Jesús, Bolívar, Hidalgo, Morazán y más

JESÚS, BOLÍVAR, HIDALGO, MORAZÁN Y MÁS

Por Chichipate Cañaverales

        Estos excelsos varones y más, humanistas superlativos, fueron asesinados por humanoides piltrafas desenfrenadas, sedientas de ostentar poderes y riquezas basadas en asesinatos, robos, más sinfín de tropelías contra leyes naturales y divinas, —éstas, para creyentes en dioses antropomorfos—. Por ello, Pedro José Proudhon, pensador anarquista francés del siglo XIX, dijo algo así: “Toda propiedad privada, más allá de la básica para existir con cierto mínimum vital, es robada”—. Similar pensamiento expresó nuestro Alberto Masferrer, 1868-1932, en sus sociologías escritas durante primer tercio del siglo XX. A propósito: tal cual sugiere Don Francis Fanci, —otro tanque salvadoreño del pensamiento positivo universal—: Don Alberto Masferrer, con su filosofía socialista clarísima, debiera ser incluido en planes oficiales de Educación salvadoreña.

        Debido a mismos terrorismos lanzados por dios sionista o Jehová, temores de masas europeas desposeídas de todo mínimum vital, dieron pie para que ciertas castas desvergonzadas, desde Edad Media lejana, en nombre de aquel anciano dios-ídolo, y del joven ultimado con clavos sobre dos maderos cruzados, usurparan tierras más otras riquezas diversas, hasta hacerse coronar cuales reyes o emperadores en varias regiones euro-asiáticas; llegando sus ilimitadas ambiciones hasta enfrentarse, unos contra otros, para ser monarcas de casi toda Europa, como aquel Carlomagno en siglo VIII de esta Era; o, hasta cometer incestos degenerados al casarse entre primos hermanos, y hasta entre hermanos noblotes, por ambiciones terrenales de riquezas impropias, lo cual produjo y produce la hasta ahora incurable hemofilia.

        Nuestros millones de aterrorizados humanos, dominados por humanoides  coronados por medio del terrorismo religioso judío-cris-te-ro, casi con mucho agrado se convertían en siervos de la gleba. Por supuesto: el súper humanoide papa de Roma, —cual farsante representante de dios sobre la tierra—, era el rey de reyes europeos con absolutismos rayano en barbarie; pues, papas, cardenales, reyes y hasta arzobispos, para deleitar sus satánicos tímpanos con voces exquisitas, hacían castrar a niñitos de entre 8 y 10 abrilitos para así obtener sopranos o tiples superiores a féminas profesionales; por supuesto: sólo 3% de niñitos castrados obtenían voces privilegiadas para cantos clásicos y así abandonar rotundas pobrezas; el resto, cual escoria, continuaba en abyecto por hambriento limbo  Además, por leyes canónicas católicas, a todo hombre castrado le era vedado ser enterrado en cementerios comunes. Demás está agregar: varoncitos capados pertenecían a familias campesinas, esclavas de la gleba, tratando, por tan inhumano medio, salir de extremas miserias.

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        Jesús de Nazaret, o el Cristo, después de su heroico martirio por amor a la Humanidad desvalida, durante casi 400 años fue ensalzado e imitado, en Palestina, por creciente cantidad de adeptos, luego esparcidos dentro del corazón imperial romano (Italia), donde el número de cristianos puros se multiplicaba de manera no aritmético, sino geométrica; pero Jesucristo no había sido endiosado, pues él jamás dijo ser divinidad; sin embargo, en primer tercio del 4to siglo de esta Era (325), Constantino, emperador romano, al encontrarse en grave crisis de inseguridad por acoso bélico continuo de vándalos o bárbaros procedentes del norte euro-asiático, y, para ganar voluntades de millones de hombres cristianos verdaderos, tuvo la ingeniosa idea de desbarrancar al dios Júpiter (dios supremo entre múltiples dioses y diosas imperiales), y elevar a Jesucristo, cual único dios imperial, al más elevado altar del paganismo. Esta atrevida e histórica acción del Constantino, giró en 180º los destinos del mundo Occidental europeo incluyendo, desde hizo 518 años, 1492-2010, a nuestra América.

        Número incalculable de cristianos auténticos ofrendaron sus vidas defendiendo al nuevo dios inventado, en Concilio de Nicea, por sagaz Constantino; quedando, como dirigentes de aquella primitiva iglesia católica apostólica y romana, los cobardes o falsos cristianos convertidos, ipso facto, en empedernidos cris-te-ros: codiciosos, avaros, asesinos, pederastas, pedófilos y absolutistas. Estos miserables cris-te-ros, ya diseminados por casi toda Europa, dieron origen a las famosas por criminales Cruzadas cris-te-ras (1055-1245) con objetivos de atacar a pacíficos musulmanes, auténticos propietarios de Palestina donde aún están  los mitológicos “santos lugares”; y, a la tan abominable “santa” inquisición. Ésta, con duración de 1300 odiosos años —desde año 500 hasta 1800—. Hispanoamérica, durante 300 otoños postreros, 1500-1800, sufrió latigazos de estos idiotizados clérigos católicos.

        Sin embargo, usando diversas y pérfidas máscaras fanáticas, tales cris-te-ros, —comparsas de sionistas judíos—, se han perpetuado hasta ahora; siempre, cuales ruines, invocando el nombre del filósofo Galileo a quien, sionistas genocidas, hace 2010 años lo clavaron sobre dos palos cruzados allá en el Gólgota. Es más: dichos sionistas judíos, no reconocen a Jesús como el Mesías enviado por delincuente Jehová. Aquí y ahora, ¼  de la humanidad, envilecida, profesa el cristerismo o falso cristianismo. ¡Cosas veredes, Sancho Amigo!

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        Similar tragedia ocurrió, hizo 180 años, cuando Simón Bolívar murió, después de haber escapado de ser asesinado por ambiciosos criollos y chapetones cris-te-ros monárquicos de origen español; habiendo sido salvado, en ambas ocasiones, por  ahora  nuestra Generala Manuelita Sáenz, su amiga sentimental y guerrillera a la vez. Luego, el General Simón Bolívar falleció en ciudad Santa Marta, Colombia caribeña, habiendo sido sepultado con diagnóstico de tuberculosis pulmonar, y querido sepultarlo, per sécula seculorum, con ese posible falso mote. Desde entonces, aquellos pérfidos patrioteros neogranadinos del siglo décimo-nono y: colombianos, ecuatorianos bolivianos, más venezolanos, todos del siglo XX, hasta hace aproximados once años, habían estado levantando monumentos, bautizando plazas, universidades y calles con tan egregio nombre de Bolívar, olvidando por completo tan sublime doctrina socialista de Don Simón, precursor de Karl Marx. Ahora están que revientan por la puesta en práctica del Socialismo bolivariano reordenado por Chávez Frías.

        No obstante, al llegar al Poder Presidencial Bolivariano de Venezuela, 1999, Don Hugo Rafael Chávez Frías, éste, sospechando cobarde asesinato del Prócer Bolívar y Palacios por medio de envenenamiento sub agudo o crónico (¿arsénico?), ha ordenado nueva autopsia del sagrado cadáver. Esperamos que Chávez Frías muy pronto confirme tales sospechas de asesinato; pues hasta ahora, 30 de julio de 2010, no hay comunicados oficiales.

        Similares destinos trágicos corrieron: Antonio José de Sucre, o Gran Mariscal de Ayacucho: emboscado a mansalva por realistas en 1830; Miguel Hidalgo y Costilla: mexicano Inmortal por su Grito de Dolores, fusilado por soldadesca imperial en 1811; Francisco Morazán: Paladín Centroamericano, asesinado por gobierno de Costa Rica en 1842; Anastasio Aquino: Indígena Nonualco decapitado, 1833,  por  Estado salvadoreño, sobre Cuesta de Monteros al sur inmediato de ciudad San Vicente; Abrahán Lincoln: Libertador de esclavitudes estadounidenses, asesinado, 1865, por un payaso; José Martí: Prócer, Poeta y Apóstol por independencia cubana de España y EUA, caído combatiendo en 1895; Farabundo Martí, fusilado por órdenes del sátrapa Hernández Martínez de El Salvador, en febrero de 1932; Martin Luther King: batallador gringuito pro Derechos Civiles de minorías étnicas, ultimado por franco tirador en febrero de 1968; Óscar Arnulfo Romero, Voz de los sin voz salvadoreños: “venadeado” por órdenes de un tal Roberto Dabuisón mientras aquél oficiaba misa en una ermita capitalina el 24 de marzo de 1980; Rachel Corrie: joven estadounidense de 23 primaveritas, mártir pro Palestinos cuando impedía demolición de casas en Franja de Gaza, 2003, habiendo sido aplastada por intencional buldócer sionista; y miles más en nuestra América y resto del mundo.     

El Salvador, 30 de julio de 2010.-