SER POETA

                            Por Ramón F Chávez Cañas

“… Poeta soy… y vengo/  por Dios mismo escogida

a soltar en el viento/  mi canto de belleza,

a vivir con más alto/  sentido de nobleza,

a buscar en la sombra/  la verdad escondida.

¡Y las fuerzas eternas/  que rigen el destino

han de volverme polvo/  si equivoco el camino!” 

CLAUDIA LARS (salvadoreña)

Todos nacemos Músicos, todos nacemos Pintores, todos nacemos Poetas. Nuestras perfectas constituciones cerebrales en áreas auditivas, visuales y sentimentales, han sido conformadas con divina justicia; pues Dios Artista a nadie da más que a otros. Si eso así fuere, Dios Artista sería dios injusto, similar al del Antiguo Testamento judío. El mismo Ser Supremo nos ha dado libertad cerebral o libre albedrío para desarrollar o no desarrollar 1, 2, 3 ó más capacidades dadas por Él, ejemplo: Leonardo da Vinci: Pintor, Escultor, Arquitecto, Músico, Poeta y más, hasta llegar a categoría de Sabio. En cambio, otros, ─Rubén Darío es ejemplo más cercano─, sólo quiso desarrollar su infinita capacidad Poética; y, Giuseppe Verdi, italiano cual Vinci, desarrolló neuronas musicales sin importarle otras Musas. Ejemplos sobrepasarían alturas de estrellas polares.

Quienes desarrollan el Don recibido llamado Música, gozan escuchando sonidos silvestres, salvajes, primitivos, una orquesta sinfónica del primer mundo, o un tosco violín tocado de oídos por nuestro campesinado. El Músico no sólo oye, también mira sutiles colores encantados de notas musicales. Lo mismo sucede con Pintores dedicados a profundidad, aprendiendo o enseñando tan sublime arte, sin importar sean Pablo Picasso o Carlitos Morales Quintanilla, ─humilde Pintor primitivista tecoluquense, ya difunto─. Ellos, Pintores consagrados, hombres o mujeres, con fama universal o sólo territorial tecoluquense cual Carlitos mencionado, al mirar extasiados sus cuadros, en realidad escuchan la Novena Sinfonía, o Preludio de Traviata, o Una Furtiva Lágrima o, cadenciosos compases del mambo, chachachá, tango, bolero y rock.

Músicos, Pintores, sin excepción, necesitan de estudios académicos o universitarios para desarrollar enormes potencialidades artísticas en sus indescriptibles cerebros. Dios Pintor y Dios Filarmónico les han dado la materia prima común; pero no les han dado disciplinas terrenales necesarias para hacer de sonidos y colores, gemas celestiales de infinita belleza en pentagramas y lienzos, sin importar, ─insistimos─, la fama mundial o pueblerina sola del, o de los artistas reconocidos con diplomas de licenciaturas, doctorados, o una simple ovación pueblerina con diploma en cartulina barata escrito con plumón burdo.

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Con Poetas la cosa es bastante diferente: Numen recibido de lo Alto es similar al recibido por Músicos, Pintores, Arquitectos, Escultores y más; no obstante, inspiración para moldear palabras musicalizándolas sin pentagramas, y acomodándolas a sentimientos “soplados” por la o las Musas respectivas, llamado Numen, no tiene, nunca ha tenido y jamás tendrá escuelas, academias o universidades. No hay, en Poesía, licenciaturas ni doctorados estrictos. Cabezón Nicaragüense, Federico García Lorca, Leopoldo Lugones, Olegario Víctor Andrade, José Santos Chocano, Amado Nervo, Francisco Andrés Escobar, Manuel Amancio Cornejo Garay, Roque Dalton, Pablo Neruda, César Vallejo, sólo por citar algunos pocos Poetas de habla castellana durante siglo XX, nunca obtuvieron siquiera bachillerato en Poesía; pues jamás ha habido instituciones oficiales ni privadas capaces de doctorar a Poetas. Mayorías de Vates o Aedos han sido académicos universitarios con variadas licenciaturas o doctorados en disciplinas afines y no tan afines con la Poesía; porque inspiraciones Poéticas son tan íntimas y propias de cada quién.

Existen sí, Talleres Poéticos, sobre todo para jóvenes principiantes en este arte. Taller Poético no pretende moldear el Numen de nadie, pues inventar metáforas lógicas y bellas, hipérbaton, pleonasmos, retruécanos y más figuras literarias, es parte de la intimidad de cada Ser. Por tanto: Talleres pretenden, hasta lograrlo, orientar al Poeta semilla o embrión, a enmarcar su joven Numen en las indispensables reglas de la Poesía en Español para darle dulzura al Verso, Estrofas y Poemas; porque, de nada sirve tener excelencia en inspiración íntima, si esa inspiración íntima no se puede comunicar a otros. Comunicar el Numen a otros significa hacerles sentir  las mismas o mejores emociones que las sentidas por el Poeta cuando estaba engendrando, concibiendo o pariendo tal parto literario; además, procurar que el Poema o Poemas traspasen límites del tiempo con sus modas literarias, verbigracia: el viroleño Poeta Anastasio Navas, Aedo o Vate local sólo en Región Nonualca, quien vivió su apogeo hace un poco más de 100 años, se hizo inmortal en ciudades: Tecoluca, Virola, San Juan, Santiago, San Pedro y más pueblos nonualcos, al inspirarse, entre otros, en Volcán Chinchontepec para cantar así con Endecasílabos o Versos Mayores: “Yergues tú, dos cabezas prepotentes/ que se confunden con azul del cielo./ Tus brazos desde Ocaso hasta el Oriente/ abarcan lo más fértil de este suelo.// Con ellos extendidos les ofreces/ a estos pueblos, infinitos dones./ Un padre cariñoso nos pareces/ muy lleno de virtudes y ambiciones./// El Poema largo continúa derrochando, a diestra y siniestra, figuras literarias capaces de sacar escalofríos hasta a cerebros embebidos sólo en dios dinero. El canto de Anastasio Navas termina así: “Quisiera contemplarte cuando el Febo/ hace su despedida en Occidente. / Es cuadro que a pintar yo no me atrevo/ porque nunca lo haría, aunque lo intente”./// O, los picarescos Versos de Federico García Lorca, escritos en Octosílabos o Versos Menores; pero de una belleza erótica más celestial que terrenal: “Y yo me la llevé al río/ creyendo que era mozuela/ pero tenía marido. / Fue en la noche de Santiago/ y casi por compromiso/ los faroles se apagaron/ y se encendieron los grillos.// En las últimas esquinas/ toqué sus pechos dormidos/ y se me abrieron de pronto/ como ramos de jacintos.// El almidón de su enagua/ me sonaba en el oído/ como una pieza de seda/ rasgada por mil cuchillos.// […] Yo me quité la corbata. / Ella se quitó el vestido. / Yo, el cinturón con revólver. / Ella sus cuatro corpiños.// […] Sus muslos se me escapaban/ como peces sorprendidos/la mitad llenos de lumbre/ la mitad llenos de frío. / Aquella noche corrí/ el mejor de los caminos/ montando en potra de nácar/ sin bridas y sin estribos.// No quiero decir por hombre/ las cosas que ella me dijo./ La luz del entendimiento/ me hace ser muy comedido./ Sucia de besos y arena/ yo me la llevé del río./ Con el aire se batían/ las espadas de los lirios.// Me porté como quien soy./ Como un gitano legítimo./ Le regalé un costurero/ grande, de raso pajizo,/ y no quise enamorarme/ porque teniendo marido/ me dijo que era mozuela/ cuando la llevaba al río”.///

En semejantes talleres, bisoños aprenden diferencias entre Versos Menores, ─tal es “La Casada Infiel” de García Lorca, arriba escrito en forma parcial─, Mayores, como el Poema a medias de Don Anastasio Navas al Chinchontepec, y Versos Compuestos; asimismo, los obligados acentos en cada verso, siendo el más obligado por inamovible, el colocado en última, o penúltima o antepenúltima sílaba: aguda, llana o esdrújula en forma respectiva de Versos Simples, Mayores, Menores, o de Versos Compuesto. Versos Compuestos son a partir de 12 sílabas o dodecasílabos, hasta llegar a 20 sílabas. Los Versos Compuestos más usados están entre 12 y 16 sílabas (hexadecasílabos), aunque de 14 sílabas o Verso Alejandrino es el más usado. Debemos, además, aprender en dichos Talleres: dónde deben ir: Sinalefa, Diéresis, Sinéresis, y Hiato, para no violentar esas 4 preciosas Licencias Poéticas, que dan sublime cadencia a cada parte y a todo Poema. También ahí se aprende sobre acentos versales obligados y sobre cesuras o hemistiquios propios de Versos Compuestos. Acentos versales obligados y vocales vecinas en hemistiquios, jamás aceptarán Sinalefa alguna; pues una Sinalefa ahí, violenta y destruye delicada dulzura del Poema. Al mismo tiempo, competentes Talleres enseñan: Ritmo, Pausa, Tono, Encabalgamiento, Rima Consonante, Rima Asonante, etcétera.

Muchos magníficos Poetas “naturales”, nacionales y extranjeros, por carecer de oportunidades para aprender Métrica del Verso Castellano, se arriesgan a escribir Poesía en el llamado verso libre, o prosa recortada. Uno de cada mil o más Poetas escribiendo así, alcanzan honores internacionales; pero estos triunfadores también han demostrado y demuestran dominar a perfección la Métrica Española, ejemplos: Pablo Neruda, César Vallejo, Roque Dalton, Otto René Castillo, Octavio Paz y poquísimos más.

                                                        17 de mayo de 2008.-