Anastasio Jaguar

Anastasio Jaguar

Breve Biografía de ANASTASIO MÁRTIR AQUINO (1792-1833):

Único Prócer salvadoreño verdadero en siglo XIX. Nativo de Santiago Nonualco, La Paz. De raza nonualca pura. Se levantó en armas contra Estado salvadoreño mal gobernado por criollos y algunos serviles ladinos, descendientes, éstos, de aquéllos con mujeres mestizas de criollo o chapetón y amerindia; pues esclavitud inclemente contra: indígenas, negros, zambos y mulatos, era insoportable para el Prócer Aquino. Fue asesinado por el Estado salvadoreño en julio de 1833, —después calumniado hasta lo indecible, tratando de minusvalorar sus hazañas; así como hoy calumnian a Don Hugo Rafael Chávez Frías y, ayer, al aún vivo: Doctor Don Fidel Castro Ruz.

En honor a tan egregio ANASTASIO AQUINO, este blog se llama:

“A N A S T A S I O A Q U Í S Í”

viernes, 20 de abril de 2012

MIS PERSONAJES INOLVIDABLES, 1ª entrega


           MIS PERSONAJES INOLVIDABLES
                                                I
           Del libro “Historias Escondidas de Tecoluca”
                Escrito por Ramón F Chávez Cañas
                                      Primera entrega       

          TECOLUCA, hasta 1980, fue Pueblito sui géneris por tranquilidad política-social y laboriosidad sin fin. Entre 1948-54 (época de mi niñez y adolescencia), Tecoluca vivió, sin duda, cierta etapa brillante. En ese corto lapso, el jovencito empresario zapatero artesanal vicentino: DON PAQUITO CORNEJO, llegaba una vez por semana para entregar decenas de fino calzado elaborado en su magnífico taller, taller heredado de su recién difunto padre: Don Indalecio Cornejo. Llegaba, también, a tomar respectivas medidas a numerosos nuevos clientes a quienes, al mismo tiempo, les mostraba diversos modernos catálogos al respecto. Viajes de ida y regreso los hacía en el ahora ignorado por desaparecido ferrocarril IRCA (Ferrocarriles Internacionales de Centroamérica, por siglas en inglés). Señora Juana Cañas Salinas, junto con su pequeño hijo apodado El Chío, trasladaban tan preciosa mercadería, hecha a mano, desde  estación ferrocarrilera Tehuacán hasta centro geográfico-comercial del Pueblito. Allí, don Paquito Cornejo desempacaba aquellas soñadas artesanías confeccionadas con las más delicadas pieles naturales y con las más resistentes suelas legítimas de ganado bovino; luego, las ordenaba por zonas para hacer más fácil la entrega domiciliaria a: señoras, señoritas, niños y caballeros.
        
           El Chío era cipote1 acompañante, —prestado por señora Juana, su madre—, portando livianas cajas en trayecto de cada ruta. DON PAQUITO, con libreta en mano, lápiz sobre una de sus orejas, cinta métrica zapatérica adornándole cuello y parte antero superior del tórax, caminaba a la vanguardia con paso juvenil elegante; mientras, El Chío, en retaguardia, iba haciendo cuentas mentales referentes a enorme propina a obtener en esa enésima semana sirviéndole al joven empresario sanvicentino.
         
           DON PAQUITO CORNEJO frisaría entre 18 y 22 años de edad. Era varón de estatura mediana; tez morena clara; cabellera negra lisa, abundante y bien peinada con glostora; bigotito espeso recortado a lo Hollywood de aquella década; de tupida barba azul por perfección en sus afeitadas; de expresivos ojos cafés enmarcados en cara algo redonda destilando sana alegría; con cejas pobladas negras y gruesas; y  notables camanances en ambas mejillas. Don de gentes era manifiesto en su conversación, en cumplimiento puntual de compromisos adquiridos y en alta calidad de tan delicados trabajos. Su figura, en general: gordito, sin ser obeso; amable, sin empalago; moderno en el vestir, sin extravagancias y muy bien “aperjumado” con caras esencias francesas o italianas.
         
         Todos, en Tecoluca, mayores y menores, lo apreciábamos y respetábamos con sinceridad. Esas nobles cualidades humanas se acrecentaron más hacia don Paquito cuando, en noche del nueve de agosto (¿1949-50?), noche de grandes conciertos bailables en honor a San Lorenzo, abad y mártir, —patrono de Tecoluca—, aparece, DON PAQUITO, como uno de principales integrantes del famoso conjunto musical llamado: Marimba-orquesta “Alma Vicentina”… DON PAQUITO CORNEJO se robó dicho espectáculo; pues, con su saxofón barítono, y poses de también gran filarmónico profesional, asombró a todos nosotros porque, nadie, en el Pueblito, le conocía esa otra gran virtud.   
                            1—CIPOTE = Niño o muchacho en El Salvador.

                         *****
                                               
                                                 II
        Sucedió en el ahora viejo hospital chalateco1, ya en desuso. Fue durante calurosa tarde dominical de cualquier mes en 1968. Quien esto escribe estaba de turno en área de emergencias quirúrgicas… Aquella  mañana había sido bastante fatigosa; almuerzo, cual único comensal tardío, empezaba a ser deglutido por este mismo narrador. De repente, cierta escultural señorita enfermera en año social se presenta al comedor para informar al hambriento médico de turno sobre llegada de  poli-traumatizado en accidente de tránsito automotor. Esta caricatura de historiador suspendió tan suculento almuerzo. De inmediato se dirigió a salas de emergencia para levantar anamnesis, hacer exploración física de rigor y luego trazar procedimientos a seguir con el referido paciente.
        
           Terminadas esas primeras básicas diligencias, mozalbete accidentado, medio “azurumbado”  por traumatismo craneal leve, múltiples lesiones faciales y torácicas superficiales, fue conducido al gabinete de rayos X y de laboratorio clínico para exámenes pertinentes. Pronto, a sala de cirugía menor para suturas adecuadas. Ya rapazuelo paciente estaba consciente… Anestesista preparaba anestesia etérea, pues múltiples moderadas lesiones cutáneas y torácicas no permitían anestesia local. Cuando este relator cepillaba manos y antebrazos, se presentó otra preciosa fémina,  colega de la anterior. Habló así:
        Doctor, doctor: en sala de espera está un señor bastante nervioso. Se pasea de punta a punta. Nos exige hacerlo pasar hasta este quirófano, pues dice ser padre del paciente…. (¿…?)…. Sí. Sí. Ya le explicamos el pronóstico favorable del muchacho…. (¿…?)…. Sí. Sí. Le hemos leídos todos los artículos respectivos del reglamento hospitalario; pero él insiste en penetrar hasta aquí… ¡¡Viera, doctor, cómo pega brinquitos sobre un solo ladrillo!!... Parece ser muñeco de cuerda o de baterías…. (¿…?)…. También ya se lo preguntamos. Nos dijo llamarse: CHAPULÍN ELÉCTRICO
         
          Con manos y antebrazos aún enjabonados, tratando de fingir serenidad e ignorancia al respecto de ese jocoso apodo, pues tal sobrenombre, auto impuesto, sonaba en todo el país por medio de  ondas hertzianas, el cirujano de turno llegó hasta sala de espera para tratar de apaciguar al mentado CHAPULÍN ELÉCTRICO, habiéndole hablado de esta manera:
        Buenas tardes, DON CHAPULÍN ELÉCTRICO.
        —¡¡¡Muy buenas tardes, joven señor doctor!!!
        —Óigame, don Chapulín: vamos a hacer única  excepción con usted; pero, para ello, será imprescindible asepsia y antisepsia de todo su cuerpo…
        — ¡¿Qué me quiere decir con ese lenguaje obsceno, joven doctor?!
        —No es ninguna obscenidad, señor Eléctrico. Escúcheme:… usted debe bañarse con  jabón especial proporcionado por nosotros en uno de nuestros baños asépticos… Se bañará por tres consecutivas veces, restregándose con cepillos asépticos similares a éste, ¡mire!; cuando haya secado todo su cuerpo con toallas desinfectadas, estas dos señoritas enfermeras lo frotarán, de pies a cabeza, con alcohol puro de 90º GL; en seguida lo vestirán con ropa de sala quirúrgica; lo calzarán con zapatos “pasterizados”; le cubrirán cabeza y cara con gorro y máscara estériles,… ¿acepta, don Chapulín?

   ¡¡Claro!!... DON CHAPULÍN ELÉCTRICO aceptó. Cirujano emergente se marchó a iniciar trabajo haciendo puntadas intradérmicas con hilos especiales absorbibles  para evitarle al máximo cicatrices faciales visibles. 35mins después, tres señoritas introducían al Chapulín Eléctrico hasta presencia de su queridísimo retoño. “CHAPULÍN ELÉCTRICO parecía muerto bañado con jabón de cuche”—, dijeron aquellas enfermeras. No estaba ebrio; pero ellas debieron luchar un poco para evitar contacto corporal o abrazo de padre con hijo maltrecho; pues el médico tratante se había retirado a terminar su almuerzo después de misión cumplida. Enseguida llegaron otras emergencias. Tal galeno ya no vio más al mentado don Chapulín. Temprano de esa noche, por insistencia del Eléctrico, jovenzuelo lesionado, ya remendado, fue dado de alta.

   Durante refrigerio de medianoche, señoritas de enfermería en servicio social, otras enfermeras y auxiliares de servicios, incluyendo a porteros y motoristas de ambulancias le narraron, a este embrión de escritor, la insistencia del saltamontes por averiguar nombres con apellidos del médico quien lo había obligado a ducharse en tres consecutivas veces y ser vestido por aquellas núbiles bellezas alumnas mayores de Florencia Nigthingale. Fracasó en su intento.
        
           No obstante, a la mañana siguiente (lunes), caravana de empleados hospitalarios recién llegados al relevo de 07:00hts, pomponearon  puerta del dormitorio de este servidor para alertarlo, porque en una de las más potentes radiodifusoras capitalinas, en programa de chascarrillos de audición colosal, el locutor principal empezaba, sin terminar de relatar el percance sufrido en ciudad Chalatenango por él y por su imberbe hijo. Daba, al mismo tiempo, gracias al doctor fulano de tal y al equipo de abnegadas enfermeras por deferencias recibidas. Estas alabanzas continuaron durante siguiente hora, o sea, cuando el mismo saltamontes iónico transmitía, —en persona, solitario, haciendo efectos sonoros, modulando voces de veinte ó más personajes de uno u otro sexo, edades, profesiones, nacionalidades, etc. —, su todavía más popular radionovela: “Limpiaos Tutuy”.
        
           Quien esto relata soportó esa ensarta de alabanzas durante tres consecutivos días (dos horas en cada mañana). Al cuarto, usando “p i t a   b r u j a” (teléfono), lo llamó antes del inicio de tales programas, a las oficinas de tan potente radioemisora. Después de identificación y amable saludo del galeno, éste le suplicó parar ya tantos inmerecidos elogios. Aquel acridio saltón le respondió: “Yo indagué sus nombres con apellidos por medio de don Terencio Armijos, presidente del Patronato de ese hospital y padre de familia del Poeta Roberto Armijo, residente en Paris, Francia, porque preciosas enfermeras y resto de trabajadores, hicieron mutis a mis agradecidas interrogaciones”.

    Don Guillermo Antonio “Albertico” Hernández (El Loco Williams vicentino), auto apodado CHAPULÍN ELÉCTRICO, famosísimo polifacético y polifónico locutor radial de chascarrillos, más radio-novelas jocosas y serias (El Derecho de Nacer), paró sus rachas de loas; sin embargo, de vez en cuando hacía breves alusiones a lo mismo.
              
                   1—HOSPITAL CHALATECO = hospital localizado en ciudad Chalatenango, cabecera del departamento del mismo nombre.

                                          21 de septiembre en 2001

                                      C  O  N  T  I  N  U  A  R  Á.

9 comentarios:

  1. Mi abuelito, Don Raúl Alvarenga Hernández, ---tecoluquense pura cepa, fallecido hace muy poco---, hablaba maravillas sobre este empresario zapatero artesanal y saxofonista de película llamado Don Paquito Cornejo, aún vivo. Los múltiples operarios zapateros de este Don Paquito Cornejo, eran la mar y sus conchas al confeccionar calzado tan bien elaborado hasta mejor que las fotografías en catálogos; asimismo, Don Paquito patrón, era mejor que músicos extranjeros consagrados de aquellos irrepetibles tiempos de hace 60 a 70 años: Glenn Miller, Tomy Dorsey y Benny Goodman, todos gringos, se quedaban pachitos, ---decía mi abuelito Alvarenga Hernández---, al ejecutar, Don Paquito Cornejo, solos con su saxofono barítono en fiestas de Tecoluca amenizadas por la inolvidable Marimba-Orquesta Alma Vicentina de ciudad San Vicente.

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  2. El sanvicntino Don Paquito Cornejo, vivito y coleando todavía, cerró su taller de zapatería artesanal hace ya casi medio siglo; lo cerró debido a la insana competencia que zapatos ADOC le hizo a todos los zapateros de El Salvador; sin embargo, Don Paquito no se durmió en sus laureles, pues, de inmediato abrió, en el mismo céntrico local donde exhibía aquellas joyas artesanales confeecionadas a mano, un almacén o tienda grande para vender ropas, perfumería y sinfín de misceláneas para damas y caballeros; mientras tanto, sus bien ilustrados hijos se desembuelven con soltura en San Salvador y en el extranjero.

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  3. Era yo pre adolescente estudiante del Plan Básico antiguo allá por 1953-55 cuando, a 01:00pm, amas de casa y servidubres de aquel vecindario sanvicentino todavía con callecitas empedradas, formaban alaracas alrededor de sus repectivos radio receptores porque en cuestión de minutos iniciaría la radio novela "El Derecho de Nacer". En mi casa-pupilaje a esa hora, se congregaban aquellas inolvidables señoras y señoritas: Doña María Antonia Henríquez Angelino viuda de Cañas; Elba Cañas de Artiga; Amparo Cañas; Carmen Rosales y la mucama de nombre María; así como las adolescentes Coralia Cañas y Graciela Delgado.

    Al iniciar aquella musiquita de introducción al capítulo del día, automático silencio empezaba a reinar hasta poderse oír el vuelo de una mosca; pues, en cuestión de segundos se escucharía la inconfundible voz de Albertico Limonta en cuerdas guturales de Guillermo Antonio "Albertico" Hernández, artista radio-novelero originario de ciudad Guadalupe en departamento San Vicente; y, la otra sin par voz de Irma Elena Fuentes dando vida a la negra Mamá Dolores; más otras voces secundarias representando al resto de personajes.

    Ya en mi joven adultez, 1965-70, por las mañanitas me solazaba escuchando sinfín de chascarrillos mientras yo me bañaba. En seguida, la jocosa o picarezca novela "Limpiaos Tutuy", cuyo único actor era el polifacético locutor Guillermo Antonio Hernández, auto apodado entonces "El Chapulín Eléctrico"...

    Lástima tan triste final del "Saltamontes Iónico" quien, jugando a diario con un revolver cargado sólo con una bala, esa mañana, al practicar por enésima vez la diabólica "ruleta rusa", el tal "Albertico" nuestro se suicidó.... Velación y sepultura del cadáver fue apotéosico; tan apotéosico como fueron los funerales de Monseñor Óscar Arnulfo Romero, Prócer salvadoreño del siglo XX.
    Ramón F Chávez Cañas.

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  4. Admiramos a este señor poeta y prosista llamado Ramón F Chávez Cañas; lo admiramos por su entereza al escribir o estar escribiendo estas "Historias Escondidas de Tecoluca", las cuales son y serán enorme galardón donado a ese Pueblito localizado al sur en el departamento San Vicente, según el mismo citado escritor lo ubica en otros capítulos del libro escrito mencionado; libro que yo compré en un agroservicio de San Salvador, pero que ahora me redeleito volviendo a leerlo en el blog "Anastasio Aquisí". En este edición electrónica me parece que el señor escritor y doctor en medicina ha hecho algunas correcciones sintáxicas y leves aumentos con respecto a la edición impresa.

    Yo también soy medio escritor, --no poeta--, nativo de ciudad Zacatecoluca: he intentado y sigo intentando escribir algo parecido de mi ciudad como lo está haciendo Chávez Cañas; sin embargo, carezco de claridades idiomáticas para hacer sentir, a lectores, como si ellos hubiesen o estuviesen viviendo las peripecias narradas por este nuestro cacique de historietas nonualcas.

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  5. Yo soy de San Luis del Carmen, municipio en departamento Chalatenango. Para navidades recién pasadas visité El Salvador, pues vivo en Los Ángeles Calf, EEUU, desde 1980 por causas de aquella mal recordada guerra civil. Yo tenía 10 años cuando mis padres prefirieron emigarar dejando atrás aquel infierno atroz. Hará 18 meses alguien, salvadoreño también, me dio la buena nueva sobre la existencia de este blog. Ni lerdo ni perezoso decidí buscarlo; pues yo ya estaba empalagado de leer el blog Trompudo, el cual sólo habla de chambres politicastros tendientes a desprestigiar al FMLN y, en forma subliminal, favorecer a ladrones y asesinos arenazis. Desde entonces soy asduo lector de "Anastasio Aquisí".

    Con entusiasmos inyectados en mí, por blog Anastasio Aquisí, el 26 de diciembre de esas navidades partimos, mi señora, mis dos menores hijos y yo, hacia Tecoluca. Después de paradisíaca estancia en Blaneario Ecoturístico Tehuacán, partimos hacia el fabuloso pueblito que en tiempos precolombinos fuese Capital del Imperio Nonualco (Tecoluca). ¡Ah! decepción tan grande: todos, de 20 ciudadanos locales interrogados, diejron no saber nada para responder en positivo a mis preguntas específicas; pues todos, explicaron no ser oriundos tecoluquenses; sino haber llegado después de la guerra a poblar aquellas fértiles comarcas volcaneñas y costeras. Regresamos con la pólvora mojada.
    Miguel Menjívar Alas.

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  6. Qué pena nos da leer últimos renglones escritos por Don Miguel Menjívar Alas de municipio San Luis del Carmen en Chalatenango. Cuánta congoja nos ocasiona saber que este ciudadano salvadoreño, residente en USA, no encontró en Tecoluca a alguien genuino de allí que le diera orientaciones con respecto a temas tratados en libro "Historias Escondidas de Tecoluca" y repetidas en blog Anastasio Aquisí.

    Pero no es sólo Tecoluca quien sufre de este mal diaspórico pos guerra: hasta San Salvador, la ciudad capital del país, está huérfano, viudo o abandonado por sus hijos, esposos y familiares de aquellas décadas previas al conflicto civil armado contra injusticias por todos conocidas.

    Para futuros investigadores al respecto, salvadoreños o extranjeros, les recomendamos buscar, primero, En Universidad de El Salvador, a señorita Xonja Krjstjna Guzmán Méndez quien, con su equipo de investigadores arqueológicos e históricos, pueden darles completos y fidedignos datos sobre Tecoluca.
    Chichipate Cañaverales.-

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  7. Después de tan vil guerra civil, 1972-92, yo, tecoluquense puro en el exilio interior de El Salvador, he vuelto en 3 ocasiones al Pueblito por razones de lutos familiares cercanos. He pasado esas tres noches sudando a mares, porque tales defunciones han ocurrido en mes de julio de diversos años; pero, la temperatura hasta nocturna ha sido de 38ºC, llegando hasta 42ºC durante el día.

    Durante mi recordada tierna infancia en Tecoluca, 1945-50, el clima era delicioso durante casi todo el año, siendo más templado desde octubre hasta febrero; porque en alrededores del Pueblito abundaba tupida floresta silvestre en costas y volcanes; pero, con algodoneras costeñas más deforestación en cafetales volcaneños, Tecoluca perdió su natural Don que llegó hasta hacerla Capital del Imperio Nonualco.

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  8. Alcaldías municipales de El Salvador: grandes, medianas o pequeñas en cuanto a ingresos monetarios se refiere, deberían asignar cierto razonable porcentage anual o bianual para costear una o más ediciones de uno o más autores quienes escriban uno o varios libros de interés general para cada una de esas 262 municipalidades, como lo es este libro: "Historias Escondidas de Tecoluca" que, sin bombos ni platillos, relata episodios interesantes para todo buen lector aun no siendo tecoluquense. Desde luego, autores o escritores de libros similares a éste, donarían sus derechos de autoría; pues nuestras municipalidades, en 95%, se están tronando los dedos y comiéndose las uñas por falta de ingresos adecuados para funciones básicas, no digamos para difundir cultura histórica popular de sus mismas jurisdicciones municipales.

    Por este mismo medio sugerimos al próximo Señor Alcalde de Tecoluca ---otro más del glorioso FMLN---, y al nuevo diputado FMLN, hasta esta fecha todavía Señor Alcalde de Tecoluca, Don Simón Antonio Amaya o Don Carlos Cortés: Si piensan editar segunda edición de tan interesante libro de Chávez Cañas, sería indispensable contactar al respecto con él; pues el Doctor Ramón F Chávez Cañas ha hecho varios cambios de sintaxis y prosodia, sin alterar en mínimos detalles tantas escencias históricas del libro susodicho; además, hemos platicado al respecto con este Prosista y Poeta; habiéndonos manifestado que ni en sueños cobraría ni un "cuís" como honorarios o derechos de autor.
    Firma: El Cangrejo Andante.-

    Interesante sería, también, estimular a resto de tecoluquenses literatos aficionados, para que ellos (hombres y mujeres), según sus respectivas edades y fuentes históricas mayores, puedan redactar otrtas historias populares o ampliar las mismas de Chávez Cañas; pues, con 10 ó más intelectuales tehuacanos escribiendo casos similares, en menos de una década tendríamos una "Casa de la Cultura" más, dedicada en exclusiva para que, desde año 2030 hacia adelante, nuestros bisnietos, tataranietos y más, puedan enterarse, por ejemplo: de cuántos Próceres parió Tecoluca en siglos XIX, XX, y XXI; de manera especial durante la guerra civil entre 1972-92.

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  9. Mis padres, tecoluqueños puros, ambos difuntos ahora; adolescentes y jóvenes adultos entre 1945-70: Villalta Orantes él y Berríos ella; en tertulias familiares de sobre mesa, con mucha frecuencia nos platicaban sobre aquellas apoteósicas fiestas bailables del 09 en agosto de cada año: "Alma Vicentina" fue la marimba-orquesta exclusiva mientras mis viejos progenitores estuvieron de moda como bailarines solteros y recién casados. Nos hablaban, ---abusando hasta nuestro bien disimulado cansancio---, sobre este señor Cornejo mencionado por el doctor Monchito; además, sobre otro señor de apellido Avilés con un Don Andrés Flores y el cantante Chicón López: cuarteto indispensable en tan melodioso conjunto musical con marimba.

    En muy pocas veces, ---continuaban remembrando papá y mamá---, llegaron otras orquestas, pero capitalinas, para amenizar bodas católicas de señoritas principales de apellidos: Parras Martínez; Molina Alférez; Chávez Muñoz; Chávez Cañas; Cañas Salinas; Alfaro Rodríguez y Rodríguez Molina. Aquellas orquestas sansalvadoreñas fueron: Barrientos, Palaviccini, Barahona, y, Hermanos Torres de San Juan Nonualco.
    Oswaldo Villalta Berríos.

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