ÓSCAR ARNULFO ROMERO Y GALDÁMEZ Por Ramón F Chávez Cañas
Óscar Arnulfo Romero/ y Galdámez, sacerdote
católico asesinado/ por aquel vil chafarote
—amaestrado en escuela/ funcionando en Panamá,
llamada de las Américas/ o escuela de criminales—,
un veinticuatro de marzo./ Revisando los anales
de nuestra guerra civil/ con enorme mortandad;
recordamos la tragedia/ de aquel marzo en año ochenta
cuando corrió la noticia/ en aquella tarde cruenta
del Prócer asesinado/ por un balazo certero
disparado desde el atrio/ de Divina Providencia
o capilla de hospital/ do se procura asistencia
a personas cancerosas/ sin el mínimo dinero
para un bien morir cristiano./ Romero estaba oficiando
una misa de difuntos./ Al estar él consagrando
la hostia de fe católica/ el disparo de la muerte
le desgarró el corazón./ cayendo en el mismo instante
sobre el piso de la ermita/ con bocanadas de sangre.
Fue auxiliado por los fieles;/ mas, su cuerpo estaba inerte.
Esa noche y madrugada/ en viviendas de ladrones
o politicastros nuestros/ se consumieron galones
de aguardiente refinada/ en honor al asesino.
También con cohetes de vara/ elevados a los aires
más conjuntos musicales/ ellos diéronse a los bailes
sirviendo cada mansión/ de improvisado casino.
El sabueso principal/ o asesino Mayor,
—una escoria sin igual/ de esta patria: El Salvador—
fue agasajado por amos/ en colonia Santa Elena.
De Miami al día siguiente/ a buen seis de la mañana
en sus aviones privados/ llegaba la caravana
a rendirle pleitesía/ al asesino: ¡vil hiena!
Pero el tiro disparado,/ el que asesinó a Romero,
le salió por la culata/ a ese imbécil pendenciero;
pues la Historia lo condena/ a ser un judío errante
viviendo sólo en la mente/ del oprobioso sicario
quien nunca ha tenido brújula/ mucho menos calendario
por ser humanoide tosco,/ despreciable y aberrante.
Óscar Arnulfo Romero/ ha penetrado en la Historia.
Por su accionar tan sincero/ estará en la Memoria
de toda la Humanidad/ como lo está Luther King
por su Humanismo cabal/ como el de Mahatma Gandhi
de Che Guevara, también/ y de Lincoln, otro grande.
¡El San Romero de América/ sin duda: no tiene fin!
Quienes mueren por la vida/ no pueden llamarse muertos;
pues les ganan la partida/ a millones de hombres tuertos.
Sus principios filosóficos/ cada día están de moda
porque son Verbos Divinos/ sin dioses antropomorfos;
pues Dios es pura Energía/ dándole Vida a los Cosmos.
Vaya para Óscar Arnulfo/ esta Elegía u Oda.
23 de marzo en 2011
Precioso poema a nuestro Martir, Monseñor Romero!!! sus palabras de amor, paz y solidaridad ahora como siempre son de gran actualidad. Felicito a este blog por mantener viva la memoria historica, ojala mas salvadoreños se interesen recordar a sus martires y dedicarles sus mejores pensamientos como lo ha expresado aqui el poeta: Chavez Cañas. Felicidades por expresar de forma tan bella y clara las ideas.
ResponderEliminarQuien esto lee y luego comenta, recuerda: ese día 24 de marzo en 1980, a 03:00pm, al leer en Diario Co-Latino cierta invitación a misa de difuntos por su madre de apellido Pinto, a celebrarse en capilla del hospitalito Divina Providencia por Monseñor Óscar Arnulfo Romero; de inmediato, dadas previas y múltiples amenazas mortales lanzadas en tv por roberto dabuisón arrieta contra el Egregio Señor Arzobispo Metropolitano de San Salvador, casi de inmediato se apoderó de mí una gran congoja.
ResponderEliminarNo pude hacer nada al respecto, pues eran horas laborales mías en ISSS (de 03:00 a 06:00pm) en un consultorio periférico pero afuera de AMSS; además, la afluencia de pacientes era enorme, a grado tal de haber terminado la consulta a 06:30pm, cuando el magnicidio ya se había perpetuado. Mi esposa, mis pequeñas nenas, nuestras empleadas domésticas y yo, sólo pudimos derramar abundantes lágrimas por nuestro Prócer.
Es mejor para este humilde humanoide el pensar en chicha, chaparro y respectivos procesos de elaboración, que estarme recordando de todos los dolores mentales y pectorales que desde pequeño he querido dejar de sentir, por tanto mal nacido ingrato que se ha creído dueño de la verdad, y que cuando verdaderamente logran percibir la realidad tratan de ocultarla con cualquier excusa miserable, amordazando así la realidad que otros han vivido y padecido para que no la puedan hacer publica y se avergüencen de hablar sobre ello.
ResponderEliminarSaludos muy cordiales para RAFRACHACA!!!
Que la Madre Tierra y el Padre Universal lo colmen de frutos y paz!
RAFRACHACA agradece saludos cordiales o fraternales enviados por MRAL y, al mismo tiempo, le replica: tú no eres "humilde humanoide"; eres, eso sí, Homo sapiens, sapiens, por tu recto razonar filosofando.
ResponderEliminarAl leer tus "bayuncadas", de inmediato viene a mi mente Schoppenhauer, el gran filósofo alemán pesimista lógico del siglo XIX; pues él, entre muchísimas cosas dichas o escritas, cree que un hombre silbando "¡Qué cuero!" a una hembra merecedora de dicho silbido, no está silbando vulgaridad, ni irrespetando a la dama; está, en verdad, buscando un nicho carnal para depositar sus espermatozoides quienes, al incubar desarrollarse y nacer, pueda el niño tener canal vaginal adecuado; alimentación inmediata segura en pezones exhuberantes; seguridad existencial proporcionada por miembros inferiores de atlética mujer al huir de cualquier ataque dabuisoniano, etc...
Monseñor Romero vivirá siempre en nuestros corazones, por ser un ser extraordinario que vivió y luchó por su pueblo hasta su martirio!!!
ResponderEliminarGracias a este poema que mantiene la memoria eterna de nuestro sabio de América!!!!!
se me olvido decir en mi opinión anterior que Monseñor Oscar Arnulfo Romero fue un hombre comprometido "de verdad" con su pensamiento; nunca actuó distinto de lo que habló y pensó durante estuvo en vida y, tuvo todo el valor que un verdadero humanista y defensor de los pobres de la gente pobre debe tener.
ResponderEliminarDe familias humildes, desde el punto de vista monetario, nacen los genios filosóficos y humanistas: MONSEÑOR ÓSCAR ARNULFO ROMERO Y GALDÁMEZ fue uno de tan pocos; pues su señor padre fue un humildito telegrafista relegado al último pueblito norteño en departamento San Miguel llamado Cacahuatique, el cual debería llamarse PUEBLO DE ÓSCAR ROMERO; porque sólo con ciudad romero a secas, no se honra al PRÓCER, pues débese recordar: El Salvador ha tenido, en término de 100 años, 3 presidentes con ese apellido y, al último, ---desbarrancado del poder en octubre 15 de 1977---, se le llamaba romero "el malo"
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