reales / llegaron
a marearte
hasta hacerte crëer / ser el
emperador
de humilde municipio / hasta confín marino
donde no existen letras / ni
otras formas de arte
y en donde tu ignorancia / te
hacía triunfador.
El
globo es matemático / y seguirá rodando
pariendo en sus segundos / a
millares de hermanos
quienes a corto plazo / y sin que
tú lo adviertas
están haciendo cambios / y luego
estarán dando
nuevo giro al planeta. / Tú, con
mezquinas manos,
quedaste solitario. / ¡Nunca
abriste tus puertas!
19 de julio de 1995.-
G R A T I T U D E T E R N A
Porque
me diste a la mujer genuina;
la mujer que albergome en sus entrañas;
la ternura, llamada Carmen Cañas, …
por eso, frente a ti, mis ser se
inclina.
Porque me diste al hombre sin inquinas;
al Quijote hacedor de mil hazañas:
mi padre, don Ramón, sin telarañas, …
por eso, yo venero tus esquinas.
Porque fuiste
de mis tatarabuelos
conductora en el trance de la vida
y gran rectora en todos sus anhelos.
Por ello será
siempre desmedida
mi eterna gratitud, porque tus suelos
destilan hermandad, ¡ciudad querida!
II
Porque me diste las primeras
letras
en aquella escuelita pueblerina;
escuelita privada y cantarina
de Rosa Amalia con su madre: muertas.
Porque me
abriste las primeras puertas
al amor, al placer y a la divina
fuerza del ser; y a otra
peregrina
idea de vivir allá en tus huertas.
Por eso tú
estarás en mi memoria
recordando pasajes de tu historia,
para gritar con todos mis pulmones:
¡¡ciudad de TECOLUCA: yo te quiero!!
¡Te quiero con el alma a borbotones!
Si hoy no te canto así, ¡hoy mismo
muero!
III
Porque eres hija de esas dos
cabezas
que en lejanías siempre he divisado
en nuestro cielo límpido azulado
donde se yerguen con tantas bellezas.
Porque
disipas todas mis tristezas
cuando sufro, tal vez desconsolado
al recordar mi suelo tan amado
do siempre han existido mil grandezas.
Por eso yo te canto, ciudad mía;
por eso estos sonetos pueblerinos
van para ti, con toda mi alegría;
pues eres, TECOLUCA, lo más fino
por tus seres de gran sabiduría:
José Simeón1, Crisóstomo2
y Merino3
09 de noviembre
en 1995
A
L M A Í Z
Si
no fuese por ti, ¡Maíz Divino!,
el
hombre americano fuese un sueño…
Nos
das la vida,… tú eres el gran dueño
de
la raza mestiza y su destino.
Eres
el alimento palatino;
eres
el alimento del ensueño
para
el hombre del norte y del sureño:
hombre
trabajador, valiente y fino.
Desde
las líneas tropicales, todos,
hemos
sorbido tus mieles hibleas
buscando
en ti, Maíz, los acomodos
que
da el dios Baco. Las ricas obleas:
el
pan de nuestra mesa y de bëodos
nos
hacen exclamar: ¡Bendito seas!
07 de
enero de 1997.-
FRUSTRACIÓN POÉTICA
Pobres pöemas míos / destruidos por mil llamas
en
aquel diez de octubre / del año ochenta y cuatro,
cuando
insolente fuego, / como a las tres y cuarto,
en
la casa de esquina / de maderas y láminas,
de
este ignorado poeta, / más humilde doctor,
redujeron
a nada / todas las pertenencias.
Eso
fue en Santa Tecla (Nueva San Salvador).
¡No
sé por qué la vida / me dio esas penitencias!
Ahí
quizá perdió / sus mejores pöemas;
imposible,
siquiera, / de poder reconstruir.
Muriendo
la cosecha / de infancia y juventud.
¡Qué infierno tan ingrato! / ¡Qué terrible
anatema!...
Y
pasaron seis años / sin poder escribir
ni
en versos, y ni en prosa, / pues sentíase ruin
cual
un paria vencido /entre la multitud.
01 de febrero en 1997.-
PARA
ALFREDO CORNEJO
Ese
infarto, querido hermano Alfredo,
te
acercará mejor a tu mañana;
porque
con él, cual una hermosa diana,
en
nuestro Dios reafirmarás tu credo.
Ese infarto que ayer, como
torpedo
impactó
cruel en tu figura humana,
sólo
será recuerdo de lejana
distancia
a recorrer, ya sin enredo.
Tu
tierna Gaby, con su gran futuro,
y
el gran destino de tus tres varones
llegan,
a nuestro Dios, como oraciones.
¡Ánimo,
hermano, porque ya lo duro
ha
pasado veloz. Hay ilusiones;
pues
serás centenario. Yo lo auguro.
08 de febrero en 1997.-
RETRATO DE UN JOVEN POETA CHALATECO
El pavito coqueto / a
perfección trajeado
con
aquellos sus trajes / de casimir inglés
en
costura perfecto / y muy bien
traslapados;
lujosas
mancuernillas, / mancuernillas de nácar
en
donde se leía / las letra AED;
corbatas
a gran moda, / finas camisas blancas
con
zapatos lustrados / y del traje, color,
—costuras
punto visto / de impecable blancura
fabricados
a mano /con aquel gran amor
que
daba el zapatero / de su Chalatenango
cuando
entonces, allá, / con sobrada hermosura
abundaba
el obrero / y el tepezcuinte hermano.
Su estampa chalateca: / ¿un
metro ochenta y cinco?
esbelta
y elegante / a edad de veintiuno;
su
cabellera canche / de pelaje tupido
dándole
una apariencia / de cabello moruno.
Su
piel facial: muy fina, / algo pecosa y blanca
con
unos, también finos, / gruesos y alegres párpados.
Y su prisa en la marcha, / cual
cabalgar potranca
llevando
bajo un brazo / unos papeles blancos
y
conversando ameno / con el gran Roque Dalton
por
los viejos recintos / de la Universidad;
por
los viejos pasillos / de aquella Escuela nuestra,
—¡Escuela
del recuerdo, / mi Sabia Gran Maestra!—,
frente
a Hospital Rosales / y alba Maternidad,
cuando,…
cuando extasiados / en la nuestra Rotonda
esos
“Comprometidos” / y diez pöetas más
daban
sus recitales / con una fe tan honda.
Conocí
a don Terencio, / el padre del Pöeta,
allá
por esos cauces: / Tamulasco y Sumpul.
Su
hijo se encontraba / ya residiendo en Francia.
A
pesar de que el viejo / esperaba su vuelta
sentíase
dichoso / porque quizá ningún
otro
Lenca o Pilpil, / pudiese dar fragancia
vallejana
o dariana, / en esa Ciudad Luz.
CONTINUARÁ
09
de febrero en 1997.-
ORACIÓN DEL POETA
Dadme,
Señor, la gracia de escribir
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