Anastasio Jaguar

Anastasio Jaguar

Breve Biografía de ANASTASIO MÁRTIR AQUINO (1792-1833):

Único Prócer salvadoreño verdadero en siglo XIX. Nativo de Santiago Nonualco, La Paz. De raza nonualca pura. Se levantó en armas contra Estado salvadoreño mal gobernado por criollos y algunos serviles ladinos, descendientes, éstos, de aquéllos con mujeres mestizas de criollo o chapetón y amerindia; pues esclavitud inclemente contra: indígenas, negros, zambos y mulatos, era insoportable para el Prócer Aquino. Fue asesinado por el Estado salvadoreño en julio de 1833, —después calumniado hasta lo indecible, tratando de minusvalorar sus hazañas; así como hoy calumnian a Don Hugo Rafael Chávez Frías y, ayer, al aún vivo: Doctor Don Fidel Castro Ruz.

En honor a tan egregio ANASTASIO AQUINO, este blog se llama:

“A N A S T A S I O A Q U Í S Í”

martes, 28 de mayo de 2013



HISTORIAS ESCONDIDAS
                        DE
              TECOLUCA
                        VOLUMEN II
PRIMER ENVÍO PARA RAFAELITO AYALA CASTRO
              PRÓLOGO
Han pasado alrededor de cinco años desde cuando se editó en primicia aquel volumen sobre “HISTORIAS ESCONDIDAS DE TECOLUCA”. Fue en julio de 2007. Ahora nos sentimos satisfechos por tan buena acogida tenida dentro del conglomerado tecoluquense autóctono; pero en especial del habitante en: Área Metropolitana de San Salvador, AMSS; Estados Unidos del Norte; Australia,  Canadá, Suecia y del  casi fantasmagórico Pueblito Tecoluca, desertificado en menos  de lo que canta un gallo por causa de la guerra civil entre oligarcas ladrones nacionales y proletarios guanacos esclavizados, también: guerrita terminada empatada después de 20 ó más años vanos (1972-92); pues Tecoluca no son sólo calles empedradas, adoquinadas, asfaltadas, pavimentadas,  con casitas de: bahareque, adobes, ladrillo y bloques modernos después de aquella catástrofe en enero 13 del año 2001. Tecoluca es, en primerísimo lugar, el conjunto de nonualcos-tehuacanos sin importarnos lugares actuales de residencias alrededor del mundo; y, todo aquél quien lo haya escogido como terruño adoptivo o por naturalización.  Ahora, tan amado Pueblito nuestro está siendo poblado, en 90%, por otras personalidades llegadas desde: aldeas, cantones y caseríos del mismo o desde otros municipios y departamentos de todo El Salvador, como nuestra respetada y querida señorita Teresita Pérez; nuestros quijotes tecoluquenses: Don Carlos Cortez, ex alcalde y actual brillante diputado representando a Tecoluca con FMLN; Don Simón Antonio Amaya, padre putativo del Parque Eco-turístico Tehuacán y más, quienes han entregado amores diligentes a tan pequeña ciudad capital del mencionado municipio. Gracias a esos diligentes e inteligentes ciudadanos dirigentes, ―ahora nonualcos-tehuacanos por naturalización migratoria y corazón de Jaguar―, Tecoluca está resurgiendo como mítica Ave Fénix.
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Del millar de ejemplares editados en aquel julio del 2007, sólo han quedado ―pero ya no vendibles― alrededor de 30 libritos; sin embargo, si alguien, incluyendo a tan Honorable Corporación Municipal actual, decidiese editar la segunda edición del volumen uno, nosotros podremos ceder, sin costo monetario adicional alguno, nuestros derechos naturales sobre susodicha obrita; pues nos sentiremos muy bien pagados con sólo saber que nuestros futuros coterráneos: bisnietos y tataranietos del Indio Anastasio Aquino, sabrán a perfección de dónde viene el semen de sus vidas ya no tan inmensamente amargas: Según el Poema “Patria Exacta” del Poeta salvadoreño Doctor Don Oswaldo Escobar Velado†; pues es, Tecoluca, Nequepio precolombino, además de estar siendo ahora estudiada por el Departamento de Antropología en Universidad de El Salvador, debiera serlo, asimismo, por  Departamento o Facultad de Historia en misma Universidad.
Comprendemos a cabalidad: primera edición de nuestras “Historias Escondidas de Tecoluca”, a duras penas es microscópico esbozo de tantas glorias nonualcas-tehuacanas sepultadas por implacables siglos o milenios de abandono; descubriéndose ahora por tenaces esfuerzos del doctor Luis Melgar Brizuela y licenciada Xonja Krjstyna Guzmán Méndez: ambos antropólogos y/o arqueólogos salvadoreños al servicio de UES; sin embargo, si diez o más ciudadanos tecoluquenses en especial, dedicasen algunas breves horas cotidianas a investigar o escarbar para luego escribir recientes o lejanos pasados históricos: antropológicos, arqueológicos más misceláneos, pudiésemos tener 10 ó más soberbios volúmenes que pudiesen competir con diáfana claridad contra historias Mayas: hondureñas, guatemaltecas, chiapanecas y hasta chalchuapanecas del Tazumal ya conocidas.

Hay, aún en Tecoluca, varios ancianitos nonagenarios pero muy inteligentes, más una que otra centenaria vivas y vivaces quienes, entre mil respuestas dadas a similar número de preguntas, darán 10% de respuestas lógicas a similar número, para seguir escudriñando con el o con los mimos temas históricos. Dos jóvenes nativos de Tecoluca, residentes dentro del radio urbano tecoluqués; ambos amamantados por  tetas de aquella Leona de Piedra inmortalizada en Museo Antropológico del cantón San Rafael San Diego en Tehuacán, municipio de Tecolotes: Rafaelito Ayala Castro y Pablito Villegas, pudiesen escudriñar más viejas mentes de esa región esclavizada por españoles toscos invocando al mítico Lorenzo mártir para aumentar aquel terrorismo católico medieval que hizo más enriquecidos a tantos zánganos venidos desde Mérida, Extremadura, etcétera. Estos jovencitos caballeros, dignos descendientes de Jaguares Guerrilleros y de Tecolotes Sabios, con gusto podrían entrevistar a viejas mentes o tesoros invaluables aún existentes en dominios de doña Ciguanaba y de don Raymundo Nicolás Cañas Merino, ellos son: Doña Graciela Salinas Vasconcelos viuda de Cañas Merino (101años); Doña Paulita Rodríguez Molina viuda de Orellana Soler (97 años); Doña María Agapita Rodríguez Molina viuda de Chávez Muñoz (93 años);Don Isabel de Jesús Salinas Vasconcelos (92 años); Doña Amalia Chávez Muñoz viuda de Morales (91 años); Doña Conchita Martínez viuda de Rodríguez Molina (96 años); Don José Ricardo Chávez Cruz (89 años); Doña Segundita Chávez Muñoz de Salinas Vasconcelos (91): Doña Merceditas Méndez Barahona (98 años); y, Don Jesús Mauro Orantes Chávez (86): mayoría de ellos residiendo en área metropolitana de San Salvador.    
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Dos años más tarde de haber aparecido nuestras HISTORIAS ESCONDIDAS DE TECOLUCA, VOLUMEN I, la señora o señorita Blanca Julia Méndez Molina, otra Tecolota Nonualca, publicó su libro también sobre algunos datos históricos de nuestro Pueblito, cuyo título he olvidado a pesar de haberlo leído más de dos veces antes de donarlo yo a Biblioteca Municipal tecoluquense. Dicho libro escrito o recopilado por señora o señorita Méndez Molina, puede ser de gran auxilio para aquellos estudiantes quienes pretendan saber más o investigar mucho más sobre temas tehuacanos recientes: como fusilamientos del boyero Gonzalo Ávalos en quebrada La Muerte, o mismo lugar donde él, allá por ¿1920?, asesinó a patrona e hija cuando regresaban de San Salvador a San Miguel; pues,  única vía expedita entre San Salvador-San Miguel con carga, por fuerza pasaba por Tecoluca; o, fusilamiento de Vitelio Roque en 1941 por asesinato de alguien en  Pozo Caliente de Río Caliente tecoluqués; o, sobre cruentas batallas en inmediata Loma de la Guerra al oriente del poblado, cuando soldadescas migueleñas y vicentinas se atracaron, 1824, sólo para satisfacer ambiciones territoriales personales de malvada criollada contraria a ladrones chapines y mexicanos; porque dicha autora o recopiladora Méndez Molina, en un solo delgado volumen ha recopilado múltiples datos dispersos en diferentes archivos católicos: parroquiales, obispales y arzobispales de San Vicente y San Salador, en orden respectivo; asimismo, en archivos estatales: municipales, Judiciales, y archivos generales de El Salvador. Por tanto: Blanca Julia Méndez Molina, le ahorrará al estudioso estudiante la molestia de andar de la seca a la meca en búsqueda de tantos datos históricos oficiales requeridos al respecto. En cambio, éstas y aquéllas historias escritas o pulidas por el Médico Doctor Ramón F Chávez Cañas, no podrían ser encontradas en recovecos o buhardillas citadas; pues ellas son historias escondidas obtenidas en directo de ancianos decimonónicos como el Poeta Don Juan Pablo Espinoza Aguilar y el escribano Don Juan de la Cruz Chávez Rodríguez.
     Felicitamos a la historiadora Méndez Molina, y le auguramos, al menos, 200 años de relativa inmortalidad; pues, bisnietos, hasta tataranietos descendientes de José Antonio, ―unigénito de ella― serán felicitados en año 4013; porque, quien escribe sobre el pasado siempre será dueño del futuro.
        Apellidos principales en aquellos parajes coloniales al sureste del Chinchontepec hasta playas Los Blancos y Los Negros al sudoeste del Bajo Lempa:  llamado Tecoluca o Tehuacán de las Granadas, fueron de origen hispano por ser toscos “encomenderos” de nuestros tatarabuelos después de 1635, cuando se fundó villa San Vicente de Austria y Lorenzana como villa principal en mismo Valle de Jiboa actual. Fueron tres apellidos “chapetones” quienes recibieron en encomiendas católicas a nuestros antepasados aborígenes: Ocampo, Molina, Cañas. Familia Ocampo fue de estancia fugaz en tal área nonualca-tehuacana, habiendo migrado luego hasta Ciudad de los Caballeros de Santiago Apóstol de Guatemala o actual Antigua Guatemala. Sólo quedaron familias Cañas y Molina quienes, al emparentar con vecinos Jiménez viroleños y Miranda sanvicentinos, por ejemplos, se amplió ese mal ginaste en perjuicio de etnias mayas autóctonas, tatarabuelas de nuestro Indio Anastasio Aquino, de nuestros científicos y filósofos: Juan Crisóstomo Segovia, Manuel de Jesús Merino Argueta, José Ricardo Chávez Cruz, , América Haydee Chávez Cañas, Lilliam Carmelina Chávez Cañas, Segundita Chávez Muñoz, José Joaquín Morales Chávez, Ana Vilma Chávez Cañas Mario René Orantes Chávez,  Oswaldo Octavio Orante Chávez, Francisco Ernesto Chávez Cañas, Héctor  Orlando Chávez Cañas, Mario René Chávez Corvera con su Honorable padre: Don José Ovidio Chávez Muñoz; Edmundo Garay, Rubén Mario Murcia Alvarenga, Rigoberto Ortiz Solórzano, José German Alférez Ayala, Jesús Méndez Barahona, Carlos Román Bonilla, Eduardo Ayala Castro, Carlos Henríquez Chávez hijo, Humberto Alférez Ayala, Ernestina Parras Martínez, Ernestina Alférez Ayala, Enmita Arévalo Aguilar, Enmita, Glorita y Sarita, trío de apellido Cañas Salinas e incontables más. Todos con títulos académicos de primera categoría; y, las damas, con sólidos matrimonios legales y religiosos; pero; por ya no acostumbrarse el “de” esclavizador apelativo del esposo, con todo gusto lo omitimos al apoyar el Feminismo apoyado también por el difunto Hugo Rafael Chávez Frías, Máximo Prócer Latinoamericano recién fallecido   
        Con robo de bienes raíces hecho al Estado salvadoreño por criollos guanacos desde 1879, ―esto se repetirá tantas como cuantas veces haya lugar, pues programas oficiales de Historia Nacional salvadoreña continúan ignorando verdades crudas de nuestro país, a pesar de tener ya casi cinco años de estar siendo gobernados por FMLN―,  nuestro municipio se inundó de apellidos extraños en aquella comarca tehuacana, de manera especial en cantón El Palomar o Mesopotamia salvadoreña: por tener aún las mejores aguas potables y mejores tierras laborables de todo El Salvador. Entre apellidos más renombrados llegados a ese cantón, aunque después pudieron haberse dispersado a otros del mismo municipio, están: Garay, Solórzano, Amaya, Reyes, Rivas, Alférez, Segovia, Espinosa, Ayala, Gámez, Orellana y más… (¿…?)… ¡¡No!!... Apellidos: Roque, Rodríguez, Portillo, Chanchanico, Sánchez, Hernández, Villegas, Peñate, Morales, Alvarado con decenas más, eran puestos por esclavistas encomenderos a sus esclavos encomendados; como a principios del siglo XX a chinitos continentales y a turcos o palestinos llegados a El Salvador allá por 1914, les endilgaron el apellido Chávez sin tener nada qué ver con tan tristemente célebres hermanos Chávez españoles de Mérida, Extremadura.
   
        Muy interesante sería de que UES, por medio de su Departamento de Antropología y de su Facultad de Historia, profundizara estudios sobre tan súbita migración de tantas familias al vergel El Palomar y a otros cantones como Santa Cruz Porrillos, El Playón, San Nicolás Lempa, San Andrés Achiotes, El Carao, etc.                          

Con estos dos tristes volúmenes de “HISTORIAS ESCONDIDAS DE TECOLUCA”, creo haber saldado parte de mi eterna deuda por haber nacido allí; pues, por más que todavía escudriño, mis conocimientos al respecto se estrellan en enero de 1980, fecha cuando ya no pudimos llegar con libertad; mes cuando fuimos al casamiento de la entonces señorita Carmencita Díaz Chávez: hija de Don Manuel Humberto Díaz Chanchanico† y de Doña Blanca Luz Chávez Muñoz† de Díaz―. Luego, en marzo del mismo año, Dabuisón a Riata ordenó asesinato del epónimo salvadoreño: Monseñor Óscar Arnulfo Romero y Galdámez, seguido, en mayo de 1980, asesinatos de Don Jesús Alfredo Chávez y de Don Hugo Ernesto Chávez, hermano el primero y sobrino, el segundo de este relator: asesinados o martirizados al tratar de cumplir, predicando, la Teología de la Liberación, predicada y defendida, en Tecoluca, por aquel presbítero católico llamado David Rodríguez, originario de Apastepeque; pero destacado con eficacia en parroquia de Jaguares tecoluquenses.
    Ahora, esos cachorros jaguares y/o polluelos tecolotes mencionados en primeros párrafos de este prólogo, pueden escribir 08 ó más volúmenes ensalzando, con nombres y apellidos, a mujeres y a hombres tecoluquense quienes, en nombre de  Libertad con Justicia Social, nunca dudaron en derramar sagradas sangres propias y putrefactas de chacales, para que este empobrecido ciudadano pudiese escribir estos párrafos que ya terminan.
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  Algunos de nuestros inmediatos lectores, en especial Doña Indira Berlina, nuestra primera hija residente en México DF, han hecho atinadas observaciones al borrador electrónico de este “Volumen II de Historias Escondidas de Tecoluca”, referentes a desórdenes conceptuales o temáticos, sobre todo al capítulo titulado “Esquirlas de Bomba Atómica en Tecoluca”; pues, de nuestro humilde Pueblito ―nunca bayunco― aún enquistado entonces en agonizantes selvas naturales ahora casi desiertos polvorientos en litoral del Pacífico y serranías nonualcas tehuacanas con  tierras agro ganaderas robadas por criollos en siglo XIX; luego, 60 años después, ―1940―, esos mismos terrenos ubérrimos con mantos acuíferos cristalinos subterráneos, empezaron a ser contaminados por hijos y nietos de aquellos primitivos criollos ladrones con descaro enriquecidos. Principal tóxico residual hasta  presente año, se llama DDT, causante en alto porcentaje de la epidémica y mortal Insuficiencia Renal Crónica. Empezando a rumear  esta herencia mortal dejada por criollo decimonónico estábamos, cuando este escritor salta hasta Europa-Japón-EEUU, dejando al lector abandonado o nadando en seco; para luego volver al Pueblito “currutaco” en vísperas de fiestas patronales pueblerinas en agosto siete de 1945, con carruseles, carreras ecuestres de cintas, golosinas sabrosas al por mayor y menor; bandos municipales pueblerinos, discusiones ideológicas más grescas entre hermanos y otros parientes cercanos peleando a causa del fanatismo bipolar dogmático por inútil segunda guerra mundial desarrollándose en Europa-Japón, allá entre 1939-45.
        Comprendemos: estamos abusando de  inteligente atención de nuestros pacientes lectores, debido a lo cual pedimos triple perdón por tan inevitables pero necesarios yerros; pues estos apuntes históricos antes escondidos durante decenios, siglos o milenios, no pueden extenderse capítulo a capítulo, por decenas y decenas o hasta centenares de páginas imposibles de escribir por este micro historiador verídico. Entonces, al mencionar uno a uno más hechos o personajes del único paraíso celestial persa (ahora trasladado a Tecoluca), aquéllos y actuales arcángeles, al defecar por haber comido frutos del árbol prohibido, ―según Emmanuel Kant, filósofo alemán del siglo XVIII, en su maravilloso libro “Filosofía de la Historia”―, nacimos los humanos o terrenales sujetos en general; y continúan naciendo nonualcos-tehuacanos en particular, como primicia dada por dioses Jaguares de nuestros tatarabuelos Mayas quienes, trabajando en común con nuestro sapientísimo Don Mario Tecolote Chávez Salinas, engendran o conciben chuladas de guerrilleros contra injusticias cristeras, más bellezas de cerebros dados por ave nocturna, quien protege sus grandes ojos con birrete de profesional universitario no impostor.
        Cuando parvularios presentes y futuros hijos, lean en este Volumen II de “Historias Escondidas de Tecoluca”, nombres tristes pero célebres de: Gonzalo Ávalos, Vitelio Roque, Julumbo, Chepe Cunco, Eduardo Villegas con pocos más; ellos, nuestros con ciudadanos sesudos Tecolotes, tendrán curiosidades e investigarán en registros civiles o eclesiásticos, juicios públicos o legales amañados contra los dos primeros  delincuentes mencionados, en particular; pues fueron mártires indígenas, laicos por haber nacido pobres o empobrecidos a causa del cristerismo o cristianismo del diente al labio, o degenerado por codiciosos, avaros, envidiosos, hipócritas y hasta pérfidos.

En siglo XIX nació y murió en Alemania cierto filósofo  colosal cuyo nombre fue Friedrich Nietzsche, ―1844-1909― quien, en tres de sus principales libros repetía con frecuencia: aún no ha nacido generación humana capaz de entender a cabalidad el contenido de mis escritos; pero, desde próximos cien años en adelante (año 2000), sí, habrá centenares o hasta millares quienes podrán descifrar, al menos, tales tres profundos libros: “El Anticristo”, ”Así Habló Zaratustra”, “Más Allá del Bien y del Mal”; pues, sobre todo en “El Anticristo”, él, el filósofo de marras, lanza profundos y sutiles conceptos imposibles de haber sido publicados durante época medieval europea sin haber sido convertido en chicharrón por órdenes papales o cardenalicias. Un sociólogo francés de esa misma época decimonónica ―50 años mayor que Nietzsche―: Augusto Comte, 1796-1857, lanzó la teoría llamada “El Positivismo”, donde expone que para el siglo XXI (ahora), el respeto a los demás, incluyendo a Reinos Animal con Vegetal y Medio Ambiente, será religión universal; y que el judaísmo con su ensarta de sectas, a la cabeza el cristianismo, sólo serán piezas de museos. Eso mismo piensa el autor de este librito histórico; pues, investigadores formales o aficionados a la Historia patria, tratarán de consultar vetustos archivos estatales y hasta enciclopedias de internet; pero no encontrarán datos verdaderos asequibles, pues lo torpe escrito por falsos historiadores del XIX, del XX y lo poco del XXI, ha sido y está siendo manipulado por diferentes enriquecidos cleptómanos u oligarcas ladrones, quienes ordenan qué y cuánto publicar hasta en el modernísimo espacio electrónico.
                                     Ramón F Chávez Cañas
Santa Tecla---- de ------ en 2013