Anastasio Jaguar

Anastasio Jaguar

Breve Biografía de ANASTASIO MÁRTIR AQUINO (1792-1833):

Único Prócer salvadoreño verdadero en siglo XIX. Nativo de Santiago Nonualco, La Paz. De raza nonualca pura. Se levantó en armas contra Estado salvadoreño mal gobernado por criollos y algunos serviles ladinos, descendientes, éstos, de aquéllos con mujeres mestizas de criollo o chapetón y amerindia; pues esclavitud inclemente contra: indígenas, negros, zambos y mulatos, era insoportable para el Prócer Aquino. Fue asesinado por el Estado salvadoreño en julio de 1833, —después calumniado hasta lo indecible, tratando de minusvalorar sus hazañas; así como hoy calumnian a Don Hugo Rafael Chávez Frías y, ayer, al aún vivo: Doctor Don Fidel Castro Ruz.

En honor a tan egregio ANASTASIO AQUINO, este blog se llama:

“A N A S T A S I O A Q U Í S Í”

jueves, 7 de octubre de 2010

LOS CASTRADOS
 Por Chichipate Cañaverales


“I Castrati”, en italiano, y Capones en español, se les llamaba a hombres quienes desde niños, por alguna razón patológica médica, accidental o “artística” (ópera), habían perdido el par de gónadas masculinas o testículos. Además, existen eunucos a quienes, desde bebés, por motivos machistas musulmanes (otra religión monoteísta) se les han cercenado los “cojones” a fin de emplearlos en harenes de potentados árabes para cuidar decenas o centenas de odaliscas: concubinas, esposas y esclavas de sultanes, emires, agás, y más.
En esta reflexión nos encarrilaremos para analizar a “los Castrados” europeos. En 1685, un tal Charles de Saint-Evremond dijo a un niño: “Mi querido niño: (…) os diré con términos más insinuantes que debéis hacer pulir mediante una ligera operación que os asegurará por mucho tiempo la delicadez de vuestro cutis y  belleza de vuestra voz para toda la vida”. Castración con fines artísticos musicales practicada en varoncitos entre 6 y 8 años de edad, se daba desde antes de nuestra Era.
A medida “autoridades” cristiano-católicas, apostólicas y romanas fueron haciéndose más poderosas, lujosas y lujuriosas a través del Medioevo, sobre todo después de tenebrosas “Cruzadas” contra musulmanes, con el cursi pretexto de “rescatar sagrados lugares”, la costumbre de usar “castrati” cuales cantantes sopranos, tiples o mezo-sopranos en coros eclesiales y palaciegos de curas cristeros y nobles, desde el más insignificante noblote hasta el más encopetado rey; desde el andrajoso abate hasta el papa ególatra y despótico, tal fue Sixto V (1521-1590), pasando por cardenales, arzobispos, obispos, vicarios y más.
Tales castrados alcanzaron su mayor número en siglos XVII y XVIII, ─ ¡200 años o más de ignominias, alabando a dios con voces artificiales de jovencitos y adultos jóvenes capados para fin tan inicuo!─, hasta cuando fueron suprimidas tales insultantes castraciones por Ley expresa (1870) del recién nacido Reinado Italiano ─ahora República─; reino que en esos años había despojado a los “santos padres representantes de Cristo en la Tierra” de los estados pontificios usurpados por el papado a través de 1500 ó más años. A regañadientes, Pío IX, —soberbio león o tigre herido— aceptó confinarse en lujosas buhardillas llamadas El Vaticano. ─En 1929 Pío XI, después de 60 años y 2 papas más (Pío X y León XIII), accedió a firmar el Tratado de Letrán, renunciando a milenaria e indebida propiedad del tercio medio-central de la encantadora Bota Italiana.
Sólo Sixto V, ─soberbio papa quien bendijo la armada “invencible” del rey español Felipe II cuando tal armada navegaba rumbo a Inglaterra con el fin de destronar a reina Isabel I (1588) ─, mandó a castrar a mucho más de 200 niñitos; pues él y sus fornicadores cardenales subalternos, detestaban a mujeres sopranos y mezo-sopranos (machismo bíblico puro). Campesinos niñitos famélicos de ricos territorios papales, más otros de ducados, condados y marquesados vecinos, eran llevados por sus miserables padres de familia esclavizados por ignorancias, temores, supersticiones y pobrezas económicas, para que barberos vaticanos practicaran extirpación de testículos (capar). Anestesia usada para tan salvaje operación era aguardiente 50ºGL destilado de uva, administrada vía oral a tan desnutridos o famélicos cuerpecitos, hasta llegar a fronteras de intoxicación alcohólica aguda. Un moderado porcentaje  de estos pequeños parias perdía la vida al sobrepasar la ingesta de dosis alcohólica anestésica o infectarse heridas en escrotos por bacterias imbatibles entonces. Además de agradar a oídos de dios Jesús y diosa María por medio de estrechas laringes y cuerdas bocales modificadas al suprimir producción de hormonas testiculares, los pobres zombis cristeros romanos creían poder encontrar el edén económico al “graduarse” de sopranos o mezo-sopranos los futuros adolescentes-jóvenes-adultos castrados entre 6 y 8 años. Sólo 2% de castrados durante el pontificado de Sixto V, llegaron a figurar exitosos en coros catedralicios o sea: 6 niños o jovenzuelos de entre 300, quedando 294 descartados de por vida y con el siguiente agravante: por leyes canónicas de iglesia católica, ningún castrati, ni los “exitosos”, podrían ser enterrados en camposantos, pues se les aplicaba el mismo artículo aplicado a suicidas.
Mayorías de “castrati” mencionada en anales de la Historia, tienen nombres y apellidos italianos; pero revisando algunos documentos al respecto: españoles, coloniales hispanoamericanos (México), lisboetas y luso americanos (Brasil), también se encuentran algunas referencias a castrati latinoamericanos. El más famoso de todos por sublime voz angelical de tiple castrado fue Carlo Broschi, también llamado Farinelli (1715-1782). El último, muerto en 1922, fue Alessandro Moreschi (1858). Éste, en 1902-04, hizo algunas grabaciones discográficas. Dicen los expertos: es un soprano de muy baja calidad con voz aguada y mal dados tonos en obras de Donisetti y Gounud, escritas para castrati del XVIII y XIX.
Todos estos datos históricos verdaderos, a propósito han sido eliminados de programas históricos educativos oficiales, sobre todo en países latinoamericanos donde la “santa madre iglesia católica apostólica y romana”, hasta ayer ejerció oscuro dominio sobre sociedades civiles y gobiernos espurios, esclavizados con terrorismos basados en amenazas del fuego eterno y/o, en promesas de eterna gloria consistente en mirar a Jehová, sin parpadear, por milenios de milenios, amén.

lunes, 4 de octubre de 2010


CANALLA INVIERNO TROPICAL
Por Chichipate Cañaverales


Nunca en mis siete décadas/ había yo vivido
una estación lluviosa,/ ni en mi sexto sentido
o fuerte temporal/ desde julio a septiembre.
Mañana será octubre:/ esperamos se calme
este diluvio eterno/ por no decirle infame.
Más infame sería/ si llegase a noviembre.

La palabra canalla/ quizás no es la apropiada
porque Madre Natura/ nunca ha sido malvada.
Canalla es el humano/ quien la está trastornando:
desde doscientos mil/ años de su creación.
El humano es bebé/ en nuestra evolución.
Él, pronto se hundirá/ por estarla abusando.

En mis años de infancia, —década del cuarenta—,
y de mi adolescencia, —en los años cincuenta—,
hubo cien temporales/ hasta de doce días
allá en mi Tecoluca/ y en ciudad San Vicente
siendo ya jovencito,/  estudiante decente,
sin lidiar con venéreas,/ sin conocer ladías.

Cuando Carmela Cañas,/ esposa de Don Moncho,
nos daba desayuno/  con guineo Majoncho,
más leche de vacuna,/  con panes de almidón,
y huevos estrellados/  o pasados por aguas
más tortillas calientes/  y abrigo en sus enaguas.
Eso está en mi memoria/ y en mi corazón.

En el almuerzo y cena/  servía pollos indios
o gallinas asadas/ o en arroz: ¡Tiempos lindos!
Pero más lindos eran/ porque no había escuela.
Cuando el Sol retornaba/  la tristeza invadía
a tantos escolares/ que sin algarabía
volvíamos a clases/  por la paterna espuela.

Temporales más largos/  duraban dos semanas.
Casi no se anegaban,/ de mi pueblo, sabanas;
pues bosques primigenios/  en riberas del Lempa,
—desde su nacimiento,/ en pueblo de Esquipulas—,
estaban casi vírgenes/  en sus riberas chulas
absorbiendo las lluvias,/ resguardando su cuenca,

Entonces lluvias fueron/  de suyo moderadas
y por lo consiguiente/  no había correntadas
desbordando a los ríos/  por campos y ciudades
desde el sur mexicano/  y toda Centroamérica
hasta inmensos países/  de nuestra Sudamérica.
¡Natura hoy nos azota/  sin respetar edades!

Furiosa se ha ensañado/  contra el Sudeste Asiático,
contra de Paquistán,/ e India, cual maniático
enemigo feroz/  causando muchas ruinas
en cultivos agrícolas,/ tugurios, carreteras.
Nos esperan hambrunas/  en las próximas Eras,
pues la mente del hombre,/ con sus manos cochinas,

está causando estragos/  en nuestra Madre Tierra;
pues él ha declarado,/ al planeta, la guerra,
por macabra ambición/  de henchirla y sojuzgarla
—tal cual reza la biblia,/ texto de los sionistas,
en el libro del génesis/ o mitos terroristas—.
Escritura dogmática./  No hay porqué consultarla.

 También en Europa,/ —zona no tropical—:
Polonia, España, Francia,/ Italia y Portugal,
están sufriendo embates/  del gran desequilibrio;
asimismo la Rusia/  con sequías e incendios.
En fin, en todo el mundo/  retrógrados ingenios
de Homo sapiens ridículo/  está apagando el cirio.

La Tierra quedará/  manteniendo su esfera,
llevando en sus entrañas/  su alma verdadera;
sobre sus anchos hombros/  continuarán los mares
y las defenestradas/  tierras de continentes.
Sólo  pereceremos/  animales y gentes.
Peces y vegetales/  poblarán estos lares.

Dios perdona las faltas/  del hombre codicioso;
pero a regañadientes/  porque Dios no es baboso.
Pusilánime humano/  perdona algunas veces
sólo cuando su Ego/  ha sido satisfecho.
Pero Madre Natura/  reclama su derecho
sin perdonar jamás/  a cerebros con heces.

San Salvador, 30 de septiembre de 2010.-