Anastasio Jaguar

Anastasio Jaguar

Breve Biografía de ANASTASIO MÁRTIR AQUINO (1792-1833):

Único Prócer salvadoreño verdadero en siglo XIX. Nativo de Santiago Nonualco, La Paz. De raza nonualca pura. Se levantó en armas contra Estado salvadoreño mal gobernado por criollos y algunos serviles ladinos, descendientes, éstos, de aquéllos con mujeres mestizas de criollo o chapetón y amerindia; pues esclavitud inclemente contra: indígenas, negros, zambos y mulatos, era insoportable para el Prócer Aquino. Fue asesinado por el Estado salvadoreño en julio de 1833, —después calumniado hasta lo indecible, tratando de minusvalorar sus hazañas; así como hoy calumnian a Don Hugo Rafael Chávez Frías y, ayer, al aún vivo: Doctor Don Fidel Castro Ruz.

En honor a tan egregio ANASTASIO AQUINO, este blog se llama:

“A N A S T A S I O A Q U Í S Í”

viernes, 29 de junio de 2012

HEREJIAS 38ava ENTREGA


H   E   R   E   J   I   A   S

Trigésima octava entrega 
Por Ramón F. Chávez Cañas

CCLXI

Con los doscientos sesenta/ y un sonetos hasta ahora
—y con muchas redundancias/ imposible de evitar—,
con inocente honradez/ hemos querido alumbrar
tan tenebroso sendero/ ocultando bella aurora

a Humanidad desvalida/ quien debiera ser Señora
honesta en esta Creación/ de aquel Dios Universal
degenerado en tu biblia, / asimismo en el corán.
¡Desvalida Humanidad/ la Paz duradera añora!

Pero imperio de sionistas, —genéticos y/ hechizos—,
a través de tres mil años/ tal paz duradera niega
invocando al dios Iahvé, / un dios de canosos rizos,

atizan mil fuegos bélicos/ desde Colombia a Noruega;
desde Australia a Pakistán/ poniendo vellos erizos
a todo ente pensador/ desde el alfa hasta el omega.

CCLXII

Desde primera edición,/ en dos últimos sonetos
de estas Herejías puras/ dijimos no será grato
abordar tan milenario/ problema de suyo ingrato
por miedo a vil agresión/ de estos bélicos sujetos.

Luciérnagas o cocuyos/ alumbrando tantos guetos
serían estos pöemas/ escritos por este gato
de genética ladina/ o tal vez noble mulato.
¡Ojalá nunca se queden/ en estaciones de fetos

abortados a dos meses/ de concepción cerebral!,
pues nuestra tétrica gente/ ya no quiere ni saber
de cierta vida mejor/ terrenal no imaginaria

de estar mirando ad aeternum/ al Jëhová celestial
inventado por judíos/ como prepotente ser
porque no pasará más/ allá de estática área.
                                 

                                         Santa Tecla, 18 de octubre de 2009.-   

CCLXIII

Nunca un hombre fue acusado/ de efectuar dos brujerías
porque nunca se le vio/ volando sobre una escoba.
Siempre fueron calcinados/ por esa doctrina boba
señalados por doquier/ de predicar herejías

contrarías a dogmatismos/ o fantasiosas teorías
de mil diablos o cien ángeles/ en cierta lujosa alcoba
enamorando al creyente/ por medio de burda coba
para llevarlo al infierno/ o al cielo de tonterías.

En cambio, a ingenuas mujeres/ voluptuosas e ignorantes
al rechazar amoríos/ con arzobispos o curas
o al declarar embarazo/ del cardenal o abad,

rápido eran acusadas/ por esos falsos orantes
de brujas endemoniadas/ con diabólicas locuras
hasta ser quemadas vivas/ y parte sin novedad.

CCLXIV

Nacimiento de Jesús/ bajo cueva, en un pesebre
sin duda donde cuadrúpedos/ masticaban su alimento      
porque no pudo encontrarse/ albergue en ese momento.
Fue ese día veinticinco/ de aquel mes nunca con fiebre.

Por órdenes imperiales/ en ese frío diciembre
debían empadronarse, / contra mareas y viento,
judíos y palestinos/ cual si fuera sacramento
o bautismo de católico/ que te hará cristiano siempre.

Un asno, un buey y José,/ daban calor de pulmones
al recién nacido infante, / más a su madre María.
Fue cuadro conmovedor/ hasta en toscos corazones.

¿Por qué el imperio romano/ impuso negra porfía
empezando crudo invierno? /Hay muy lógicas razones
para rechazar tal mito/ de textos en agonía.

CCLXV

Embarazo de una humana/ cuando está en noveno mes
lo miran hasta mil ciegos./ Una prueba de ese porte
José hubiese presentado; / pues él era su consorte,
para evitar rudo viaje/ hasta pueblito Belén.

Autoridad competente,/ viéndola de rostro a pies,
sin ser un médico obstetra/ ni magistrado de corte,
con noble conciencia hasta/ movida por un resorte
muy bien pudo exonerarla, / como hace perfecto juez,

pues no existe ser perverso/ frente a dama en gestación
desde principios humanos/ en Era de Cromañón
que no doblegue su testa/ ante futuro producto

sin importar no saber/ que por virginal conducto
empezaría a bajar/ el llamado niño dios.
Esto a sionistas les causa/ indigestión con eructo.



CCLXVI

Grandes naciones del orbe, / recién pasadas y actuales,
ejemplos: Unión Soviética/ y los Estados Unidos
en el Norte de esta América, / pudiesen no ser vencidos
por tantos países chicos, / pues éstos no son iguales.

Otra nación poderosa/ ora se encuentra en pañales:
será Unión Europea/ cuando destruya los nidos
heredados del Medioevo/ con cristerismos podridos.
Tal Unión Europea/ empieza a darnos señales

de ser báscula romana/ entre gringos contra rusos;
entre China y Venezuela/ contra mismos ambiciosos.
Viles yanquis endiosados/ por sus cerebros obtusos

doblegarán sus perfidias/ o quehaceres codiciosos
porque tan culta Europa/ delimitará esos husos
entre el Tigre de Papel/  y países laboriosos.

CCLXVII

Claro ejemplo de naciones/ que antes fueron absolutos
reinados o cacicazgos/ en Viejo y en Nuevo Mundo;
destrozándose con flechas/ por cierto idealismo inmundo:
conquistar reinos, imperios,/ sin importar tantos lutos

dejados por mil batallas/ sobre pueblos impolutos.
La Tierra está despertando/ con pensamiento rotundo.
Toda guerra acabará/ cuando imperialismo dundo
reciba buen jaque mate/ que Europa dé a esos brutos

gringuitos de Norteamérica,/ o, a futuros canallas
del Asia o de donde sean;/ pueden ser hasta del África.
Vendrán millones de/ años/ en Paz. Ya no habrá batallas.

No habrá más sucias heridas/ que se curaban con árnica.
En museos se verán/ tan oxidadas metrallas.
León y gacela estarán/ jugando en región del Ática.

CCLXVIII

Gacelas y leones son/ los cristianos y cristeros.
Tales cristianos: escasos;/ cristeristas: abundantes.
Éstos mezclados con “turcos”/ más sionistas aberrantes,
a Jesús, Iahvé y Alá, / se los pasan por traseros;

porque el dios de estos sujetos/ son los oros o dineros.
Ellos no tienen naciones,/ ellos siempre han sido errantes
buscando fácil fortuna/ con negocios repugnantes,
dejando a tanto esquilmado/ tan sólo en sus puros cueros.

Tantos cristeros católicos,/ asimismo evangélicos,
deberían divorciarse/ de sionistas y de turcos;
deberían regresar/ al cristianismo de auténticos

apóstoles primitivos/ sin placeres sicodélicos;
deberían retornar/ a sembrar cansados surcos
abiertos en Galilea/ y sentirse siempre idénticos.

                                                                                 CONTINUARÁ...