Riqueza y pobreza materiales

                 RIQUEZA Y POBREZA MATERIALES

                          Por Ramón F Chávez Cañas

     En “Hazañas Sobrenaturales del Tío Nicolás”, capítulo del libro “Historias Escondidas de Tecoluca”, escrito y editado por este servidor, —pues CONCULTURA del Estado salvadoreño presta cero colaboraciones a prosistas y poetas—, don Diablo trató de comprar el alma del valiente Don Raimundo Nicolás Cañas Merino†, —tío materno de este historiador menor—, al menospreciarle sus 60 años dedicados al trabajo honesto cual mediano agro-ganadero e industrial salinero; empeñado, además, en procurar bienestares a víctimas de catástrofes naturales cual fue Huracán Fifí en septiembre de 1974, ocasión esa aprovechada por Lucifer para tentar a media noche, en pantano tecoluquense llamado El Terrero, al honorable Don Nicolás. Al rechazar Cañas Merino inmensas ofertas diabólicas consistentes en tierras y ganados del extenso municipio de Tecoluca, dineros efectivos más helicópteros, coches Ferrari, avión Concorde y más. —Conviene agregar: Tecoluca es el más extenso municipio salvadoreño—. Don Raimundo Nicolás humilló al gran Satán al responderle: “No entiendo a cuáles riquezas usted se refiere; pues yo, desde niño, he aprendido de mis padres, abuelos, bisabuelos, tatarabuelos y más en oscuro pasado colonial, algo diferente a lo ofrecido a mí por usted: primera riqueza invalorable en dinero de la Tierra, es la Vida. No es dios, pues dios es un poder virtual e intangible, variable de un credo a otro, incluso en monoteísmo islámico, cristiano y judío. En 2do lugar está la Buena Salud,  porque de nada sirve estar vivo si debemos someternos a diálisis peritoneal o intravenosa cada 3, 6 u 8 días; a caminar de manera permanente sobre silla con ruedas; a respirar usando perpetuo pulmón de acero o equivalente moderno; a ser alimentado por sonda naso-gástrica o venoclisis al estar nosotros vivos cuales vegetales, etcétera. 3era riqueza: según mis recientes y remotos antepasados, es la granítica unión familiar con honrado y manifiesto respeto, amor y solidaridad. En 4to lugar, ¡ah, 4to lugar!: ¡¡La Amistad Sincera!! ¿Amistad Nítida? ¡¡Sí!! ¡¡Sí!! ¡Amistad Impoluta! uno, dos, tres, tal vez no más, son amigos dispuestos a jugarse hasta el pellejo en malas etapas de otro verdadero amigo. 5to lugar es ocupado por el Trabajo honesto: del empresariado autónomo y de quienes dependen de incorruptibles patronos, de manera especial de quienes pagan jornales justos y exigen óptimas calidades, pesas y medidas exactas. El Dinero… ¡Pobrecito Dinerito!; éste ocupa 6to y posterior lugar, pero cuando este dinero o “pisto” honrado es obtenido con sudores de: frentes, cerebros y musculaturas obreras materiales e intelectuales. “Pistos” obtenidos por: narcotraficantes, contrabandistas, competidores ilícitos, atracadores, estafadores y más, son fortunas ofrecidas por el también virtual o intangible Satán, ¿verdad, desconocido señor?”.

     ¡¡Malaventurados tantos ricos rateros, quienes miran sólo al dinero abyecto cual dios insustituible de sus ambiciones satánicas; bajo miradas pacíficas, indiferentes o en contubernillos de inmensidades “cristeras” muy bien llamados corderos por cristeros pastores quienes, en nombre de aquel joven adulto quien nunca escribió ni media palabra, mucho menos estampó su firma en escrito alguno, y fue asesinado con: espinas, látigos, insultos, clavos y maderos cruzados, en nombre de fanática teocracia hebrea dominada aún por Roma; palabras puestas en boca de Jesús desde 60 a 120 años después de impío asesinato!!

     Observación: diálogo del tío Nicolás con el Cachudo, en capítulo del libro al principio mencionado, ha sido ampliado en presente Reflexión, sin alterar principio filosófico básico de riquezas mal habidas y pobrezas de tanto lázaro dejándose explotar por sus ignorancias, inconsciencias, fanatismos, miedos a fetiches judeocristianos y desmedido amor interesado al dinero ajeno soñando, pobres desheredados, algún día llegar  a ser magnates del narcotráfico, del contrabando y de mil etcéteras malignas.

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     Al insistir sobre tanto tema teocrático, teogónico y fetichista, no lo hacemos por el simple prurito ni despreciables odios contra curas, pastores e imanes: ellos son nuestros congéneres, por desgracia fanatizados en falsos libros sagrados hasta volverse “santos” o “mártires” defendiendo lo ridículo. Lo hacemos porque estamos segurísimos: todas las religiones habidas y por haber, son: opios, cocaínas, marihuanas, hasta anfetaminas, de pueblos en el mundo entero; pues por tanto fetichismo venenoso, ¾ partes de nuestra Humanidad se debate en hambrunas corporales e intelectuales, todo por estar esperando un paraíso inexistente en otras dimensiones jamás demostrables.

                                  15 de marzo de 2009.-