Anastasio Jaguar

Anastasio Jaguar

Breve Biografía de ANASTASIO MÁRTIR AQUINO (1792-1833):

Único Prócer salvadoreño verdadero en siglo XIX. Nativo de Santiago Nonualco, La Paz. De raza nonualca pura. Se levantó en armas contra Estado salvadoreño mal gobernado por criollos y algunos serviles ladinos, descendientes, éstos, de aquéllos con mujeres mestizas de criollo o chapetón y amerindia; pues esclavitud inclemente contra: indígenas, negros, zambos y mulatos, era insoportable para el Prócer Aquino. Fue asesinado por el Estado salvadoreño en julio de 1833, —después calumniado hasta lo indecible, tratando de minusvalorar sus hazañas; así como hoy calumnian a Don Hugo Rafael Chávez Frías y, ayer, al aún vivo: Doctor Don Fidel Castro Ruz.

En honor a tan egregio ANASTASIO AQUINO, este blog se llama:

“A N A S T A S I O A Q U Í S Í”

lunes, 7 de enero de 2013

VERSOS DIVERSOS, 3^ entrega



          VERSOS DIVERSOS
         Por Ramón F Chávez Cañas

PRÓCERES DE SIGLOS XX Y XXI
    EN NUESTRA AMÉRICA

I N T R O D U C C I Ó N

Durante años escolares,/ inclusive en secundaria
nuestros padres y maestros/ nos hablaban de diez próceres;
nos habían inculcado/ gran respeto a tales viejos
narizones con espadas/ y de mirada tan agria;
en sotanas, torpes gestos/ de los romanos procónsules;
con crucifijos enormes/ colgando de sus pescuezos.

Esa visión inefable/ de los centroamericanos
próceres decimonónicos/ todavía se difunde,
más en meses septembrinos/ con desfiles militares
y estudiantes a la cola/ con sus cuerpos no lozanos
a pleno Sol tropical/ más una calor que funde
anatomías enclenques/ en todos nuestros lugares.

Tales “próceres” no fueron,/ en verdad, libertadores.
Ellos sí, se emanciparon/ de vil corona española
pues latifundios inmensos/ a España pertenecían;
pero indios y ladinos,/ bisabuelos labradores
con negros, zambos, mulatos/ quienes a pura  pistola
seguirían siendo esclavos/ hasta hoy, en nuestros días.

Un tal José Simeón Cañas,/  guardaespaldas de un Delgado,
—esto puede consultarse/ en el tratado de Historia
escrito hace casi un siglo/ por don Chema Monterrey—,
pues el tal José Matías,/ rebelándose al papado
quería ser arzobispo/ apoyado por la escoria
y cura José Simeón,/ transgrediendo esa su ley.

El Cañas y Villacorta/ en Asamblea hizo teatro
cuando aquel último día/ llegó a pedir libertad
para  siervitos de gleba/ de tantos terratenientes.
Fue aplaudido a plenitud/ por diputados. Los cuatro
torpes gatos de Asamblea/ gritaron a saciedad
anunciando a patria entera/ de que ellos eran congruentes.

El tal narizón Delgado/ con un Manuel José Arce
llegaron a proponernos,/ a los estadounidenses,
para hacer de nos, esclavos,/ de aquel imperio en bellota.
De nuestra anexión a México/ ellos querían librarse
junto con sus latifundios,/ de los nuevos amanuenses
imperiales de Iturbide/ sin importarles ni jota.

Décadas han demostrado/ desde el heroico Indio Aquino
y de muchas rebeliones/ ocultadas a propósito
hasta ya la inocultable/ rebelión del treinta y dos
del siglo recién pasado/ cuando el Martínez porcino
asesinó a treinta mil./ Las zanjas fueron depósito
para treinta mil esclavos/ víctimas de sinrazón.

La recién pasada guerra/ civil de/ años ochenta
a más de cien mil esclavos,/ incluyendo a tiernos niños,
les mandó hasta los sepulcros/ y a panzas de carroñeros.
El burgués indiferente/ pretende no darse cuenta
pues nunca ha tenido patria/ y jamás tendrá cariños
porque él le sirve a oligarcas:/ viles ladrones matreros.

Los Próceres Verdaderos/ deben ser seres decentes:
Martí, Morazán, Bolívar,/ Lincoln y Benito Juárez;
Simón Rodríguez, Miranda,/ y Augusto César Sandino,
—sólo para refrescar/ a tan perezosas mentes—.
Entre las tantas mujeres/ está Manuelita Sáenz,
—sólo para rescatar/ algún cerebro anodino—.

Leyendo a Pablo Neruda/ en su “Canto General”
descubrimos: él le canta/ a los Próceres pasados
desde año mil cuatrocientos/  hasta mitad siglo veinte
cuando publicó su libro/ de contenido genial.
Entonces los pensamientos/ se nos volvieron osados
pues en más de medio siglo/ ha nacido mucha gente

merecedora de loas/ por sus grandes cualidades
en campos de economía/ defendiendo con Justicia;
cultivando Buen Saber,/ velando por la Salud,
fomentando buen trabajo/ en campos y en ciudades;
combatiendo a holgazanes/ quienes viven de primicia,
exigiendo diez por ciento/ con cara de beatitud.


Además, Próceres son:/ médicos y cirujanos,
abogados muy honestos,/ más ingenieros civiles;
dentistas capacitados,/ químicos y farmacéuticos;
obreros calificados y todos los ciudadanos
hasta de humildes oficios que desprecien a los viles,
a ladrones y egoístas, por principios propedéuticos.

Tan valientes escritores:/ pöetas y narradores
que aborden con entusiasmo/ todo problema social;
—porque pöeta no es sólo/ quien canta a mujer amada,
a paisajitos bucólicos/ y al amor con sinsabores—.
Mal pöeta es todo aquél/ quien busca la saciedad
cual canario del alpiste vendiendo su vil jornada.

Los pintores y escultores/ como el Gran Guayasamín
pueden también ser los Próceres /en este siglo veintiuno
que con pincel o cincel/ denuncian mil tropelías,
o alabando buenas obras/ de aquel hombre paladín
y dan su ejemplo a los jóvenes/ en el momento oportuno
para hacer de estos presentes,/ ciudadanos de valías.

Filarmónicos bien pueden/  y directores de cines,
hacer patria dando ejemplos,/ con su actividad diversa
alabando a personajes/ no por sucios capitales;
sino a todo ser humano/ que emplea sesos con fines
de llevar felicidad/ a la población inmensa.
Todo oficio bien llevado/ nos hace Próceres reales.
                                08 de octubre en 2007.-

AGUSTÍN FARABUNDO MARTÍ

En año noventa y tres/ del siglo décimo nono
en pueblito Teotepeque,/ campiña salvadoreña,
nace Agustín Farabundo/ de un hogar bien conformado
con padre terrateniente,/ pero cerebro de mono.
─El  padre de Fidel Castro/ daba equivalente seña──.
El niño Farabundito/ creció en ese marquesado.

Su padre lo castigó/ colgándolo de ambos pies
sobre un foso de escusado/ tal vez por algunos ratos,
pues jovenzuelo/ Martí/ abogaba por los peones
maltratados por su padre/ lanzándoles puntapiés.
Caro muchacho Martí/ ganaba mil alegatos
defendiendo al indefenso/ de capataces matones.

Llegó hasta Universidad / a estudiar Jurisprudencia;
mas, allí se convirtió/ al Partido Comunista
abandonando el estudio/ para hacer proselitismo.
En mil novecientos veinte,/ al colmarle la paciencia
a los Meléndez-Quiñones,/ familia latifundista,
lo exilian a Guatemala,/ comenzando su ostracismo.

Inicia peregrinar/ de la seca hasta la meca.
El Partido Comunista/ de los centroamericanos
funda en año veinticinco./ Un lustro más tarde funda
PC de salvadoreños./ Luego se marcha sin beca
a montañas de Sandino/ contra norteamericanos.
Fue secretario de Augusto/ en esa selva profunda.

En el año treinta y uno/ la oligarquía derroca
al Gobierno Constituido/ del Ingeniero Araujo,
colocando a un fantoche/ persecutor de Martí.
Cruel depresión de años treinta/ hundió a economía loca
de las catorce familias/ desenfrenadas en lujo.
Tal bancarrota inminente/ les desató frenesí.

Nuestro Estado puesto en quiebra/ no podía ni pagar
mensualidad de maestros/ ni de todo empleado público.
Campesinos de occidente/ eran los más afectados
pues no tenían “conqué”*,/ sólo una “chenga”* con sal.
Ante caos imprevisto/ el pueblo en estado abúlico
tomó sus rústicas armas/ en contra de potentados.

Don Farabundo Martí,/ junto con Luna y Zapata;
con Don Feliciano Ama/ y con Don Francisco Sánchez
dirigieron esas masas/ en feudos cafetaleros.
Maximiliano Martínez,/ vil fantoche  de la rata,
reprimió dando metralla/ a izalqueños en el parque
de aquel Izalco, pueblito,/ cuna de los jornaleros.

Don Alfonso Luna con / Mario Zapata, y Martí
en primeros movimientos/ fueron puestos en prisión.
Con amañado pre juicio/ se les condenó a muerte
por tribunal militar/ en juicio sumario, y
en febrero, treinta y dos,/ llegaron al paredón
para enfrentar  injusticia/ con altivez en su frente.

La muerte de Farabundo,/ muerte llamarse no puede.
Quien sucumbe dando Vida/ no debe llamarse muerto.
Dicho ocaso sólo llega/ a descarados rufianes
quienes después de morir/ hasta su conciencia hiede.
Don Farabundo Martí /con pueblo llegará a puerto
seguro en menos de un lustro,/ al derrotar a patanes.

*Conqué = frijoles, carne, huevos, etc. **Chenga: tortilla de maíz                   
                  .
J U A N   D O M I N G O   P E R Ó N
Nació en siglo diecinueve,/ el año noventa y cinco,
Dios lo quitó de esta vida/ cuando iba a cumplir ochenta.
Un hijo de clase media/ en sociedad desigual.
Fue presidente tres veces/ poniendo todo su ahínco
para hacer de/ Argentina/ sociedad algo opulenta;
pero con reparto justo/ entre obrero y capital.

En su segundo período/ milicos lo traicionaron
el año cincuenta y cinco,/ en dieciséis de septiembre.
Debió buscar su refugio/ en Península de Franco.
Allá, en el setenta y tres/ los argentinos votaron
y Perón llega al Poder/ esta vez con nuevo temple;
pero muerte natural/ dejó sus planes en blanco.

Cuarenta y cinco por ciento/ era para los obreros,
restante cincuenta y cinco/ para avaros industriales.
Éstos pretendieron darle/ trillado golpe de Estado.
Pero en el cincuenta y cinco,/ tales terribles matreros
lograron desbarrancarlo/ con milicos criminales.
Fue cuando marchó hasta España/ tal vez desilusionado.

Junto con Descamisados/ y su esposa Evita Duarte
fundaron el gran Partido/ llamado Justicialista.
Fue gratuita la enseñanza,/ incluso universitaria.
Autonomía de ésta,/ respetada en todas partes.
Neutral en cruel guerra fría/ de sistemas extremistas.
Sufragio para mujeres/ se implantó en aquella patria.

Igualdad en matrimonio/ fue gran conquista jurídica.
Igualdad entre los vástagos/ legítimos e ilegítimos.
Nacionalizar los trenes/ fue otro sueño realizado.
La validez del divorcio/ dejó de ser una idílica
idea de tanta fémina/ por pésimos tratos íntimos.
Argentina vivió entonces/ su presente idealizado.

Obispos, por el divorcio,/ le quitaron todo apoyo
tratando de derrocarlo/ con los Comandos Civiles
más milicos descontentos/ por el freno a sus abusos.
Esto por fin fue logrado/ hundiendo  la patria en hoyo.
Gobierno de/ Argentina/ volvió a las manos de viles
desenfrenados, voraces,/ por sus sesos tan obtusos.

Estando en tercer período/ el año setenta y tres
se produce vil masacre/ de Ezeiza, en el mes de junio.
Gran  anciano Juan Perón/ murió en el setenta y cuatro,
el primero de aquel julio./ Murió sin algún estrés;
pues cumplió a cabalidad./ Antes de él hubo  ninguno
capaz de tomar batuta/ en tan conflictivo teatro.



J U A N   J O S É   A R É V A L O  BERMEJO

Arévalo, Juan José,/ Profesor guatemalteco
y Filósofo a la vez./ Se marchó/ hasta Argentina
en el año treinta y seis/ cuando un patán: Jorge Ubico,
fue reelecto por el fraude./ Un Profesor de chaleco
más Catedrático digno,/ fue en aquella diamantina:
o patria del gran Sarmiento,/ en sabiduría, rico.

Pero en el cuarenta y cuatro/ se convierte en Presidente,
terminando su período/  en año cincuenta y uno.
Luchó contra tan rapaces/ fuerzas del imperialismo.
A veinticinco conatos/ derrotó este hombre prudente.
Guatemala progresó./ Seis años fueron ninguno
para alcanzar desarrollo/ contra del militarismo.

Rodeándose de edecanes/ patriotas con gran talento
entre los cuales estaba/ Luis Cardozo y Aragón,
el Premio Nobel: Asturias/ y Don Guillermo Toriello
más incontables obreros/ honrados , mas no violentos
y gran masa campesina/ brindándole el corazón.
¡Tal primavera fue eterna,/ en verdad, ese fue un cielo!

El Doctor Juan José Arévalo/Bermejo, gallardo hombre,
inauguró aquella década ─terminando su mandato─
única en cinco centurias/ desde Pedro de Alvarado.
Este Maestro-Filósofo/ sentado dejó su nombre
en altar de grandes Próceres/ de ese su país ingrato,
donde a nuestra raza indígena/ se le caza cual venado.


J O R G E   E L I É Z E R   G A I T Á N

Jorge Eliécer Gaitán/ se le escapó a Neruda
quizá porque su muerte/ ocurrió meses antes
de haber finalizado, ─en el cuarenta y nueve─
su “Canto General”, / con cierta verdad cruda.
Don Eliécer Gaitán/ con ideas gigantes,
fue asesinado a balas/ por criminal aleve

en plena Bogotá,/ cuando Don Fidel Castro
visitaba esa urbe/ siendo universitario.
Asistía, Fidel,/ a foro estudiantil
cuando Eliécer Gaitán/ brillaba tal cual astro.
Su muerte provocó/ cierto eterno calvario
en tierra de Nariño,/ con guerrilla sin fin.

Desde el cuarenta y ocho, —hará sesenta/ años—
las selvas colombianas,/ montañas y ciudades
se han levantado en armas/ contra conservadores
a quienes nada importa/ incalculables daños
en vidas y haciendas: ¡son neoliberales!
cachorros del Imperio/ y a su patria: traidores.

J O S É   F I G U E R E S   F E R R E R

José Figueres Ferrer,/ en tan culta Costa Rica
luchó contra Calderón/ Guardia, presidente malo.
En México se exilió./ Volvió en el cuarenta y ocho
para empuñar armas rústicas/ semejantes a una pica
y así poder devolver/ el Poder lleno de halo
al Señor Ullate Blanco,/ sin la nariz de Pinocho.

El Señor Ullate Blanco,/junto a Don José Figueres
desmantelaron ejércitos/ de / antigua satrapía
convirtiendo a cuarteles/ en templos del buen saber;
dictaron leyes ecuánimes/ liberando a las mujeres;
hicieron fuertes reformas/ en contra de oligarquía.
Luego llegó a Presidente/ José Figueres Ferrer.

Desde entonces Costa Rica/ es la Suiza americana.
Son sesenta navidades/ con labores productivas
del intelecto y del músculo/ en nuevas generaciones.
Don Otilio Ullate Blanco/ inició tan soberana
Democracia de  Tiquillos./ En etapas sucesivas
José Figueres Ferrer,/ a nivel de las naciones

más cultas de nuestro mundo/ colocó a su patria amada
por haberla liberado/ de ejércitos tan torvos:
o perros de oligarquía/ desde el Bravo a Magallanes.
Ahora esa Costa Rica/ siempre estará perfumada
por la Paz e Inteligencia./ Nuestros gobiernos son sordos
a evidencias tan claras,/ pues les sirven a rufianes.

J A C O B O   Á R B E N Z   G U Z M Á N

Empezando años cincuenta/ Guatemala es traspasada
a manos de un militar: /Jacobo Árbenz Guzmán
militar pundonoroso,/ hombre buscado por Diógenes.
Continuó clara política/ por Arévalo implantada.
Don Jacobo siempre fue/ majestuoso Tolimán
orientando a su terruño/tal cual moderno Aristóteles.

En esa magna tarea/ de librar a Guatemala
de vil zarpa imperialista/ nacional y extranjera
llegó al país de la eterna/ primavera terrenal
un mediquillo argentino/ llamado Ernesto Guevara
quien sirviera de baluarte/ acariciando quimera
para hacer del continente/ la tierra de miel y pan.

Las compañías fruteras,/ capital imperialista,
con criollos latifundistas/ más seudo iglesias cristianas
corrompieron a milicos/ en Escuela Las Américas
acusando a Don Jacobo/ de ser torpe comunista;
porque con Reforma Agraria/ todos aquellos bausanos
o sanguijuelas humanas/ perderían sus quiméricas

propiedades mal habidas/ desde tiempos coloniales.
Sabueso de bajo rango/ llamado Castillo Armas
desde la vecina Honduras/ de un tal Tiburcio Carías,
apoyado por Osorio,/ jefe de los criminales
del país El Salvador,/ apadrinaron las tramas
obedeciendo al Imperio/ y también a oligarquías.

Don Jacobo Árbenz Guzmán/ sufrió cruel humillación:
nuestra prensa amarillista/ lo exhibió en primera plana
cuando desnudo partía/ sólo con un calzoncillo
hacia el México querido/ transportado por avión.
Junio del cincuenta y cuatro: pigmeos de la banana
de míster John Foster Dulles/ humillaron al Tigrillo.


       LUIS CARDOZO Y ARAGÓN
Luis Cardozo y Aragón,/ pöeta del siglo veinte,
ensayista sin igual,/magno crítico del arte;
un Prócer guatemalteco/ digno hijo de La Antigua
ciudad Vieja, Capital/ de Guatemala celeste.
Gloria Centroamericana./ Difundía en cualquier parte
su amor por la Libertad/ contra cerebros de nigua.

En mil novecientos uno,/ iniciando las dos equis
vino al mundo este Don Luis,/ de un Cardozo  y otra Aragón.
Su excelente juventud/ fue cultivada allá en Francia
retornando a Guatemala/ donde imperaban los jeques.
Cruel muerte lo sorprendió/ el año noventa y dos
en capital mexicana,/ do derramara fragancia.

Fragancia de su talento/ en idioma de Cervantes;
fragancia de patriotismo/ en paraíso de exilio,
huyendo de “jorge ubico”/ capataz de bananeras.
En bello edén mexicano/ se encontró con los gigantes:
Octavio Paz, más Tamayo/ y otros de un afín idilio
con letras, artes, cacumen:/ universales banderas.

Regresó a su Chapinlandia/ cuando cayó aquel tirano.
Sirvió cual fiel diplomático/ en gran gobierno de Arévalo.
Al caer Jacobo Árbenz/ Guzmán  se volvió a exiliar
en Tierra de los Nopales/ huyéndole a otro gusano,
donde fue bien recibido/ por ese pueblo benévolo.
Pudo ahí desarrollarse/ dándonos su inmensidad.

Fue “Luna Park” su primera/ publicación en poesía
en el año veintitrés,/ a sus veintidós abriles.
Con “La Torre de Babel”/ en mil novecientos treinta
nos da la segunda muestra/ de su enorme fantasía.
La tercera fue “El Sonámbulo”/ para deleite de miles
o millones de millones,/ hasta una cifra sin cuenta.

Con el “Retorno al Futuro”/ del año cincuenta y ocho,
“La Pequeña Sinfonía/ de Nuestro Mundo” al siguiente
calendario publicado,/ demuestra más su talento.
Demostró que sus ideas/ no son nariz de Pinocho
y que toda su persona/ está construyendo el puente
para liberar a razas/ del capataz o el jumento.

En “Guatemala las Líneas/ de su Mano” él desgrana
todo el amor y los sueños/ hacia Tierra del Quetzal
porque siempre fue Chapín/ a pesar del ostracismo
y dispuesto a derramar/ su líquido color grana
por aquella patria chica/ de esta América Central.

Sus escritos surrealistas/ como en “La Quinta Estación”
le abren campos literarios/ de todo el planeta Tierra.
En ese “Río”, novela/ de caballería y “El Brujo”,
─su auténtica biografía/ escrita con devoción─
nos da su amor a la paz /y su repudio a la guerra.
Y otras facetas menores/ relatadas con embrujo.

Fundó el Grupo “Saker-ti”/ que de idioma cachiquel
se traduce “Amanecer” /o algo muy parecido.
Sus pensamientos profundos/ son sentencias inmortales
que al rumearlos en silencio/ nos transportan hasta aquel
principio de la justicia/ para el humano oprimido
en la redondez del orbe/ porque nacimos iguales.

Muerto no tiene memoria/ y si la tiene es pöeta.
Nunca se creyó terreno/ pues era de Vía Láctea.
El amor es compartir/ fantasmas complementarios.
Son tres de sus pensamientos/ no copiados a la letra.
Descansa en paz, Luis Cardozo/ y Aragón. En tu epacta
infinitud de galaxias/ detienen tus calendarios.

CONTINUARÁ