Anastasio Jaguar

Anastasio Jaguar

Breve Biografía de ANASTASIO MÁRTIR AQUINO (1792-1833):

Único Prócer salvadoreño verdadero en siglo XIX. Nativo de Santiago Nonualco, La Paz. De raza nonualca pura. Se levantó en armas contra Estado salvadoreño mal gobernado por criollos y algunos serviles ladinos, descendientes, éstos, de aquéllos con mujeres mestizas de criollo o chapetón y amerindia; pues esclavitud inclemente contra: indígenas, negros, zambos y mulatos, era insoportable para el Prócer Aquino. Fue asesinado por el Estado salvadoreño en julio de 1833, —después calumniado hasta lo indecible, tratando de minusvalorar sus hazañas; así como hoy calumnian a Don Hugo Rafael Chávez Frías y, ayer, al aún vivo: Doctor Don Fidel Castro Ruz.

En honor a tan egregio ANASTASIO AQUINO, este blog se llama:

“A N A S T A S I O A Q U Í S Í”

viernes, 3 de diciembre de 2010

Uniformados terroríficos

      UNIFORMADOS TERRORÍFICOS

            Por  Chichipate Cañaverales


Exceptuaremos de estas Reflexiones a uniformados niños y jovencitos escolares; a caballeros y damas empleados estatales y de empresas privadas no castrenses; a trabajadores civiles, mujeres y hombres dedicados a servicios estatales, municipales e   instituciones autónomas; y, a humildes meseros, cocineros, servidoras domésticas, etcétera; pues todos ellos, más hembritas que varones, lo hacen por economía monetaria; también para no llegar a egoísmos o envidias femeninas malsanas al competir con más o menos lujosos ropajes cotidianos. Entonces, por razones obvias deben uniformarse.
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Vestimentas papales, por ser ropas para único personaje temporal o en turno, no entran en categoría de uniforme; pues ese individuo, a pesar de haberse reducido parafernalias vaticanas, continúa vistiéndose cual hermoso pavo real. Tales papas fueron súper pavos reales antes de Juan XXIII, —padre del Concilio Vaticano II (1962-65)—. Previo a ese concilio, en forma retrospectiva o de “reculadas” en historia no tan reciente, diremos: Pío XII, Pío XI, Benedicto XV, León XIII, Pío IX,  (y dejemos de contar más hacia atrás de estos últimos 150 años católicos desde el espurio Pío Nono), portaban copetona corona imperial forjada en oro macizo de altos quilates, adornada con sinfín de piedras a cuales más costosas en dólares o euros actuales; blancos pectorales, capas, sotanas, calzados, anillos y báculos: todos con filigranas áureas también de quilates superiores. Desplazamientos de dichos sujetos, —con perfidia arrogante dicen estar representando al humilde muchacho asesinado con clavos sobre 2 maderos cruzados, después de haber sido torturado con más salvajismo que a los dos ladrones—, desplazamientos, repito, dentro de catedral San Pedro, plaza de misma catedral y en iglesias extra muros de Roma, se efectuaban en lujosísimas carrozas no tiradas por nobles bestias caballares ni mulares, sino sobre lomos de 12 a 18 burros humanos o “caballeros” bien trajeados. Mentados cargadores son recordados cada año al mirar procesiones de santos entierros en: Sevilla-España, Antigua de Guatemala y Sonsonate, ésta, ciudad salvadoreña. Tal cual cantaran payasos pueblerinos de hace 60 ó más años: ¡Ah, qué tiempos señor don Simón!
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Seremos específicos: en estas Reflexiones nos referiremos a uniformados de congregaciones religiosas católicas, apostólicas, romanas: no laicas. Desde encumbrados cardenales pasando por arzobispos, obispos, vicarios, curas, curitas, abates y monjas; cuyos colores, más diseños estrambóticos y desfasados, hacen forzada invitación a ciudadanos salvadoreños-guanacos creyentes para, en presencia de uno u otro de estos egoístas papagayos, doblar rodillas y testuz cuales borregos, ciervos o siervos, después de haber besado mega diamante, tal vez sintético, engarzado en carísima sortija, quizás oropel, portada en anular derecho del prelado. Además, según grados jerárquicos, lucen en sus coronillas, antes tonsuradas, desde: capelo cardenalicio, mitra arzobispal y simple bonete sacerdotal, hasta cierto gorrito occipital similar al usado por rabinos e imanes musulmanes. Con estas vanas por lujosas pompas, todos con sotanas desde negro hasta blanco inmaculado, pasando por morados obispales y carmesí cardenalicio, pretenden, lográndolo en alto grado, amedrentar a timoratos del terrorífico infierno, y ambiciosos del cielo falso, éste, sin habérselo ganado, e ignorantes de procesos históricos y filosóficos al respecto; porque llamas infernales y paraísos celestiales, son mitologías baratas existentes desde 3 a 5 mil años antes de relatos bíblicos… Hebreos o judíos o israelitas y sionistas ultra derechistas, plagiaron de pueblos, tribus o clanes antiquísimos: sumerios, persas, egipcios y griegos, todo concepto risible referente a edenes y calderas.


Uniforme militar, de manera especial en Iberoamérica. —Para esta Reflexión tomaremos como ejemplo en estas breves líneas, a casta militar salvadoreña quien funcionó, desde 1932 hasta 1992, similar a casta católica—; pero jauría castrense no accionó para meter más temores a llamas infernales ni codiciar más glorias celestiales. Las turbas delincuenciales militares, todavía accionando impunes en varios países hispanoamericanos, cuyo primer lugar ocupan en Colombia, portando cachuchas diferentes en tonos, formas, barras o estrellas; y cajas torácicas anteriores alfombradas con sinnúmero de oropeles falsificando hazañas, o títulos imaginarios pretenden, —lográndolo al interior de masas poblacionales imbecilizadas por analfabetismo real y/o virtual—, destacar altos conocimientos castrenses aplicados en torturas sofisticadas a indefensa población obrera-campesina; asimismo, personas subordinadas a generales o coroneles: desde mayores, capitanes, tenientes, sargentos, hasta soldaditos rasos, incluyendo a guardias nacionales, policías de Hacienda, policías nacionales (no civiles) —estos 3 últimos estamentos medievales fueron borrados en 1992 por Acuerdos de Paz firmados en Chapultepec, México—, obedientes a criminales órdenes superiores, aunque éstas fuesen inconstitucionales por salvajes, reprimían a masas desposeídas protestantes contra despotismos oligárquicos, u organizadas cuales democráticas y valientes agrupaciones clandestinas. Guardias y policías antes mencionados, con cascos craneales según moda: iniciándose a finales de siglo XIX, y en 1913 con sombreros de palma al estilo campesino desheredado; siguiendo después parámetros españoles del falangista y ultra derechista Primo de Rivera; en seguida, cascos de fibra similares a usados por exploradores ingleses del XIX e incipiente XX, en África o Asia. Luego, similar tapa-cabezas del nazi-fascismo hitleriano, para continuar y terminar usando casquillos parecidos a los de soldadesca gringa en Corea y Vietnam; pero los genuinos cascos de bestias caballares lanzando coces a diestra y siniestra, siempre los usaron y continúan usándolos en: México, Colombia, Haití, Perú, etcétera. Vestimenta caqui mangas largas más correaje negro en todas direcciones corporales y calzado ordinario en forma de botas altas hasta huecos poplíteos, más fusiles bélicos de asalto G3 ó M16, con bayoneta o yatagán envainado al cinturón; éste, repleto de balas para arma corta auxiliar pegada al cinto, era primer terror percibido por ojos de humildes e iletrados campesinos o arrabaleros paupérrimos. Después de culatazos bárbaros aplicados con rifles, aparecían pitas o burdos cordeles de Manila o cáñamo fuerte para, en seguida, estrangular pulgares con manos hacia atrás, haciéndole forzado bendito a las nalgas o trasero; quedando, por muchos meses y hasta años, con dedos pulgares pareciendo berenjenas moradas e insensibles por lesión grave de nervios correspondientes.
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Esos eran y aún son uniformes terroristas usados por religiosos católicos fanáticos, y siervos militares al servicio, por unos “cuises”*, de oligarquías nacionales y transnacionales; pues clérigos y castrenses, en contubernios con oligarcas, al mostrarse uniformados infundían e infunden terrores por mitológicas llamas, y por verdaderas torturas corporales indescriptibles, como las usadas por maldita “santa” inquisición, y en cárceles yanquis de Guantánamo, Cuba. Curas y monjes uniformados han pretendido, también, darnos falsos mensajes de: castidad, humildad, caridad, pobreza seráfica, etcétera.
Por esa misma empalagosa razón, —empalagosa desde coronilla hasta pies clericales católicos—, pastores guanacos made in usa, se presentan a sus galerones sin esa parafernalia pobre en algarabía; pues estos sujetos, bien amaestrados en EEUU cuales caballos peruanos de paso, no adormecen así a neo-esclavizados; porque ahora ellos se presentan vistiendo saco y corbata en diversos matices, para de esa manera alejarse de medieval vestimenta de: abates, monjes/as, curas, obispos y cardenales, vestimentas rayano en lo ridículo, pues terrorismos medievales religiosos de esas calaña ya no aterrorizan ni a mongoloides. Asimismo, han dejado en 4to lugar las anquilosadas amenazas infernales. Ahora, estos “amigotes” de Israel, prefieren amenazar, a quienes hacen trampas al pagar el diezmo, con quiebras en sus negocios o en su salud personal y familiar; sucediendo lo contrario cuando el zombi es generoso con el o los pastores tabernaculeros.  
Pastorcitos guanaquitos, —no formados ni dependientes de EUA sionista—, como el Señor Obispo luterano, Don Medardo Gómez, no visten saco ni corbata, sólo predican en pechos de camisa y, las liturgias son celebradas vistiendo sotanitas humildes o sencillas; tampoco tienen enormes galerones con banderas imperiales hoy en boga, al centro de sus “¿altares?” mayores, sin poseer tv escandalosas. El templito episcopal luterano para El Salvador, es cierta champa de hojalata localizada sobre una calle secundaria de ciudad capital, sin llegar a categoría de ermita; pues éstos, los luteranos, están demostrando cumplir casi a cabalidad con la Reforma de Martín Lutero en 1517.
*Cuises = ¢0,03 = tres centavos del antiguo colón salvadoreño
                           
                             02 de marzo de 2009.-

4 comentarios:

  1. Este irreverente Chichipate Cañaverales, además de ser borracho empedernido, es ateo irrespetuoso contra nuestro divino cristianismo y judaísmo; pues hace mojiganga de nuestros sagrados dirigentes bíblicos. Asimismo, se mofa de nuestras castas militares, ciudadanos preparados para evitar que herejes como el blasfemo chichipate, llegasen a adquirir poder político-religioso en cualquier árrea del mundo.

    Chichipate: no pierdo la fe de verte acongojado el día del juicio final, cuando nuestro señor Jesucristo te envíe, junto con tus compinches: Cangrejo Andante, Mago Fanci, etc., hasta el rincón más caliente del averno.
    Firma: Carlota Belloso v de Fernández

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  2. Respetable "Beata" Carlota Belloso viuda de Fernández: he leído con especial atención sus buenos augurios para mi pobrecita alma, cuando llegue el hipotético juicio final cristero plasmado en apocalipsis del nuevo testamento.

    En primer lugar, respeto sus "buenos" deseos de verme Usted acongojado y achicharrado por mitológicas llamas y, en 2do plano, le diré: llamas infernales jamás me han desvelado; pues mi almita es tan pequeñita, casi microscópica: más pequeñita que el culito del colibrí "pajaro mosca" cubano; por tanto: mi pobre almita "inmortal", se quemará en totalidad, en escasos milisegundos terrenales. Al mismo tiempo, no podrá quemarse durante toda la eternidad mitológica; pues, para ello, es necesario existencia de carbono y oxigeno eternos y, mi ultra microscópica almita, ---tal cual ya lo expresé---, sólo aguantará un par de mili segundos para el "Consumatum est".

    Deseo para Usted, Doña Carlota, la Eternidad católica-cristiana ambicionada por todos aquéllos, quienes pretenden, en su egolatría, ser diosesitos, aunque sea menores, a la par del jehová bíblico.
    Chichipate Cañaverales.-

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  3. En transcurso de esta tarde enterraremos al Caballero Señor Don JOSÉ ANTONIO QUESADA LÓPEZ, quien nos abandona a sus 93 y medio años de edad. Yo lo conozco desde 1968, cuando él había cumplido 51 años vividos a perfección y aún vivía en la paradisíaca ciudad llamada Quezaltepeque, departamento La Libertad. Nuestra amistad, durante 42 abriles, siempre fue primaveral, a pesar de ser yo 21 años menor que él. Luego encompadramos en ambas direcciones: Él, padrino de confirmación de mi hija Estrella de Belén Chávez, hoy de Bejsager; nosotros, primeros padrinos en boda católica de Rinita, su hija, con el caballerito Nelson González.

    Fuimos un trío muy afortunado; pues Don Juan Miguel Menéndez Bolaños, otro Señor Caballero, ---10 años mayor de quien esto escribe---, nos presentó con Don Toño Quesada allá en Ciudad Quezaltepeque de El Salvador, repito.

    Nuestras respectivas esposas: Finita de Toñito, Teresita de Miguelito, y María Elsa, esposa mía, fueron y aún son más alegres que las Tres Alegres Comadres de Windsor: obra de Shakespeare; pero, la muerte de Sir Antony Quesada, nos tiene sumidos en profunda tristeza.

    Vayan estas breves y sentidas palabras a la Memoria de quien seguirá siendo: DON JOSÉ ANTONIO QUESADA LÓPEZ: Caballero a carta cabal; profundo humanista al favorecer a muchos desvalidos físicos y mentales de sus entornos; probo ciudadano; meritísimo esposo; excelentísimo padre de famila y singularísimo amigo. Hombres como TOÑITO QUESADA LÓPEZ, CONTINÚAN VIVIENDO, AUN ESTANDO MUERTOS.

    Afirma sin tapujos: Ramón F Chávez Cañas.

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  4. Ahora, a 05:40hrs de esta tarde salvadoreña, estamos regresando del Camposanto Quesalteco, donde quedó, siempre vivo, DON JOSÉ ANTONIO QUESADA LóPEZ, hombre singularísmo en todos los aspectos vitales salvadoreños y centroamericanos.

    Ojalá, entre sus hijos, nietos, bisnietos y tatartanietos, siga brillando la antorcha de bondad y rectitud que "SIR ANTONY QUESADA LÓPEZ", siempre mantuvo en alto a pesar de tantas desgaracias sufridas por nosotros en más de 500 años de esclavitud española y de sus esclavizadores criollos y europeos advenedizos.
    Fiirma: Ramón F Chávez Cañas.

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