NOVELA
LA
GUERRILLERA JAGUAR
Por Ramón F Chávez Cañas
Final del
Capítulo V
Tan pronto, al empezar don Próspero, su sobreviviente hijo
mayor, a trabajar y a ganar dinero en grandes cantidades poco imaginables,
abandonaron la pieza del mesón Chávez, trasladándose a vivir menos incómodos a casa
del barrio El Guayabal, ya descrita, la cual compraron a plazos convenientes a magnánimo
comerciante muy adinerado, cuyo nombre fue Don Serafín Rivera. —Este hombre de
bien era dechado de virtudes, tanto para ricos como para pobres de solemnidad;
por eso, al desenfrenarse furia bélica
pasada, ninguno de ambos bandos en discordia intentó atentar contra de sus bien
habidos bienes muebles y raíces. Hace pocos años murió con sonrisa de justos seglares
dibujada en sus labios.
Don Agapito, hermano de padre y madre nacido en 1919, dos
años menor que ella, sólo pudo cursar hasta 2do grado de educación primaria repasando,
al igual que su hermanita Domitila, por incontables veces el oficial libro Segundo
de Mantilla, hasta casi memorizárselo al llegar a la adolescencia; luego, por
influencias de don Felipito Choto, —otro hombre probo, muy querido por su
magnanimidad en pueblito Nejapa —, le dieron empleo de cartero en Correos Nacionales de su
mismo lugar natal. Ahí ejerció ese oficio sin interrupciones desde 1939 hasta
1979. Después de 40 años repartiendo cartas y 60 de edad, pidió jubilación
estando aún muy fuerte; pues el ir y venir a diario por única kilométrica vía
nejapense, a puras pisadas con zapatos “burros” clavados en cuero de cuche (no
había vulcanizados), mantenía enérgica figura. Al salir Acuerdo Oficial de su
retiro laboral, de inmediato pasó a formar parte del “staff” en bazar Lupita,
hasta aquel lunes santo de 1982, cuando salió del bazar con redoblantes
destemplados. Resto de esta historia ya es conocida.
CAPÍTULO VI
Tejutepeque, ciudad y municipio en
departamento Cabañas, está situado al nor-oriente de ciudad Ilobasco del mismo
departamento, en ruta hasta presa “Cinco de Noviembre”, mejor conocida por “Chorrera
del Guayabo”. —Esta presa hidroeléctrica fue primera gran obra de ese género
construida entre 1950-54 sobre relativo caudaloso Río Lempa nuestro—.
Tejutepeque, cuna de muchos honestos intelectuales, sacerdotes piadosos,
competentes profesionales académicos, distinguidos artesanos, comerciantes no
ladrones en pesas y medidas, periodistas veraces, obreros eficientes, corrompidos
políticos, etcétera; fue, además, cuna de elegante, inteligente y bella
señorita María de las Mercedes Serrano
Delgado, quien viniera a este conflictivo mundo nuestro el 24 de septiembre en 1956. Hija legítima de don Apolinar Serrano, —primo-hermano del sacerdote
mártir don Marcial Serrano y del honorable ciudadano don Mauro Serrano—; hija
amadísima de doña Celaura Delgado, —ésta, emparentada muy de cerca con el
sacerdote don Jesús Delgado y con el controversial, ya difunto, monseñor Freddy
Delgado—. Sobrina en 2do grado de don Cristóbal Iglesias, quien dicho sea de
paso, es excelente editorialista y jocoso cronista de nuestra prensa vespertina
escrita. No está emparentada, ni por afinidad, con un corrompido (ladrón)
político, cuya guarida oficial la ha fincado en el partido famoso por “manitas mañosas”, por cierto, partido
en agonía. Politicastro llamado "Cirote Cruzado CPdorrea". Ciudad Tejutepeque ha tenido y continúa teniendo gran fama por ser
cuna de las mujeres más bellas y más elegantes de El Salvador, —aunque el
novelista, poeta y doctor en Biología, don José Rutilio Quezada, afirme lo
contrario al pretender dar ese honroso y centenario título en su reciente magnífica
novela “Las Profecías de Adán Cangrejo” a su Quezaltepeque natal.
Don Apolinar Serrano, todo el tiempo fue cristiano muy
devoto, padre de familia ejemplar, ciudadano con enorme conciencia cívica y
visión profética envidiada por sus contemporáneos. Nunca fue alcalde municipal,
mucho menos diputado, porque en esos tiempos, estando él apto para ejercer tan
delicadas funciones, politicastros ladrones (corruptos, en lenguaje
eufemístico) y desenfrenados asesinos pagando sicarios (ahora con cinismo
llamados “delincuentes con motivaciones
políticas”), a través de tantos descarados fraudes electorales, más bárbara
represión militar contra de opositores, con crudo descaro se entronizaban en mandos
políticos locales, departamentales y nacionales. Don Apolinar Serrano fue
severo opositor a esta clase de lacra política y social; por tanto: desde su
juventud militó en movimientos cívicos de resistencia. Fue romerista (Dr.
Arturo Romero) hasta la cacha, siendo él adolescente en 1944. Debió irse a
dormir, durante varias semanas, a montes y quebradas de su municipio huyendo de
la represión desatada por un tal milico: Osmín Aguirre Salinas, quien pretendía
amedrentar al pueblo honesto e imponer en la presidencia a otro milico apodado
“Mica Polveada”. Objetivo con fraudes conseguido. Después, en 1949-50, entusiasmado se
afilió al Partido Acción Renovadora (PAR) liderado por pulcro ciudadano coronel
José Asencio Menéndez, hijo del verdadero General Francisco Menéndez, —éste, digno
presidente de El Salvador en década 80’s
del siglo XIX—. El opositor oficialista con fraude venció al Coronel José
Asencio Menéndez. Impostor fue milico apodado “Cuchumbo” postulado por el partido PRUD. ¡Otra vez se impuso
fraude y represión! Don Apolinar no se “achicopaló”, volviendo a la carga
siempre en su municipio. Ahí, en 1954-56, integró nueva directiva del naciente Partido
Acción Nacional —PAN—. Este partido postuló a la presidencia salvadoreña a don
Roberto Edmundo Canessa, oligarca democrático; pero fuerzas fraudulentas del
mal impusieron a chafarote de origen hondureño, recién muerto en Costa Rica,
quien se auto nominaba “poeta y escritor” José María Lemus. Así las cosas:
llegaron años 1960-62. Ya casado organizó en su pueblito la directiva del
Partido Demócrata Cristiano (PDC) o partido del pescado, cuyo líder
nacional era el ahora controversial ingeniero José Napoleón Duarte Fuentes†.
Bregó, don Apolinar, en esa lucha cívica durante casi 20 años. Milico “Piporro” Rivera, candidato solitario de
“las manitas mañosas” fue impuesto
sin oposición; pues con “leguleyadas” del oficialismo se anuló planillas opositoras
para alcaldes y diputados; entonces, oposición se retiró en bloque. El bien
llamado “Tapón”, por ser enano de
cuerpo y mente, fue impuesto con descaro, —éste, en julio de 1969 desató guerra
de agresión contra Honduras—. Otro fraude más desvergonzado ante triunfo
arrollador de Unión Nacional Opositora –UNO-, encabezada por José Napoleón
Duarte Fuentes y Guillermo Manuel Ungo, se dio en marzo de 1972. En esa
elección “Tapón” pasó la presidencia a otro goriloide de apellido Molina. Fue
entonces cuando Coroneles: Mejía, José
María Guerrero hijo, teniente Máximo Morelli y otros, sin éxito trataron de
derrocar a tiranía oligárquica-castrense. Todos, exceptuando a Morelli quien
fue muerto en tal intento, salieron al exilio. Napoleón Duarte Fuentes salió
hacia Venezuela, agonizando debido a paliza infligida por miliquitos después de
haber sido salvado del asesinato al intervenir en forma oportuna el nuncio
apostólico; pero, sobre todo, por intervención de embajada gringa.
Represión al interior del país se recrudeció. Otra vez,
como en 1944, don Apolinar Serrano buscó refugio seguro; mas, esta vez no fue
en montes ni cuevas, sino en recintos del palacio arzobispal de San Salvador,
adonde fue llevado por su pariente: sacerdote Jesús Delgado. Continuó con su
bregar. En 1977, al robarle al pescado otra vez la presidencia con su fórmula Claramount-Morales,
don Apolinar perdió la vida al resistirse, con miles más, a desalojar Plaza
Libertad en madrugada del 28 de febrero del mismo año. Demás está decir: represión
continuó contra viuda indefensa con sus pequeños hijos allá en ciudad Tejutepeque;
represión encabezada por espurio diputado llamado Cirote Cruzado CPdorrea, ajotando a guardias
nacionales y a hordas salvajes de “orden”;
pero todavía no se asesinaba al por mayor. Entonces llegó al poder otra
cachucha portada por un tal Carlos Humberto Romero, seudo general del seudo
ejército salvadoreño de esa época. Con esta nueva cachucha de general, represión
se entronizó al máximo. En esos días empezaron a aparecer en rurales alambrados
de púas, en verjas citadinas, barandales
de puentes y muchísimos otros lugares públicos, lívidas cabezas de “pescados” y opositores en general, colgando
para infundir más pánico del ya reinante.
Frente a esta incertidumbre terrorífica, doña Celaura
Delgado viuda de Serrano emigró, con todo y críos, hacia la capital buscando
refugio en casa de habitación de su pariente: religioso Freddy Delgado, quien
la acogió con benevolencia a pesar de estar señalado este sacerdote como fiel
colaborador de la tiranía. Ahí, hasta caída del seudo general Romero,
permaneció refugiada la viuda con sus pequeños y adolescentes críos. Delgado
aprovechaba toda ocasión para recriminarles sus militancias “comunistas”; sin
embargo, no era grosero y nunca les negó subsistencia básica, ni les faltó al
respeto personal ni colectivo; además, con frecuencia les trasladaba a otra
casa de su propiedad, en ciudad Cojutepeque, para combatirles monotonía y
aburrimiento consecuentes.
*****
Encantadora nena María de las Mercedes Serrano Delgado,
había nacido y crecido en aquellos edénicos parajes de la dimensión salvadoreña,
habiendo completado educación primaria y básica en su ciudad natal. Luego, 1970,
a sus 14 abrilitos, se vio precisada a viajar cada día hábil hasta ciudad
Ilobasco para continuar con estudios de bachillerato, habiéndose bachillerado tres
años después a edad de 17. Fue primera bachiller de esa promoción a nivel
departamental en Cabañas. Al año siguiente se matriculó para estudiar Jurisprudencia
y Ciencias Sociales en otra verdadera universidad existente, —la cual muy
pronto debería llevar nombre de su Magnífico Rector, Filósofo, Profeta, Prócer
y Mártir: Doctor Don Ignacio Ellacuría—. Se hospedó en casa-hogar de su noble
tío: don Mauro Serrano, primo-hermano del occiso don Apolinar, su padre. En esa
Universidad, famosa entre todos los estudiantes por ser “bien yuca”, cursó tranquila hasta 4to año de la carrera, sin
sentir la yuca; pero, en febrero de 1977 su padre caía abatido en Plaza
Libertad, frente al portón frontal de iglesia El Rosario, por balas asesinas de
soldadesca, —se recalca—, en unión de centenares más protestantes por burdo fraude cometido en recién pasadas
elecciones presidenciales. Esta tragedia le retrasó estudios en un año. Rector
de UCA, al enterarse algo tarde de tantas dificultades pasadas por señorita
Serrano Delgado, acudió hasta ciudad Tejutepeque para enterarse de primera mano
y ofrecerle beca completa; beca que incluía además de costos educacionales,
adecuada subvención monetaria mensual para gastos de subsistencia en ciudad
capital. Fue así como en 1978 vuelve a recintos de diosa Minerva, egresando dos años más tarde con diploma
de licenciada en Leyes. 1980. En El Salvador la cosa estaba color de hormiga:
José Napoleón Duarte Fuentes, dirigente máximo de DC salvadoreña pactó, 6 de
enero, con seudo ejército salvadoreño a cambio de que éste permitiera y apoyara
falsa reforma agraria y otra más falsa reforma bancaria, tratando de “quitarle
banderas” a subversivos comunistas, —decía
Duarte Fuentes—; luego, el 24 de marzo en ese mismo año (1980), con lujo de
cobardía es asesinado tan Eminente Señor Arzobispo de San Salvador: Monseñor
Doctor Don Óscar Arnulfo Romero y Galdámez. Además, descabezados aumentaron en forma
geométrica hasta volverse incontables. Estos trágicos sucesos desalentaron mayores aspiraciones académicas de señorita
Serrano Delgado, pues siguiente paso sería obtener doctorado; optando por
dirigirse en búsqueda de su tío, sacerdote católico Don Marcial Serrano,
destacado en ciudad Olocuilta, departamento la Paz; parroquia perteneciente
entonces a diócesis de San Vicente en Zona Para-central, pastoreada, durante
tantos crudos o medievales años, en forma retrógrada, por obispo Quintanilla apodado
“Tamagás”†. Habló largo y tendido con mencionado tío, explicándole indignación
sentida ante atrocidades cometidas a diario por régimen despótico contra todos
sus opositores que rondaban 99% del pueblo salvadoreño; al mismo tiempo, decisión
tomada sin influencia de terceros o segundos de incorporarse a lucha armada
insurgente. Lucha armada insurgente del pueblo salvadoreño estaba en proceso de
organización; por eso no se contaba, ni en sueños, con mínimos armamentos
bélicos modernos, sólo con algunas pistolitas, escopetillas, revólveres y
riflitos .22, requisados entre población civil. Rara vez había alguien
exhibiendo un G3, Gal, M16 o Máuser, capturado en algún ataque sorpresivo o
emboscada contra mal llamados cuerpos de seguridad. Ahí, en casa conventual de
Olocuilta permaneció en oración meditativa durante 6 días; al cabo de los
cuales, sin lágrimas reconfirmó a su tío la decisión inquebrantable e
irrevocable de incorporarse a lucha bélica civil por libertad con justicia. Sacerdote
Don Marcial Serrano no contradijo; más bien, por gestos de su rostro y tonos de
voz, apoyaba tal decisión de valiente muchacha, al decirle:
—Vete
para Tecoluca. Ahí buscarás al sacerdote “Chele” David Rodríguez, también
apodado “Kennedy” por notable parecido con asesinado presidente gringo. A él
dirás lo dicho a mí. Él te ayudará más, pues está mejor enterado de acontecimientos guerrilleros con respecto al
armamento requerido. Tiene, en su parroquia, mejor organización, pues todo el
campesinado tecoluquense es más arrecho que el de esta mi parroquia. Chele
David, —continuó padre Marcial, con gesto profundo e indescifrable, quizá
presintiendo su próxima muerte martirial. Prosiguió—: es sacerdote osado. Sus organizaciones eclesiales de base le responden
a mil maravillas… No te doy ningún papel de presentación, pues eso sería como
firmar nuestras sentencias de muerte en caso fueses interceptada en el camino
por guardias nacionales o policías de hacienda. Bastará con tu identificación
verbal para ser creída por él. No te voy a dejar hasta Tecoluca, pues tú has
constatado el estado ruinoso de mi viejito “jeep”. No he tenido dinero para
comprar repuestos indicados por el mecánico. Lleva estas reliquias traídas
desde Roma y Belén cuando hace 5 años fui dirigiendo excursión a los santos
lugares. Ellas te protegerán porque eres señorita prudente. Reliquias no
protegen a imprudentes ni a prepotentes. También te daré mi bendición
sacerdotal.
Pocos meses después, sacerdote Don Marcial Serrano,
oriundo de ciudad y municipio Tejutepeque, aparecía asesinado sobre antigua
carretera San Salvador-Zacatecoluca. Hasta el presente dicho caso permanece en
misterio; pero voz del pueblo o voz de Dios, señala como autora material de ese
crimen a desaparecida Policía de Hacienda.
Futura heroína tomó su bolsón cuero-baqueta color café
donde portaba básicas pertenencias; al mismo
instante, su cartera con tirantes sin apretarla contra el busto. Se encaminó
hasta orillas de carretera nueva hacia aeropuerto Comalapa, carretera todavía
en construcción, para tomar autobús del servicio público rumbo a ciudad
Zacatecoluca, donde transbordaría a otro autobús para llegar a ciudad Tecoluca,
destino final inmediato. En trayecto hasta esta última ciudad fue bajada, junto
con demás pasajeros, por 2 retenes de esbirros y registrada hasta en ropa
interior. Por llevar papeles de identidad en regla y en bolsón de cuero nada
sospechoso (sólo ropas de cama más 3 “mudadas” de mezclilla o vaquero con
varios pares de tacones altos), sólo sufrió incomodidad de ser manoseada por un sargento
patán del cuartel viroleño. Al llegar a casa conventual de ciudad Tecoluca, donde
residía el sacerdote católico don David Rodríguez, —con cariño llamado Chele
David por los suyos—, durante 3hrs ella esperó, pues tal sacerdote católico andaba
en ocupaciones por extensa área rural de parroquia-municipio llamado Tecoluca. A
propósito: es parroquia-municipio más extensa existente en todo el “Pulgarcito
de América” (Bautizado así por Nobel chilena Lucía de María del Perpetuo Socorro Godoy Alcayaga, alias: Gabriela
Mistral). Llegado mentado presbítero, de inmediato se presentó a éste. Cura
David ordenó comida para la aspirante a combatiente; luego entraron en prolongada
e interesante conversación en la cual la inteligente damisela narró su abolengo
democrático, estudios realizados, cercano parentesco con curas: Serrano y curas
Delgado, más objetivos por los cuales ella estaba ahí. “Kennedy” salvadoreño,
originario del cantón Amatitán Abajo del rural municipio Santa Clara, en para-central
departamento San Vicente, hijo de acomodados agro-ganaderos cultivadores, sobre
todo, de caña azucarera en tierras propias adyacentes a laguna de Apastepeque
del mismo departamento vicentino, la escuchó con esmerada atención no
dubitativa. Después de haberla interrogado sobre tan peligroso tema, éste llegó a conclusión de
la verdad manifestada por señorita licenciada en Derecho. En seguida le habló:
—Esta
noche no dormiremos aquí, en el convento. Las noches en este Tecoluca son
peligrosas en extremo; pues jauría, tal cual tú lo habrás podido comprobar con
tus propios ojos, se ha incrementado. Todos esos guardias nacionales, policías,
soldados y “chaneques” que tú has visto en esos portales centrales,
al nomás oscurecer empiezan su macabra labor. Termina de sorber el café. Mídete
después estas ropas y estos zapatos tenis o de fatiga; pues hacia adonde iremos
es imposible caminar con tacones altos ni con vestidos de seda.
Hacia 04:00pm, Chele David, otros 4 varones
acompañantes, más damisela recién llegada, abordaron un viejo “Land Rover” con
rumbo a sur poniente de Tecoluca, parando 2kms más adelante, a la altura del
cantón Llano Grande donde Chele David hizo bajar a tres varones y a bisoña
licenciada en Leyes, regresando de inmediato a casa parroquial con sólo un acompañante.
Guardó el destartalado “Land Rover”.
Con sendas mochilas al hombro partieron a pie en dirección a guatalerías de
familias Chávez-Orantes, Chávez-Henríquez y Chávez-Martínez, para luego
atravesar quebrada El Burro (profundo acantilado); pronto, ya en terrenos de hacienda
“El Jiote”, propiedad del joven demócrata señor don José Ovidio Chávez Muñoz,
dirigieron hacia el norte sus lodosas y rústicas vulcanizadas botas de combate,
buscando próximas cúspides del monumental volcán Chinchontepec, hasta dar
alcance a los tres varones y a la sin igual damita, quienes de antemano había elaborado
tal plan. Atravesaron largos 3kms de hacienda El Jiote; cruzaron vía férrea del
agonizante tren IRCA, siguieron de largo sobre extensas propiedades agrícolas
abandonadas por don Manuel Humberto Díaz Chanchanico y otras, también
abandonadas por señor don Isabel de Jesús Salinas Vasconcelos, —ambos
emparentados por afinidad con el tronco genético bicentenario Chávez-Henríquez
tecoluquense—, porque democrática Guerrilla había declarado “zona militar
restringida a civiles desarmados” a todos los terrenos situados al norte de
línea férrea IRCA, hasta aquellas dos chiches o pezones del Chinchontepec. Pronto llegaron
al incipiente campamento “Cayetana”, donde alegre conglomerado les recibió con
entusiasmo y cena. La muchacha fue presentada a bisoños futuros comandantes y
combatientes.
Era 03 de agosto en 1980. Ninguna rueda “Chicagua ni chicagüitas”, ni de
caballitos, ni sillas voladoras, mucho menos payasos, ni loterías de cartón, ni
periquitos de la suerte, habían empezado a llegar con motivo de fiestas
patronales de Tecoluca, a celebrarse del 05 al 10 de agosto. Tampoco arribaron
en días siguientes, porque ese año no hubo ni alborada festiva saludando a San
Lorenzo, patrono. Maduros maizales estaban empezando a ser doblados; inmensos
cañaverales del joven señor don José Ovidio Chávez M., alcanzaban 3mts de altura:
ideal para evadir reconocimientos y
ataques aéreos. Invierno tropical estaba siendo copioso: tormentas formadas en
oriente allá por bahía ultra lempina de Jiquilisco, muy temprano de la tarde
caían sobre esas fértiles y valientes tierras; por tanto, cuando licenciada
Serrano Delgado más cinco acompañantes llegaron al cantón Cayetana, iban empapados
de lluvia y tiritando; pero con ánimos más calientes que horno panadero. Al nomás
amanecer, Chele David retornó a Tecoluca dejando ahí, bajo responsabilidad de:
don Julián Urquilla, don Roberto de León Ramírez Trabanino y otros todavía no
llamados “compas”, a recién llegada señorita capitalina. Don Julián Urquilla,
jefe, con resto empezaron a instruir a tan noble damisela en arte de la guerra,
mostrándole rudimentarias armas poseídas por ellos en esos días. A cambio, licenciada
señorita capitalina Serrano Delgado, con esmalte de uñas aún intacto, les
instruía en aspectos legales, (entonces ridículos, obsoletos o letras muertas);
pero más fortificadores en ánimo del conglomerado. Era llevada a diario, en son
de entrenamiento militar, hasta fincas cafetaleras vecinas: Iberia, India,
Dolores, El Verde, Peñas Arriba, El Coyolito. Por último, para recibir en
diciembre de ese mismo año entrenamiento más sofisticado en manejo de modernas
armas de guerra llegadas de Cuba vía Nicaragua, fue llevada hasta finca
Pichincha, propiedad de familia Rengifo-Orellana de Zacatecoluca. Pichincha
está localizada a 1950msnm, cabal en lugar donde anudan aquellas dos chiches del colosal
Volcán de San Vicente. Esta finca había sido tomada por rebeldes. Allí estaba
radicada la Comandancia General del Frente Para-central Anastasio Aquino;
comandancia artífice, en gran parte, de relativas victorias posteriores obtenidas.
C O N T I N U A R Á
El anciano acaudalado Don Serafín Rivera, a sus tres varones herederos heredó, además, el respeto cariñoso quezalteco ganado por él; respeto que también están disfrutando sus nietos y bisnietos
ResponderEliminarCuando yo fui jovencito, allá por 1960-70, conocí a Don Felipito Choto de Nejapa. Él, no tan senil aún, no me conoció; pues por edades disímiles y posiciones socio-económicas dispares, no podía conocerme; pero, Don Felipito Choto nejapense, era conocido, respetado y querido por mundo y medio en todos los estratos de aquellas divinas regiones al nororiente del volcán Quezaltepec y más.
ResponderEliminarFue, Don Felipito, el brazo derecho de la familia oligárquica Vilanova Castro; no obstante, él, Don Felipito, era un santo patrono en pro de pobres y riquitos pueblerinos nejapenses. Su amplia mansión, casi al centro del pueblito Nejapa, siempre estaba con puertas abiertas para amigos y para necesitados.
Ernesto Granados López.-
Tejutepeque es señalado en esta novelita como cuna de numerosos religiosos católicos virtuosos, y de algún curita politicastro medio endemoniado. Es verdad: de pueblitos apartados o distantes de ciudades donde había escuelas oficiales hasta con bachillerato, surgían muchas "vocaciones sacerdotales"; pero eran vocaciones "obligadas" por no haber capacidades monetarias familiares para mantener, a uno ni a varios hijos, en pupilajes de, por ejemplo: Cojutepeque, San Vicente y Sensuntepeque, en donde sí había hasta educación secundaria completa. (Segundo grado de primaria era la educación tope oficial allá en Tejutepeque).
ResponderEliminarEntonces, padres y madres de familia, mayoría de ellos criollitos o ladinitos empobrecidos y arrinconados en aquellas agrestes tierras del septemtrión salvadoreño (Chalatenango, Cabañas, Morazán y norte de San Vicente con Cuscatlán), buscaban los seminarios católicos para liberar a sus hijitos varones del esclavismo más cruel llamado analfabetismo real y virtual; pues los seminarios cureros no cobraban escolaridades ni pupilajes.
LA "DOCTORA MARÍA DE LAS MERCEDES SERRANO DELGADO" ES EL VERDADERO NOMBRE O DE PILA DE LA "G U E R R I L L E R A J A G U A R".
ResponderEliminarEs inusual que un novelista dé a conocer el nombre verdadero de su principal heroína hasta haber llegado al capítula VI, y mantener en suspenso a posibles lectores impacientes; pues durante los cinco capítulos anteriores yo me hacía conjeturas falsas creyendo tratarse de sñoras o señoritas guerrilleras asesinadas u ocupando diversos cargos gubernamentales en actual gobierno FMLN/Funes, como la doctora Violeta Menjivar; pero ésta, no llenaba los requisitos de belleza y sensualidad que el novelista Chávez Cañas describe a mediados del primer capítulo de esta su obra. De ninguna manera esta opinión quiere minusvalorar la belleza física de Violetita: ¡no, no y no! Violetita, además de ser bellísima en otra dirección física, también lo es en campos espirituales, no religiosos, así como lo es la GUERRILLERA JAGUAR.-
Chichipate Cañaverales.
A la juventud salvadoreña, jóvenes y "jovenas" menores de 25 primaveras en especial, les aconsejo leer también a poetas y prosistas nuestros. El Doctor José Rutilio Quezada tiene, entre otros trabajos literarios macanudos, tres que yo he leído hace como 20 ó 30 años. Ellos son: "DOLOR DE PATRIA", "LA ÚLTIMA GUINDA" Y "LAS PROFESÍAS DE ADÁN CANGREJO". Aprovechando esta ocasión, también les recomiendo leer el único libro en prosa escrito por nuestra Poeta (no poetisa) Claudia Lars llamado "TIERRA DE INFANCIA". Si por desgracia no los encuentran en librerías fuertes o en Casa de la Cultura municipales, deben buscarlos en Librería Roxil de Santa Tecla; pues esa librería-editorial los publicó en sus respectivos tiempos.
ResponderEliminarEL SACERDOTE CATÓLICO DAVID RODRÍGUEZ, APODADO POR SUS COMPAS Y FELIGRESES COMO "CHELE" DAVID O PADRE KENNEDY ---por su enorme parecido con aquel inefable presidente gringo asesinado en 1963---, FUE CURA CACHIMBÓN EN TECOLUCA HASTA HABER TIRADO AL INFIERNO LA SOTANA Y HABER EMPUÑADO LA METRALLA GUERRILLERA; HABIENDO SIDO COMANDANTE GENERAL DEL CAMPAMENTO "ANASTASIO AQUINO" DEL VOLCÁN CHINCHONTEPEC. AL NO SOPORTAR MÁS LA PULLA ULTRA DERECHISTA DEL OBISPO SANVICENTINO "TAMAGÁS", NI DEL BURDO ALCALDE 'ATILA' CAÑAS DE TECOLUCA, DESPUÉS DE HABER AJUSTICIADO A ÉSTE, SE FUE A ENMONTAÑAR. AHORA ES COMBATIVO DIPUTADO POR EL FMLN REPRESENTANDO AL DEPARTAMENTO LA PAZ.
ResponderEliminarCURAS SIMILARES EN TECOLUCA FUERON: RAFAEL PALACIOS Y RAFAEL BARAHONA: AQUÉL, ASESINADO EN 1979 POR ESCUADRONES DABUISONIANOS FRENTE A 'EL SURCO' DE SANTA TECLA; Y, ÉSTE, DESPUÉS DE HABER SIDO CASI MALMATADO POR EL ESCUADRONERO TECOLUQUENSE ATILIO CAÑAS SALINAS, AL ARRASTRARLO CON SU JEEP SOBRE CALLE DE TIERRA TECOLUCA-EL PLAYÓN, PREFIRIÓ EXILIARSE EN MÉXICO.
FIRMA: RAMÓN F CHÁVEZ CAÑAS.
El General FranciscoMenéndez Valdivieso de Ahuachapán, ---padre natural del Coronel José Ascencio Menéndez, no es santo de nuestra devoción; pues, Francisco Menéndez apoyó al Rafael Saldívar, quien fue el primer ladrón de Realengos y Ejidos salvadoreños; luego, al llegar Francisco Menéndez Valdivieso a la Silla Presidencia del Salvador por haber derrocado al Rafael Zaldaña, aquél, Menéndez Valdivieso, no movió ni dedos meñiques para anular aquella matrera ley privatizadora de 1879.
ResponderEliminarEsta narrativa medio histórica está bastante interesante por clara al estar ordenada y usar vocabulario adecuado al entendimiento común hasta del menos imstruido conciudadano salvadoreño; sin embargo, debo continuar martillando a la tendencia del Doctor Ramón F Chávez Cañas, --dilecto amigo mío y autor de esta novela--, al insistir en poner por los cielos a su pueblito currutaco llamado Tecoluca; pero esta vez no ensalza al área urbano de ese municipio con su mercadito obsoleto, al estar aquel galerón moderno ocupado sólo al 10% por dos o tres locatarias vendiendo miserias, y las dos farmacitas exhibiendo papeles de yodoclorina, más aquellas callecitas y aquel parquecito central con media docena de bolitos consuetudinarios haciendo cabudas y pidiendo a transeuntes dinero para comprar el zangolote vendido en caricaturas de farmacia, etcétera.
ResponderEliminarEsta vez mi acreditado doctor le echa flores al área rural o campesina de aquel extenso municipio, en especial al cantón La Cayetana y a la meseta La Pichincha, ambos lugares encaramados en el sí majestuoso Volcán Chinchontepec. Menciona, además, a tecoluquenses guerrilleros: Julián Urquilla, Beto de León Ramíres Trabanino, cura David Rodríguez y a un tal Atila Cañas; éste, civil ultraderechista criminal, oreja del cuartel sanvicentino y cuatrero a la vez; mientras, los otros, profesores bélicos de la Comandante Úrsula o María de las Mercedes Serrano Delgado.
Pero, lo más chistoso del caso, es que vuelve a endiosar a integrantes del clan Chávez, en especial a su hermano: Don José Ovidio Chávez Muñoz, propietario de hacienda "El Jiote" la cual, en verdad, es paradisíaca por constarme de vista y oídas cuando yo fui asesor agrícola de Don Ovidio. Al mismo tiempo, menciona a familias terratenientes siguientes: Chávez-Orantes; Chávez-Henríquez; Chávez-Martínez; Chávez-Salinas y Chávez-Chanachanico. Aunque todo esto es verídico, mi querido Doctor Chávez Cañas debió haber esperado a que otro novelista tecoluqueño lo escribiera.
Ing Agr. Randolfo Vásquez.-
NUESTRO RESPETADO Y QUERIDO AMIGO, INGENIERO VÁSQUEZ:
EliminarESTA ES LA SEGUNDA CRÍTICA MORDAZ QUE USTED HACE A MI NOVELITA "LA GUERRILLERA JAGUAR". A LA PRIMERA CRÍTICA MORDAZ, PARECIDA A ESTA SEGUNDA, CREÍ PRUDENTE NO CONTESTARLE, PERO SÍ PONERLA EN EL CIBER ESPACIO PARA DEMOSTRAR A NUESTRO PÚBLICO VISITANTE DE QUE SÓLO CORREOS SOECES O INSULTANTES ESTÁN DEL TODO VEDADOS PARA DON ANASTASIO AQUISÍ, DUEÑO DE ESTE BLOG.
ES VERDAD: TECOLUCA ES PUEBLITO "CURRUTACO",TAL COMO USTED LO PREGONA AUNQUE DE MANERA EXAGERADA... PARA SU MEJOR ILUSTRACIÓN, INGENIERO VÁSQUEZ, LE RESUMIRÉ PRESUNTAS CAUSAS DE LA CASI CENTENARIA DECADENCIA COMERCIAL DE MI TECOLUCA:
EN TIEMPOS COLONIALES Y DURANTE 100 AÑOS DESPUÉS (1921), TECOLUCA ERA PASO TERRESTRE OBLIGADO HACIA SAN SALVADOR DESDE TODA LA ZONA ORIENTAL SALVADOREÑA Y PARTE SUDESTE HONDUREÑA CON SUDOCCIDENTAL NICARAGUENSE; PUES NO HABÍA FERROCARRIL NI CARRETERAS CON PUENTES SOBRE TODO EL RÍO LEMPA DESDE "EL POY" HASTA EL MAR PACÍFICO. SÓLO CARRETAS A SEMOVIENTES Y BESTIAS CABALLARES Y/O MULARES PODÍAN PASAR DESDE USULUTÁN HASTA TECOLUCA, EMBARCÁNDOSE EN BARCAZAS O LANCHONES A REMOS EN EL BAJO LEMPA, DONDE AHORA AÚN ESTÁN LOS CANTONES DE SAN mARCOS Y SAN NICOLÁS LEMPA; PUES EL PUENTE CUSCATLÁN SOBRE EL MEDIANO LEMPA, JUNTO CON LA CARRETERA PANAMERICANA, NI EN SUEÑOS EXISTÍAN: TAMPOCO EL PUENTE DE "ORO" ENTRE CANTONES LEMPINOS YA MENCIONADOS.
ENTONCES, CARRETAS CON BUEYES, BESTIAS CABALLARES Y PEATONES HUMANOS, DE IDA Y VENIDA HACIA CIUDAD CAPITAL SALVADOREÑA, LLEGABAN DE PASO HASTA TECOLUCA QUE ERA LUGAR OBLIGADO DE SESTEO O PERNOCTACIÓN PARA PASAJEROS CON RUTA: SAN VICENTE, SANTO DOMINGO, SAN RAFAEL CEDROS, COJUTEPEQUE, SAN MARTÍN Y SAN SALVADOR; PORQUE, ADEMÁS, CARRETERA DEL LITORAL NO HABÍA POR SER BOSQUE VIRGEN PRIMARIO; Y, TAMPOCO HABÍA CARRETERA ADECUADA DESDE ZACATECOLUCA HASTA SAN SALVADOR.
EL TREN ORIENTAL O "IRCA" (ferrocarriles internacionales de centroamérica, por sus siglas en inglés), en 1921 empezó a llegar o pasar por TECOLUCA HASTA CIUDAD SAN VICENTE Y ZACATECOLUCA. DESDE ENTONCES, AQUELLAS INTERMINABLES CARABANAS ORIENTALES MOVIDAS POR FUERZAS ANIMALES, DE SÚBITO DESAPARECIERON. LUEGO, LA CARRETERA SAN VICENTE-ZACATECOLUCA, SUSTITUYÓ AL TREN IRCA PARA CONTINUAR AISLANDO A MI QUERIDÍSIMA TECOLUCA.
FIRMA: RAMÓN F CHÁVEZ CAÑAS.-
LA PAZ ESPIRITUAL, ---no religiosa judeo-cristiana---, Y LA PAZ MATERIAL O SOCIAL VIVIDA POR TECOLUCA DESDE CUANDO FUE CAPITAL DEL IMPERIO NONUALCO PRECOLOMBINO, AHORA ESTÁ SIENDO MÁS ENVIDIADA POR TANTOS ENVIDIOSOS GUANACOS A QUIENES NO LES GUSTA VER OJOS BONITOS EN CARA AJENA; PUES ELLOS, ESOS ENVIDIOSOS COMO EL INGENIERO DE MARRAS CITADO EN DOS ANTERIORES OPINIONES, ESTÁN REGOCIJADOS MIRANDO CÓMO EL ALCALDE CAPITALINO, QUIJANO, ESTÁ DANDO PALOS A MILLARES DE VENDEDORES AMBULANTES O CALLEJEROS, HOMBRES Y MUJERES; ASIMISMO EN: SANTA ANA, SAN MIGUEL, ZACATECOLUCA, SAN VICENTE Y ETCÉTERA, AUNQUE EN MENOR GRADO SEAN APALEADOS LOS SIEMPRE CULPABLES DE TODO: MIS GUANACOS HIJOS DE P... (según poema de Roque Dalton).
ResponderEliminarEN CAMBIO, NUESTRO NIDITO LLAMADO "TECOLUCA", NO HA SIDO NI SERÁ BARRIO DEL CONSUMISMO NEOLIBERAL POR NO AMBICIONAR MÁS DEL "MINIMUN VITAL" PREDICADO POR EL FILÓSOFO SALVADOREÑO DE PUEBLITO ALEGRÍA, USULUTÁN, LLAMADO DON ALBERTO MASFERRER. A LA BIEN ORGANIZADA SOCIEDAD TECOLUQUENSE, EN ESPECIAL A LA RESIDENTE AL OCCIDENTE DEL BAJO LEMPA, MANOS LE HACE FALTA PARA ELABORAR PRODUCTOS AGROPECUARIOS DE EXPORTACIÓN A LA AHORA HAMBIRENTA EUROPA: QUESOS, CREMAS VACUNAS, PASAS, CHICHAS Y VINOS OBTENIDOS DEL MARAÑÓN; ARTESANÍAS DIVERSAS E INPENSABLES OBJETOS ELABORADOS CON MÚLTIPLES MATERIALES COMO HAMACAS, ETC.
CHICHIPATE CAÑAVERALES.-
Con el debido respeto aconsejo al señor Chichipate Cañaverales no inmiscuirse en la respetuosa disputa sostenida por este servidor con el Doctor Ramón F Chávez Cañas; pues, de inmediato, al nomás leer su nombre y apellido, a mi mente se vino aquellas desgarbadas figuras de 6 ó 10 bolitos consuetudinarios disputándose el bote de alcohol naftalinado o zangolote, para ser uno de ellos en tragar la primera buchada de ese veneno.
ResponderEliminarTan fea escena la contemplo casi siempre cuando, por razones laborales mías, paso por el centro tecoluquense frente al portal de la sucesión Lino Parras, donde hay una farmacia o caricatura de la misma. Sin duda, don Chichipate, alguno de esos bolivianos debe ser usted.
Ing. Agr. Randolfo Vásquez.
El fundador de ese tronco bicentenario Chávez-Henríquez tecoluquense ---1888---, fue Francisco Chávez Rivas ---1842-1917--- quien, desde pueblo Santa Elena en Usulután, llegó al cantón El Palomar de Tecoluca allá por 1882 para comprar, a "precios de me lo llevo", 30% de los Ejidos Municipales tecoluquenses, más otra cantidad similar y residual de terrenos sobrantes cuando se desmembró en varias haciendas agroganaderas el inmenso Realengo tecoluquense llamado "Hacienda San Jerónimo de Molina". Chávez Rivas "compró" sobrantes de haciendas "El Obrajuelo" y "Tehuacán Opico", propiedad de Carlos Jiménez, el primero y de Nicolás Angulo, el segundo. No compró Hacienda Las Pampas por no ajustarle la cobija.
ResponderEliminarEn un capítulo anterior o inicial, luego, en otro de esta enternecedora novela, aparece la palabra "APACTADO" calificando así a un individuo enriquecido de Ahuachapán llamado Norberto Morán. No entendí muy bien el significado de tal palabreja, aún buscándola en el diccionario RAE. Entonces, pregunté a mi tía bisabuela, Onofre Aguilar, apastepecana de 104 años de edad. Ella, con sonrisa medio tímida, se expresó así: "Antes, cuando alguien aparecía enriquecido de la noche a la mañana sin tener ni petate en qué caer muerto, el cura párroco, junto con su mara de beatas y beatos, se encargaba de poner en mal al enriquecido de súbito; y, el peor insulto lanzado contra el enriquecido ladrón de tieeras nacionales inmensas, se le apodaba APACTADO, por haber éste hecho pacto con lucifer pagándole tal riqueza con su alma.
ResponderEliminarCuras, obispos, arzobispos, cardenales y hasta papas, llamaban "apactados" a criollos ladrones de Realengos y Ejidos latinoamericanos en nuestro caso; sin embargo, bajo la mesa o a escondidas, tales apactados pagaban jugosas cantidades en donero o en especies a estos "representantes de dios" sobre esta tierra de América Latina, porque así, ladinos, indígenas y mulatos, se sentían bienaventurados al saber que el descarado apactado iba directo al fuego eterno a pagar su trato o pacto con El Diablo bíblico o cristiano.
ResponderEliminarEntonces, Norberto Morán, Nicolás Angulo Fifueroa, Francisco Dueñas, Rafael Zaldívar y quinimil apactados guanacos no mencionados en esta novela, podían andar orondos por campos y ciudades salvadoreñas... Hubo, también, empobrecidos ambiciosos y deseosos de ser apactados. Para ello, muchos tecoluquenses acudían, en viernes santos a 24hrs, hasta el fondo de la Quebrada El Burro, bajo el puente ferrocarrilero de IRCA, a implorar la presencia de Satanás.