Democracia en la Historia

LA DEMOCRACIA EN LA HISTORIA

Ramón F. Chávez Cañas

500 años o más, en historias planetarias terrenales, a legos les parecerá eternidad de eternidades; pero, para juiciosos con respecto al tiempo sideral, 10 mil o más años solares de la Tierra será un milisegundo desde época del teórico Big-Bang. Entonces, 200 crudos veranos tropicales pasados desde 1810: desde el ahora reducido México por ambiciones imperialistas yanquis (1847) y pisoteada Argentina por imperialistas de Rubia Albión* (1982) por motivo de Islas Malvinas, —con descarado apoyo al imperio inglés por genocida chileno augusto pinochet ugarte†—, hasta actual derrota electoral, acá en El Salvador, de ultra derecha latinoamericana neoliberal fracasada en todo el mundo; y de próximos triunfos democráticos izquierdistas en Colombia, Perú, Costa Rica y México, que caerán, una a una, cuales valiosas fichas del dominó político mundial.

En 1810, sólo Caracas de la Gran Colombia o Virreinato de Nueva Granada con Don Simón Bolívar cual Paladín de paladines, apadrinado desde respectivas tumbas por preclaros: Don Simón Rodríguez y Don Francisco de Miranda; y, Don Miguel Hidalgo y Costilla en Villa Dolores del actual México o Virreinato de Nueva España entonces, encendieron antorchas libertadoras que, cual regueros de pólvora pronto se esparcieron por inmensos territorios hispanoamericanos: —Resto del Virreinato de Nueva Granada: Panamá, Ecuador, Colombia, norte de Perú y pequeña parte noroccidental de Brasil más Guayana—; Capitanía General de Centroamérica o Reino de Guatemala, incluyendo a Chiapas; Virreinato del Perú, abarcando Bolivia; Capitanía General de Chile, Virreinato del Río de la Plata, hoy Argentina, incluía a Uruguay y Paraguay; Capitanía General de Cuba, ¡no!, pues ésta continuó esclavizada por 90 años largos, hasta 1898. Tampoco se incluye a Capitanía General de Puerto Rico pues, por desgracia nuestra, sigue esclavizada por EUNA**. Todos esos ricos países mencionados, poco a poco, en diferentes años del primer tercio del siglo decimonono, liderados por egregios próceres locales y regionales, dieron batallas heroicas hasta conseguir añorada Libertad de esclavitud real y virtual padecida bajo el yugo del imperio español. Curas católicos, apoyando a latifundistas criollos y ladinos, desde púlpitos insultaban con groseros epítetos ahora risibles, a insurgentes principales: herejes, masones, apóstatas, renegados, enemigos del rey, rosacruces, diabólicos, y ensarta interminable de improperios a cuales más despectivos e injuriantes salidos de hocicos realistas, papistas y acomodados al “statu quo” de anteriores 300 años insultantes y lacerantes contra nuestra rica Madre: América Latina Maya, Azteca, Tarahumara, Apache, Navaja, Caribe, Inca, Quechua, Mapuche, Aimara, etcétera.

11 años después de aquel 1810, Centroamérica, en septiembre de 1821, sin derramar siquiera 02ml de sangre, por carambola obtuvo su falaz independencia, pues se liberó de reyes borbones españoles a la sazón humillados por poderío militar de Napoleón Bonaparte; no obstante, chapetones, criollo y algunos ladinos medio encopetados, continuaron ejerciendo esclavismo disimulado hasta el presente 2009. —José Simeón Cañas Villacorta, en 1822, un año después de firmada falsa independencia ya citada, con bombos y platillos, según historieta oficial salvadoreña o guanaca, pretendió darnos “paja” barata, al querer zamparnos, cual libertador de esclavos centroamericanos, al tal Cañas y Villacorta, llegando a la osadía de proclamarlo superior a Don Abraham Lincoln, Verdadero Prócer emancipador (1863) de esclavos en EUNA. Sin embargo: si Cañas Villacorta salvadoreño, cura católico para mayores detalles, fue, en 1823 el primer libertador de esclavos en toda América, ¿cómo explicar alzamiento del indígena Maya-Nonualco: Anastasio Mártir Aquino, 10 años después (1833), de falsa emancipación proclamada el 31 de diciembre de 1823? ¿Cómo explicar diversos alzamientos indígenas en diferentes épocas y lugares de El Salvador: Tejutla, Jocoro, Usulután, San Miguel? ¿Quién explicará a satisfacción el robo de Ejidos y Realengos al servicio del pueblo desprotegido desde tiempos coloniales? Robos descarados efectuados por criollos latifundistas, entre 1879-81, para iniciar cultivo de cafetales, dejando a esclavitud campesina dependiendo sólo de miserables pagas por jornadas laborales extenuantes; agravándose tal condición de virtuales esclavos al obligárseles aceptar fichas (dinero) válidas sólo en “tiendas de raya”, propiedad del mismo nuevo cafetalero. ¿Cuándo explicará a satisfacción la historieta oficial “guanaca” los 30 mil o más campesinos pobres y analfabetos masacrados indefensos en 1932 por satrapía de “maximiliano hernández martínez”, principal jefe de jauría al servicio de ladrones esclavistas? ¿Quién dirá Verdades Históricas a futuros escolares, adolescentes y universitarios sobre 100 mil asesinados y desaparecidos en guerra civil salvadoreña de 20 años largos (1972-92) en suplicios silenciados por mal llamados medios masivos de comunicación social propiedad de oligarcas? Tal guerra civil salvadoreña, historia oficial “guanaca” la enmarca en 12 años (1980-92); pero, desde 1972, al robarse los militares, (también esclavizados por plutócratas cleptómanos), el legítimo triunfo del partido político Unión Nacional Opositora, —UNO—, cruda guerra inició con secuestro-asesinato de un plutócrata apellidado Regalado Dueñas, descendiente, en línea recta, de militar sabueso apodado “El Cuto” Regalado quien, hace 115 años fue impuesto como presidente inconstitucional de El Salvador. Tal Cuto, santaneco, robando Realengos y Ejidos, pronto llegó a ser archimillonario, fortunas heredadas por su descendencia presente. 20 calendarios después, en enero 16 de 1992, se firmó la Paz en Chapultepec, México. Paz sólo en papeles, porque el hambre por desempleo postguerra está causando entre 12 y 15 cadáveres cotidianos debido a asesinatos, llegando, El Salvador, a 60 muertes violentas por cada 100 mil habitantes cuando, ahí nomás: en Costa Rica, sólo hay cuatro muertes o asesinatos en misma cantidad de ticos.

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En 1959, el entonces joven Doctor Don Fidel Castro Ruz (31 años), encabezando un puñado de valientes cubanos ladinos, mambises y de varias mezclas africanas con aborígenes caribes, apodados: mulatos, zambos, más otros calificativos despectivos dados por españóleles, cuyos fonemas no valen ni media pena mencionar, triunfadores elevaron pendones de primera y verdadera Libertad latinoamericana del siglo XX. 40 años después, 1998, solitario Don Quijote de la Mancha cubano encontró a su fiel escudero: Don Hugo Rafael Chávez Frías, venezolano. Lula da Silva, Evo Morales Aima, Daniel Ortega Saavedra, Rafael Correa, Michelle Bachelet, Cristina Fernández, Fernando Lugo, Manuel Zelaya, Álvaro Colom, Tabaré Vázquez, Omar Torrijos hijo, Leonel Fernández, y ahora nuestro Mauricio Funes Cartagena salvadoreño, se han unido al solitario golondrino cubano para hacer verano, y nos están demostrando cuán cierta es letra de aquella canción popular de Orquesta Billo’s Carcas Boy: “La Historia vuelve a repetirse/ mi muñequita blanca y rubia/ El mismo Sol la misma lluvia/ el mismo loco, loco afán//. Etcétera.

A fin de concluir, resumiremos: El Salvador, provincia de Capitanía General o Reino de Guatemala, se independizó de España (1821), 11 años después de la primera gesta (1810) llevada a cabo en Caracas por Don Simón Bolívar; mismo año del Grito de Dolores dado en México por Don Miguel Hidalgo y Costilla. Ahora, iniciando siglo XXI, El Salvador, con su honda democrática cual David mitológico, da su primer grito contra neoliberalismo o Goliat del cuento bíblico duerme niños. Pasados otros 11años del primer grito anti-neoliberal en Venezuela, 1998, dado por Don Hugo Rafael Chávez Frías, la Historia contra obsoletos imperialismos vuelve a repetirse acá en El Salvador.-

* Inglaterra
** Estados Unidos de Norteamérica

17 de marzo de 2009.-