E L A L M A
Por El Cadejo Blanco
— ¿Existe el alma?
— ¡Sí, existe!... (¿…?)… No. No tiene forma. El alma es proteiforme. —En referencia a Proteo, dios griego. Este dios tenía poder de presentarse a humanos en forma o formas menos sospechadas—. Entonces, el alma existe de acuerdo a ideas de cada cerebro o grupo de cerebros humanos de una determinada raza, creencia religiosa, área geográfica, nivel sociocultural, científico-filosófico, intereses económicos, etcétera.
—Y, para usted, ¿cómo es el alma?
El alma es punto central o encrucijada donde confluyen energías de todos los sistemas vitales de un ente superior o inferior. Estos sistemas vitales energéticos son mantenidos por átomos agrupados en moléculas formadoras de carbohidratos (azúcares) y aminoácidos. Estos mismos sistemas vitales de todo ser viviente dependiente del oxígeno en primer lugar, —vegetales y animales—, han sido, son y seguirán siendo formados, desde milenios inmemoriales, por no decir “amillonemos”, a causa de combinaciones perfectas de aminoácidos, en especial de aminoácidos esenciales, con oligoelementos minerales y azúcares o carbohidratos… (¿…?)… No. Reino Mineral, en general, tiene otra concepción anímica basada en Ley Atómica; no obstante, esta Ley Atómica rige para Reinos de Natura: Vegetal, Animal y Mineral. Los 02 primeros Reinos mencionados reciben partículas o moléculas minerales en constitución de sus almas (hierro para formar hemoglobina, cloro y sodio para mantener equilibrio electrolítico o “PH” de animales y vegetales; y otros micro-elementos minerales básicos, cuales son: calcio, flúor, potasio, sodio, etcétera)… (¿…?)… Sí, es cierto. En Reino Mineral están ausentes aminoácidos e hidratos de carbono o azúcares.
También, en apariencia “inertes” minerales gozan de alma, representada ésta en ultramicroscópicos movimientos atómicos formadores de moléculas. Es el mismo principio universal gobernante, asimismo, en Reinos Vegetal y Animal; sólo que en estos dos Reinos tales movimientos ultramicroscópicos están formados, además, por átomos de azúcares y de aminoácidos. Combinaciones especializadas de estos dos elementos, más algunos oligoelementos, dan vida al Ácido Desoxirribonucleico (ADN, por sus siglas en inglés); tal ADN, a su vez, es fundamental en formación de genes vegetales y animales. Los genes están encargados en transmisión, de generación a generación, desde el principio de lo creado y quizá hasta finales del Universo, de pormenorizadas características individuales de razas, sub razas,especies, y sinfín de singularidades en todos los seres vivientes: vegetales y animales de esta Tierra… (¿…?)… NO. No podemos hablar así de otros planetas solares ni extra solares, porque investigaciones científicas al respecto aún están en pañales; pero, aplicando teorías universales de sabios antiguos, medievales y modernos: Demócrito, Copérnico, Galilei, Newton, Einstein, más unos pocos cosmógrafos, podemos suponer lo mismo acaecido en nuestro planeta… (¿…?)… No. Descubrimientos atómicos, más genéticos, dejaron de ser descabelladas teorías al convertirse en Leyes de Madre Natura, por comprobarse sus postulados, ejemplos: la energía, maligna o benigna, —según el o los cerebros manipuladores—, obtenida de fusión-fisión atómica; evoluciones de especies vegetales-animales, incluyendo microbios, a través de siglos en distintos lugares de nuestro globo, corroborando teorías del inglés Don Carlos Roberto Darwin, dadas a conocer al mundillo científico, después al gran mundo lego-teosófico, hace casi 150 años, y rechazadas con odios burlescos por todas las ignorantes y fanáticas iglesias cristianas de ese tiempo, aún de esta actualidad, nunca podrán ser rebatidas porque evidencias atómicas y evolutivas de especies son palpables.
—El alma, ¿es inmortal?
—Inmortalidad es relativa. Inmortalidad divina es principio de fe, porque no se puede confirmar o rechazar por métodos científicos actuales. En teoría, tal inmortalidad divina no tuvo principio ni tendrá fin; por tanto: Dios o dioses no pueden nacer ni morir. Entonces, “Teología” tampoco puede existir, pues el humano es incapaz, hasta ahora, de entender con razones científicas-lógicas, el sí o no de inmortalidad divina. Quienes hablan o escriben con vehemencia sobre este tema y han impuesto a sangre, fuego, temor e ignorancia tales ideas, no pueden auto llamarse teólogos. Ellos son, a lo sumo, teósofos o teógonos. Teósofos y teógonos inventan mitos basados en imaginería oscura de los ignorantes desde antes del principio de Prehistoria e Historia; teógonos inventan nacimientos de su dios o de sus dioses y, a la vez, muerte y resurrección de los mismos. Inmortalidad relativa, sí, existe. Toda materia terrenal vivirá mientras exista nuestro planeta Tierra: esa es inmortalidad relativa. Einstein postuló: “La materia no se crea ni se destruye, la materia sólo se transforma”… (¿…?)… No. Calor excesivo no destruye la materia. El calor nomás la transforma. Esto era conocido por muchos filósofos de antigua Grecia, 3 mil ó 4 mil años antes de conocerse el Viejo Testamento judío. Ejemplo más sencillo lo obtenemos en 03 estadios físicos del agua con respecto al calor: sólida, líquida, gaseosa. Tales tres estadios son pasajeros de acuerdo al mayor o menor grado de temperatura. Esto lo saben hasta niños de parvulario. Entonces, el alma inmortal relativa está sujeta a fenómenos físico-químicos de átomos constituyentes de moléculas, y, éstas, formadoras de partículas, hasta llegar a materia. Desintegrada la materia por muerte temporal de vegetales y animales, átomos, moléculas o partículas, vuelven a su estadio primigenio vivo, para luego re-combinarse constituyendo nuevo ser viviente de uno u otro Reino; de una u otra especie, raza, sexo, etc. De esa manera, alma de las vidas se perpetúa hasta consumación de milenios, Amén. Mamíferos, ovíparos, algas, hongos, vegetales y más, tenemos alma inmortal en esta Tierra. No en cielo divino. Si nuestra alma humana fuese similar al alma de dios o dioses en cuanto a inmortalidad; entonces, todos seríamos “diosecillos” ¿todopoderosos?
— ¿Qué diferencia habría entre alma metafísica o material pregonada por algunos científicos actuales, y alma religiosa predicada, a través de milenios, por múltiples creencias teosóficas en todo el mundo?
Científicos actuales y pasados, jamás han negado existencia de Dios Universal. Ellos niegan múltiples teosofías y teogonías inventadas, de buena o mala fe, por hombres ignorantes o haraganes quienes, a fuerza de violencia material e intelectual propagandística, pretenden imponer a pueblos sus ilógicas e irracionales conclusiones con respecto al Ser Supremo Universal. Por ello, Teología nunca podrá existir siguiendo esos fanáticos pensamientos. Estos personeros teósofos debieran, primero: estudiar a fondo, siguiendo método científico formulado por el matemático y filósofo francés Don René Descartes, abisales oceánicos con su flora, fauna y minerales; intimidad de partículas subatómicas, porque ahí hay muchísimos secretos vitales aún no descubiertos; más infinitud de espacios siderales todavía no sondeados por estudiosos legos en teosofía o teogonía; pues allí se encontrará gran parte de Teología Universal. Arduos estudios científicos lógicos podrían estar equivocados en algunos aspectos fundamentales; pero esos errores no desmeritan, porque se aprecia el esfuerzo de toda una vida (Galilei, Servet, Darwin) para dar a conocer teorías comprobables en honor a verdad científica. Dichas teorías comprobables, al instante se vuelven Leyes de Natura descubierta por humano racional. En cambio, haraganes teosóficos, de buena o mala fe, sólo ponen en marcha sus desarticuladas ideas para exigir diezmo, primicias, honores, reverencias y más. No existe bibliografía científica donde poder acudir para corroborar postulados teosóficos, tal cual existen estudios pacientes y peligrosos (en aquellas épocas) de Galileo Galilei, Miguel de Servet, Newton, Darwin, sólo por mencionar a cuatro de entre cientos o miles paridos por aquella oscuridad medieval europea mantenida por iglesias cristianas y sus lacayos.
Después de este necesario preámbulo, volvamos a preguntar sobre diferencia entre alma científica y alma religiosa. Alma, en religiones, sí, existe. Existe cual un fenómeno mental o parasicológico y es, el alma, equivalente al Súper Ego o Ego-idolatría; pues, el desheredado de mínimo raciocinio por falta de cultura general, —en especial de cultura histórica, lógica y de religiones antes de nuestra Era—, causada por pobreza pecuniaria o económica provocada por explotadores de toda época, incluida la actual, creen: su único tesoro, al cual deben salvarlo a cualquier costo, es su almita o súper ego. Entonces, estos pobres parias, desheredados de cultura universal básica e idólatras soberbios de sí mismos, se dejan conducir por pastores, curas, rabinos, chamanes, imanes, etcétera; quienes son dirigentes de borregos y no de mansas ovejas, tal cual ellos pregonan. Eso nos explica tantos inmensos palacios lujosos europeos, siendo prototipos de ellos: catedrales, capillas y museos vaticanos.
20 de septiembre de 2007
Para hablar sobre el alma, 99% de predicadores de todas las religiosidades cristeras,jehovanas, musulmanas y más, deben labarse la boca conabundante detergente fuerte y, después, hacer gárgaras con soda cáustica o con agua regia.
ResponderEliminarDisculpe si mi pregunta es necia, necesito me aclare si afirma que el alma o energia de cada ser, se ubica dentro de las celulas, atomos y el adn, entonces algunas sectas religiosas tendrian razon de oponerse a las transfusiones sanguineas con fines de salvar la vida humana. Gracias por aclararme esta duda, me parece muy interesante este tema. felicito al autor
ResponderEliminarSí y no. el alma física es el conjunto de energías mantenidas por medio de nuestros alimentos; energía ordenada o gobernada por nuestro sistema parasimpático. Entonces, todo lo creado tiene alma; porque, algo muerto jamás podrá dar vida ni al más ultra microscópico microbio, así: azúcar, maíz, frijoles, leche, carnes y más, son sustancias vivas dándole vida a un conjunto bien organizado llamado cuerpo animal.
ResponderEliminarPara vegetales existen otros alimentadores diversos, aparte de agua y oxígeno común con animales: nitrógeno, fósforo, potacio, más micro nutriente también presentes en dietas animales.
En cuanto al alma religiosa: todo es cuestión de fe ciega, aun siendo absurdas sus bases. Yo respeto a toda creencia que no atente a propósito con existencias humanas. Por eso no tolero, pero callo, el fantismo jehovano sobre transfusiones sanguineas. Tampoco acepto aquello de que Dios pone a nuestros gobernantes; pero, aquí en El Salvador, tenemos 190 años de ser "favorecidos" por Satanás, porque tales fanáticos cristeros no ayudan a su Dios al negarse ir a votar.
Gracias por visitarnos y confiar un poco en nuestro escrito.
Ramón F Chávez Cañas.-
Aumentando nuestra aclaración con respecto a prohibición de transfusiones sanguíneas por jehovanos, diré:
ResponderEliminarEsa es genuina pruba del alma "ególatra" o "Súper-yo"; pues, a ellos, jehovanos, les interesa, sobre todo, ganar una silla celestial de las 144 mil ofrecidas por la biblia, y no salvar la vida terrenal de un hermano nuestro o prójimo en peligro inminente de muerte.
Pero estos malos o buenos "testigos del Jehová", no han leído, o no les han leído que esas 144 mil sillas o sillones, están reservadas,en exclusiva, para las 12 tribus decendientes del Jacobo; o sea: 12 mil asientos celestiales para cada una de 12 tribus, no para dignos descendientes de Anastasio Aquino, ni de Agustín Farabundo Martí.
Ramón F Chávez Cañas.-
Yo sólo sé que soy un elemento más de toda esta creación, no valgo más que ese precioso jaguar que sale junto al Prócer Aquino, tampoco valgo más que esos frondosos árboles del volcán!
ResponderEliminarDamos vida a otras especies es ahi donde nos perpetuamos o transformamos para hacer un fabuloso conjunto de ADN en toda la creación!
Excelente artículo! al Autor gracias por instruirnos!
Dalia